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Hecatombe de Quinteros

Dr. Esc. César Eduardo Fontana | Montevideo
@|Varios días pasados ya, el Dr. Pedro Bordaberry se refirió en este diario al episodio que en nuestra historia nacional se conoce como la “Hecatombe de Quinteros”. Y creo que corresponde hacer algunos comentarios advirtiendo desde ya que el suscrito jamás fue ni es blanco.

En primer lugar, hay que tener presente que el suceso ocurrió en 1858, la época del Uruguay bárbaro y como tal debe juzgarse por más que sin duda constituyó lo que hoy llamaríamos un crimen político, no sirviendo de antecedente las degollinas bastante usuales al final de los combates, desde que fue ordenado expresamente por un gobierno legítimo.

En segundo lugar, quien ordenó los fusilamientos fue un presidente partidario de la política de fusión aunque de origen colorado, Pereira; aunque puede ser posible que en tal decisión hayan influido algunos de sus ministros, fusionistas de origen blanco.

En tercer lugar, quien lo llevó a cabo fue un general también de origen colorado y también fusionista, Anacleto Medina, de pocas luces y semianalfabeto que no intentó señalar a su Comandante en Jefe que le había ofrecido un salvoconducto a César Díaz y los suyos. No se animó, no supo, no pudo, no lo imaginó, lo único que entendió ese general de montoneras es que recibió una orden directa de su superior en un tiempo en que no existía el telégrafo aún en Uruguay; hecho no menor, por lo que la contraorden emanada del propio Gobierno ante gestiones varias llegó en chasque- obviamente- y tarde, el hecho ya se había consumado.

¿Fue un acto infame de Medina? Es opinable, al menos para quien esto escribe. Quizás si Medina hubiese sido otro general con una mayor formación, con otra personalidad, es posible, pero dadas las características del personaje el asunto no es nada claro.

Para finalizar me gustaría citar unas palabras de José P. Barrán, ese excelente historiador, sobre este acontecimiento. Si los fusiladores no eran blancos o no se consideraban tales, los fusilados eran colorados aunque se consideraran conservadores (Apogeo y Crisis del Uruguay Pastoril y Caudillesco). Notable.

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