Ciudadano | Montevideo
@|El proyecto de la IMM de canalizar el transporte público a través de soterrar la Avda. 18 de Julio genera muchas dudas, en un contexto de tránsito ya saturado en Montevideo.
La obra es costosa, compleja, va a aumentar las dificultades ya existentes en la circulación durante mucho tiempo y no tendría marcha atrás. Puede ser impulsada por buenas intenciones, pero fracasar en sus objetivos, como según opiniones calificadas ocurrió con el Corredor Garzón.
Alternativamente, se podría avanzar en la idea ya manejada de usar la calle Colonia (u otra) exclusivamente para transporte público, en ambos sentidos de circulación, prohibición de estacionar y realizar obras complementarias de conexión directa con 8 de Octubre y Avda. Italia.
Claramente, sería necesario establecer medidas que colaboren con la logística de comercios y contemplen otras necesidades, pero resultaría indiscutiblemente más sencillo y con posibilidad de cambio, si no funciona.
Adicionalmente, si bien los sectores comercial y empresarial han empezado a abandonar las zonas del Cordón y Centro, lo que parece irreversible, seguramente con mucho menos gasto del Estado se pueden mejorar.
Estamos a tiempo.