Horacio Rubino jamás se irá

@|Desde comienzos de enero, estamos escuchando que el Señor Horacio Rubino, uno de los artistas más renombrados de nuestro Carnaval, se aleja de los escenarios.

Sus numerosos fans temblamos ante la noticia, ¿cómo no ver más a este genio con su mágico conjunto Momosapiens?

Y tras una profunda tristeza seguida de una larga reflexión, llegué a una definitiva conclusión: los grandes nunca se van.

Su ingenio, su obra, el afecto que supo brindarnos quedarán por siempre en cada rincón del Teatro de Verano.Y en cada escenario por donde pasó.

Si los grandes artistas se fueran, las generaciones presentes nunca hubiéramos podido conocer las genialidades artísticas que hoy disfrutamos.
Allí, en cada uno de sus trabajos podremos tener presente a un ídolo que -por suerte- sigue entre nosotros físicamente, y estará con seguridad muchísimos años más.

Horacio no precisa ganar más premios, porque ya es un ganador, siempre lo fue. Es de esa clase de personas que, apenas aparece con su amplia sonrisa, nos hace viajar a un mundo imaginario, lleno de aventuras, sonrisas y emociones.

Yo arriesgaría más: Horacio nunca dejó de ganar, en el corazón de cada uno de nosotros es un eterno triunfador. Es de esos selectos creadores que nunca precisó la burla, ni el escarnio, ni las malas palabras para hacernos disfrutar.

Desde que parado en el borde del escenario gritaba: “¡Aquí están, estos son Parodistas, Momosapiens!”, el escenario se caía abajo.

¿Acaso hay mejor premio para un artista que el aplauso permanente de su público?

Por eso -y disculpen ser reiterativa- Horacio no se va, y como no se va, no hay despedida posible, tan solo un hasta luego.

¡Salud, Campeón, nos vemos pronto!

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

carnaval

Te puede interesar