Esteban al arco

@|Es habitual cuando jugamos al fútbol entre amigos, que el arquero sea elegido por descarte. Algo similar ocurre en la interna de la oposición, donde nadie quiere estar bajo los tres palos de la campaña pro referéndum.

Previo a esto, mientras juntaban firmas, muchos dirigentes no se la jugaron a la hora de ponerse al frente y eso le dio paso a nuevos liderazgos que poco representan el discurso histórico del propio Frente Amplio; el partido que dice ser de la clase trabajadora presidido por un hombre que confiesa no ir a trabajar hace quince años. Esto complica aún más el panorama de quienes impugnaron 135 artículos de la LUC diciendo que la misma quitaba derechos a los trabajadores.

Todo el mundo sabe que acá la discusión no se trata de artículos, sino de medirle la temperatura a un gobierno que manejó de forma digna una tormenta mucho más fuerte de lo anunciado. Justamente el buscar trancar y desestabilizar al gobierno, agravado en un contexto de pandemia, que no le dio rédito político favorable a los padres de la cuarentena obligatoria.

Esto el Frente Amplio lo sabe, por eso su dirigencia moderada y sus figuras con proyección presidencial se limitan a aparecer públicamente con algún atuendo rosado. Saben que un país con valores republicanos destacados mundialmente como el Uruguay, rechaza profundamente la manija y la desestabilización.

Es por eso que fueron a buscar a Valenti, un señor retirado, crítico de ellos, con perfil intelectual que encontró un pasa tiempo con esta campaña. Un tipo que no tiene nada para perder y en definitiva su virtud es la de sembrar odio y resentimiento en la gente, sin desgastarse ellos y radicalizando sus filas.

Lo mandaron al arco, jugados al contraataque, vendiendo cucos, mientras un pueblo que se reactiva positivamente de tiempos complejos, le va a hacer goles por todos lados.