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Errare humanum est

Esc. Roberto Cuenca | Montevideo
@|Ante el reciente trágico episodio de un padre que secuestró a sus dos pequeños hijos de la casa de la madre en Soriano, y que posteriormente mató a ambos inocentes y se suicidó conduciendo a gran velocidad un auto que cayó intencionalmente al arroyo Don Esteban; el Secretario de la Presidencia de la República declaró públicamente en los medios que: “No solo falló el Estado, falló la sociedad entera, llegamos tarde”.

Con eso de “llegamos tarde” no vamos a entrar ahora a discutir si debió aplicarse en este caso la Alerta Amber, para los casos graves de secuestro infantil y desaparición de los menores de edad, porque no nos compete decidir sobre la implementación de tal medida.

Como es habitual en los políticos del Frente Amplio, que ocupan cargos de gobierno, cuando se produce un problema serio que atañe a gran parte de la población, la responsabilidad o la culpa siempre dicen que es de otros, o de la oposición en su caso, pero los errores cometidos nunca son de ellos. No conocen o más bien no desean conocer una elemental palabra denominada “autocrítica”. Al respecto el Diccionario de la Real Academia Española define al citado vocablo como: “El juicio crítico sobre obras o comportamientos propios”.

Una parte de la ciudadanía con su voto democrático, le otorgó en noviembre del año 2024 a la fuerza política Frente Amplio, la responsabilidad de conducir los destinos del País para el quinquenio que comenzó el 1º de marzo de 2025.

De manera pues que quien tiene exclusivamente la responsabilidad y los medios económicos para cuidar y asegurar el bienestar de todos los ciudadanos de la República es, sin duda alguna, el Estado. Por tanto rechazamos de plano la expresión del Sr. Secretario de la Presidencia cuando frente al trágico final de los dos pequeños niños, piensa y dice que “… falló la sociedad entera…”.

No Sr. Secretario, con respeto le decimos que no falló la sociedad entera, no generalice tratando de endilgar en este penoso episodio en particular, a todo el colectivo ciudadano. La responsabilidad es pura y exclusivamente suya y de sus colegas que hoy desempeñan transitoriamente el poder para gobernar.

Tenga en cuenta pues que asumir errores propios no siempre es fácil, pero es una habilidad fundamental para el crecimiento personal, profesional y emocional.

Para finalizar no olvidemos que “Errare humanum est, sed perseverare diabolicum”, lo que significa que si bien errar es humano, preservar en el error es diabólico.

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