Carlos Ortega | Montevideo
@|En el país del fútbol y como amante de ese deporte, reconozco mi reciente rechazo a explicar todo usando al menos parcialmente una metáfora o alusión futbolística.
Como verán he vuelto...
La uruguayez típica de estos últimos tiempos es esperar con petrificación asombrosa a que el agua llegue al borde e inconscientemente esperar a que directamente desborde. Ya no se trata de esperar pacientemente como la cultura uruguaya de antaño lo indica, a la sombra, mate y tortas fritas. Ahora esperamos la debacle con la añoranza infundada de que acá no va a pasar. Somos el pequeño milagro del sur...
Llega tarde pero en la aldea global, todo llega. Cada vez incluso, ¡es más rápido!
En temas vinculados a seguridad pública queda claro el mal rumbo en el cual estamos y sin hacer conclusiones aventuradas, la certeza que tenemos de que vamos a estar peor de forma progresiva. Sólo queda saber el grado de aceleración que tendrá nuestro derrotero. ¡Panorama “Negro” que hace juego con el decadente Ministro!
Perdimos el partido como el Ministro Negro anunció ni bien iniciada su gestión. Una de las muestras de mayor honestidad de este gobierno, tristemente célebre.
En materia de transporte se anunció una revolución en lo que respecta a lo capitalino y metropolitano. Se habló de un tren que conectaba Montevideo y Canelones, parecía que ese objetivo estaba cerca con una Ministra que entiende la movilidad del departamento canario. Por otro lado, Salgado anunciaba la transformación de los ómnibus de Cutcsa con un plan a mediano plazo...
Para quienes analizamos entre líneas y sabemos al menos un poquito a qué juegan los poderosos del país, la lectura era obvia.
Por supuesto que las luces de la revolución se fueron apagando poco a poco y se anunció como novedad la incorporación de ómnibus articulados para el traslado en zonas capitalinas. Ya se hizo y evidentemente no funcionó. Perdonen, pero me causa gracia todo el episodio, tengo ganas de llevarles un tren de papel en una clara acepción al barquito de papel palestino...
Una decepción realmente, pensé que ese cambio necesario estaba más cerca que nunca de ser posible. ¡Qué iluso!
En materia de salud se criticó y se exigió más que nunca al gobierno anterior. A grito pelado se exponían cambios en primera infancia, salud mental, medicamentos por doquier, mejoras en las listas de espera, fortalecimiento del primer nivel de atención.
Lo que se ha mostrado al momento son los problemas vinculados a aumentos salariales y la inconstitucionalidad del Presidente de ASSE. El cuestionamiento ético y moral es notorio y público. Insostenible que se siga de la misma manera con una directiva cuestionada a ese punto. Otra sería la opinión de quienes defienden este aspecto si fuera un gobierno de “derecha”.
Como verán, de los temas en agenda no podemos hablar porque directamente no hay resultados, seguimos en etapa de anuncios. El tiempo se acaba... en los descuentos.
Continuará...