@|En el entendido de la gravedad de las consecuencias del bullying sobre los cerebros en formación, como reconoce la Neurobiología, es preocupante que las autoridades de la Educación no instrumenten medidas.
La experiencia internacional señala la importancia de que los docentes traten el tema en clase. Deben caracterizar a los agresores como chicos que necesitan notoriedad debido a que en sus casas carecen de ella, e indicar a los alumnos cómo deben actuar, no festejando los acosos. Los padres deben acudir a los directores para denunciar los hechos, ya que los adscriptos, muchas veces, temen la reacción de la familia del agresor.
Si la situación no se controla, el niño debe ser cambiado de centro educativo y pedir apoyo psicológico.