Demandas internacionales (II)

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@|En entrevista publicada por el diario británico Financial Times, el magnate indobritánico Pramod Agarwal anuncia nueva demanda contra el Estado uruguayo, alegando perjuicios económicos causados por el abandono de los planes de explotación de mineral de hierro en el país.

Los juicios internacionales contra el Estado uruguayo constituyen una amenaza contra el bienestar de la ciudadanía. Tanto por los pagos a realizar si se pierde el proceso como por daño a la reputación internacional del país.

Pramod Agarwal fue conocido en Uruguay en las primeras décadas de este siglo por su ambicioso proyecto de explotación de hierro en la región de Valentines. Que no llega a concretarse, acusando Pramod al gobierno uruguayo de ser responsable del fracaso y de haberle provocado ingentes pérdidas.

A comienzos de 2017 tres hijos de Pramod Agarwal presentan una demanda contra el Estado uruguayo frente a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. El tribunal falla a favor del Estado uruguayo. En nuevo reclamo a resolverse en París podría levantarse el fallo anterior, dejando a Pramod abierto el camino para continuar su demanda por US$ 3.500 millones.

Los primeros rastros de la actividad de Pramod Agarwal se encuentran a partir de 1999, cuando aparece como directivo de dos empresas: Texuna International Ltd. y la Kazakhstan Development Corporation Ltd. Son dos empresas dedicadas al comercio de materias primas agrarias y minerales, centradas en las antiguas repúblicas soviéticas centroasiáticas y en Hong Kong y Londres.

A la disolución de la Unión Soviética, las instituciones que regulan la vida comercial en una economía en transición son inexistentes. Es una atmósfera de “far west” donde Pramod Agarwal se forma. En 2003 hay una curiosa condena en Hong Kong por un fraude con subsidios a la exportación, perpetrado por un Pramod Agarwal en complicidad con un asociado. Difícil es establecer si se trata de esta persona o de un homónimo, pero su actividad y el hecho de haber tenido lugar en un centro de sus actividades hace plausible que estuviese envuelto en algún fraude.

En 2005 funda “Zamin” y en el mismo año comienza su actividad en Brasil. Y en 2008 comienza a trabajar la filial Aratirí en Uruguay.

En entrevista concedida al semanario uruguayo “Voces” en 2011, Agarwal manifiesta estar decidido a permanecer en Uruguay. Pero poco después el proyecto Aratirí pierde impulso y más tarde se le abandona definitivamente.

El periplo de Pramod en Brasil incluye un importante escándalo y posterior quiebra en un emprendimiento minero en el estado de Amapá. La fiscalía se interesó por posibles pagos ilegales a un legislador estatal, y todo el asunto terminó con intervenciones judiciales y una estela de impagos.

En Brasil, Pramod también estuvo asociado – y luego en conflicto – con una multinacional minera centroasiática llamada ENRC, que opera en Kazajstán y África Central. Sus principales son tres oligarcas kazajos: Alexander Mashkevitch, Alijan Ibragimov y Patokh Chodiev. Nebulosos personajes forjados en desintegración de la antigua Unión Soviética.

La incursión de Pramod Agarwal y de Zamin en Sudamérica no fue exitosa. Se levantaron enormes expectativas y se hicieron promesas, pero dejó luego un rastro de deudas y de sueños en añicos.

Todo esto pudo haberse evitado de investigarse puntualmente los antecedentes de potenciales inversores.

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