Marcelo Gioscia Civitate | Montevideo
@|Los mensajes brindados por el nuevo Presidente de la República ante la Asamblea General y a una muy nutrida como distinguida delegación de representantes extranjeros –luego de prestar su compromiso de honor de actuar de acuerdo con la Constitución- y transferida que le fuera la Banda Presidencial por el Presidente saliente, luego de imponer en sus funciones al Secretario y Pro Secretario de la Presidencia, a los Ministros de su gabinete y al Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, tuvieron un tono conciliador y de reconocimiento a todos los ciudadanos que asumieron la Primera Magistratura desde 1985 a la fecha.
Nombró a todos ellos, a los que están y a los que no están y les agradeció su trabajo y aportes por sostener, alimentar y fortalecer las instituciones democráticas de nuestra República. Ante los desafíos del presente y de los tiempos que se avecinan, reconoce no poseer la verdad revelada, ni tener la solución para todos los temas.
Según manifestó, no viene con un espíritu refundacional ni con una “lógica de imponer”, sino con “nuevas propuestas de construcción permanente” que, sin apartarse de su programa de gobierno, busquen acuerdos a través del diálogo. Sus palabras estuvieron a tono con lo que ha sido el trayecto democrático de las últimas cuatro décadas en nuestro país, lo que lo distingue en la región y el mundo.
Destacó la fortaleza de los principios y valores republicanos y democráticos de los que los uruguayos podemos sentirnos orgullosos. Se refirió a una “acumulación positiva” de experiencias y aportes de todos los que le precedieron, lo que sin lugar a dudas refuerza el compromiso que asume.
Ojalá que las corporaciones -de donde provienen muchos de sus cuadros- compartan plenamente sus dichos y dediquen su esfuerzo cotidiano en ser parte positiva de ese “proceso colectivo” que, se espera, se siga construyendo día a día en favor del bienestar del mayor número de habitantes y donde efectivamente el fin último del servicio público sea “la pública felicidad”.
Los partidos políticos (opositores responsables) y en especial la ciudadanía informada, y los órganos de contralor tendrán que seguir atentamente el desempeño del nuevo gobierno, especialmente en lo que refiere al respeto a las normas constitucionales que prometió respetar, entre ellas: los pronunciamientos del Cuerpo Electoral en temas que han sido objeto de consulta popular.
Se abre para este nuevo gobierno un tiempo de esperanza y en el andar se podrá advertir la coherencia entre los dichos y los hechos.
En suma, aspiramos a que en nuestro Estado de Derecho se logre el mejor futuro -a partir de la igualdad de oportunidades- para quienes habitamos este suelo, tanto hoy, como para las futuras generaciones. ¡Habrá que estar alertas! ¡Viva la Democracia!