Cr. Gustavo Álvarez Costábile | Florida
@| El que suscribe pertenece a la generación 1967 y es aportante activo de la Caja de Profesionales.
He participado y participo en diferentes ámbitos que trabajan por una solución integral para la situación que atraviesa nuestra Caja, actualmente participo del colectivo “cincuentones afectados por la transición acelerada”.
El pasado lunes, 16 de junio de 2025, asistimos nuevamente a declaraciones de prensa manifestadas por su persona intentando instalar una dicotomía entre el colectivo profesional y la sociedad en su conjunto, sito textual “No hay ninguna justificación para que un ciudadano que no tiene nada que ver con la vida profesional pague las jubilaciones de las personas que no son profesionales”.
Debemos decirle, con el respeto que nos provoca su investidura pero en forma firme y clara, que esto es una falsa dicotomía. Desde el colectivo profesional nunca se ha pretendido que la sociedad se haga cargo de nuestra caja, por el contrario, se han planteado soluciones que no implican transferencias de fondos desde la sociedad ni afectan la situación actual de activos ni pasivos ni impone transición acelerada a personas que ya tienen sus derechos adquiridos.
El ministro y la sociedad toda, deben saber que lo que en realidad ha estado ocurriendo desde hace 20 años a esta parte, es una millonaria transferencia de recursos desde el colectivo profesional hacia la sociedad por la vía de afectar las dos fuentes de financiamiento genuina con la cual contamos: aporte de los usuarios de nuestros servicios, y aporte de activos que, de acuerdo al artículo 50 de la ley 17.738, deben afiliarse y permanecer durante toda su vida activa.
En su más de 70 años de vida, nuestra caja nunca recibió financiación del Estado como sí la recibieron los demás subsistemas empezando por el general representado por el BPS que absorbe 7 puntos de la recaudación del IVA.
Pero, además de no recibir nunca fondos del Estado, hemos padecido en estas últimas décadas la perforación grave de nuestras dos únicas fuentes de financiación:
Los timbres han sido afectados al no habilitar su actualización por el Índice Medio de Salarios al igual del ajuste que sufren las jubilaciones y pensiones por imperio de la reforma de la Constitución aprobada por voto popular en 1990.
Por aplicación del artículo 105 de la ley 18.083, Ley de Reforma Tributaria, se ha impulsado que los profesionales que ejercen como dependientes aporten al BPS, contradiciendo el espíritu de nuestros fundadores de 1954 y el mencionado artículo 50 de la ley.
Esta norma, del año 2007, combinada con los cambios experimentados en el mercado laboral ha sido letal para nuestra caja, llevando a la situación actual donde de 180.000 activos solo 60.000 aportan, siendo más de 110.000 los declarados en no ejercicio.
Que quede claro entonces que no estamos pidiendo que la sociedad se haga cargo de nuestra situación, sino que el gobierno nos devuelva nuestras fuentes genuinas de financiamiento, y se nos permita darnos la solución que nosotros mismos planteamos, ni más ni menos.
Como toda crisis económica no resuelta a tiempo, la situación de la caja ha derivado últimamente en una crisis de confianza, ésta, como usted sabe Sr. ministro, se soluciona aportando recursos suficientes en el corto plazo hasta restituirla. Nadie sabe hoy día cuántos recursos demandará, no obstante, no tenga ninguna duda que será más barato que costear las consecuencias de este nefasto proyecto de ley que está impulsando el gobierno, dado que es bien sabido que la garantía última del sistema es el artículo 67 de la Constitución.
Todo lo que pretenda ahorrar ahora tenga seguro que deberá desenvolverlo con creces más adelante.
Por último, permítame decirle, una vez más, que los profesionales universitarios nunca fuimos, ni somos ni pretendemos ser una carga para la sociedad, muy por el contrario, somos simples trabajadores agentes de cambio, progreso y prosperidad.