Abandono del mar uruguayo (II)

Conrado Etchebarne Bullrich | Carmelo
@|A la falta de embarcaciones con bandera uruguaya según se describe en la carta titulada “Abandono del mar uruguayo”, publicada en El País el domingo 11 de mayo, debe agregarse el olvido al Tratado del Río de la Plata de 1973.

Ese tratado fue un éxito, no sólo dejó en el pasado la ridícula tesis de la costa seca, sino que dividió de manera equitativa las aguas y el lecho del Río de la Plata y de la proyección marítima del mismo entre las dos repúblicas del Plata, y además reconoció la soberanía uruguaya de las aguas que rodean la isla Martín García y la soberanía sobre la isla Timoteo Domínguez.

Ha pasado más de medio siglo desde la firma del Tratado y sin embargo aún no hay una delegación de Prefectura, Migraciones y Aduana en la isla.

En los puertos del Plata y del Paraná hay miles de embarcaciones deportivas que podrían cruzar todos los fines de semana a Uruguay. Facilitaría mucho que pudieran hacer los trámites de Prefectura y Migraciones en Timoteo Domínguez y de allí dirigirse a cualquier puerto de la Banda Oriental: Higueritas, Casa Chic, Camacho, Carmelo, Las Barrancas, Campo Chico, Martín Chico, Conchillas, San Juan y a todas las propiedades privadas que tuvieran muelle. Simultáneamente habría que derogar todas las disposiciones que traban la construcción de muelles de pilotes de madera hasta la profundidad de 1,5 m al cero. Esos muelles no traban la navegación y tampoco afectan el medio ambiente.

Es interesante ver lo que pasa en la otra banda. Durante años hubo una Prefectura argentina en Guazucito, a metros de la desembocadura del Paraná Guazú en el Plata - frente a Carmelo. Cualquier embarcación uruguaya podía ir a hacer turismo al Delta haciendo migraciones en Guazucito y luego visitar el Delta donde todas las casas, lugares de turismo, hoteles y restaurantes tienen su propio muelle.

En la costa uruguaya es imposible. La alternativa actual es hacer migraciones en Carmelo, pero a las dificultades que cada tanto presenta el canal al sur de la isla Sola - afortunadamente de reciente dragado - debe agregarse que duplica el tiempo de viaje a excepción de quienes se dirijan específicamente a Carmelo, desalentando el típico turismo por un día o por un fin de semana.

La única costa del Uruguay que mira al oeste del Plata y disfruta de las puestas de sol del mismo, es la que va de Martín Chico a Punta Gorda. El potencial de turismo en esa extensa zona es enorme, el boom de Carmelo sería una consecuencia inexorable.

Lamentablemente, a la fecha, la cantidad de espectaculares bodegas turísticas, barrios privados, countries, marinas, club de golf, de polo, y nuevos desarrollos se encuentran detenidos por falta de turismo, consecuencia de la falta de conectividad.

La única excepción, quizás, es el nuevo aeropuerto internacional de Zagarzazú.