El gobierno resolvió que las fuerzas armadas uruguayas no vuelvan a participar en la maniobra anual denominada "Operación Unitas", hasta que se logre acuerdo dentro de la mayoría oficialista respecto del tema.
Esta decisión es ilustrativa. Así como son ilustrativos el haberse salteado once generales para designar al Comandante en Jefe del Ejército o la proyectada modificación del régimen de ascensos al grado de general.
Se dirá: ¿ilustrativos de qué? Pues ilustrativos sobre la falta de una política de defensa nacional a nivel del gobierno "progresista" y los parches que se aplican para, al mismo tiempo, ir politizando poco a poco esta área tan importante de la actividad del país.
Desde el Poder Ejecutivo se ha propuesto un debate en materia de Defensa. Al respecto, el senador blanco Gustavo Penadés dijo que esperaba ese debate con mucha ansiedad, porque "el país debe definir ya qué es lo que para nosotros es defendible y de qué herramientas nos vamos a dotar para ello. Si un bien estratégico es defender su mar territorial, pues entonces, qué Armada queremos tener. Lo mismo con el Ejército y la Fuerza Aérea. Hasta que no definamos estas cosas lo único que hacemos es meterle parche a todo y tirar con una estructura de principios del siglo XX".
Mientras los grupos y subgrupos que forman el oficialismo se enfrentan por temas como el de si se envían o no contingentes armados uruguayos a colaborar en la misión de paz de la ONU en Haití, el Partido Nacional tiene ideas claras sobre los temas de defensa y gente que expone perfectamente esas ideas.
La realidad es que a la hora de iniciar el debate mencionado más arriba, lo más sólido a presentarse será la posición del nacionalismo, expuesta por gente como el mencionado legislador, quien observó que en primer término habrá que definir cuáles son los conceptos a defender y después de ello, saber entonces qué infraestructura debemos tener para cumplir con la misión correspondiente.
Uruguay está atrasado en el campo de la defensa nacional. Al decir de Penadés: "con gente voluntariosa, pero desestimulada, porque la organización no se corresponde con los objetivos a cumplir. Entre otras cosas, un soldado gana $ 1.800 por mes.
Como se ve, un gran desafío que hoy importa encarar.