Tal cual es

Los puertos, por lo general, se encuentran situados dentro del territorio de un determinado Estado y sujetos a su soberanía. Al mismo tiempo, y debido a su naturaleza, ellos funcionan dentro de amplios espacios económicos que superan los límites territoriales trazados en los mapas y cartas náuticas.

Nuestros puertos tienen tres características transnacionales: reciben buques de una variedad de banderas y pertenecientes armadores de muchos países; una parte sustancial de las cargas que pasan por Montevideo y Nueva Palmira se originan, o tienen como destino, otros países de la región (ambos son exportadores de servicios); y nuestro país ha recibido empresas extranjeras especializadas en el suministro de servicios portuarios que aportan, capital, infraestructura, tecnología y prácticas altamente especializadas.

Delimitar el espacio económico transnacional dentro del cual operan nuestros puertos no es solo un interesante ejercicio intelectual sino también una necesidad política fundamental para determinar cuales son las fuerzas y desafíos que deben enfrentar. Estos incluyen las estrategias de los demás puertos de la región, y la estructura de los servicios ofrecidos por los buques que hacen escala en ellos.

Los puertos que son terminales, como Buenos Aires o Santos, no se encuentran en la misma posición que los que ofrecen servicios de tránsito o transbordo, como Montevideo.

En realidad, no existe una sola industria del transporte marítimo. Existen varias que funcionan en forma separada y distinta, incluyendo los armadores de línea de navegación regular, dedicada básicamente al transporte de contenedores; el sector de los buques graneleros; el de los buques de crucero, y el de los transportadores industriales. En el caso de Montevideo, predominan los primeros. Los buques portacontenedores representaron el 56,4% del tonelaje de registro bruto de los buques entrados a Montevideo el año pasado, los cruceros el 15,8% y los graneleros el 7,3%.

Desde sus inicios, la característica fundamental del sector de línea regular ha sido una tendencia a la concentración entre compañías navieras y la organización de formas de cooperación entre los armadores muchas veces pertenecientes a diferentes países. El desarrollo del transporte intermodal solamente ha acentuado esa tendencia.

La prensa especializada ha informado que este mes comienza a funcionar un nuevo acuerdo de cooperación entre dos de las principales compañías navieras del sector del transporte intermodal: Maersk y Hapag-Lloyd. Según Alphaliner, Maersk ocupa el segundo lugar en la tabla de las principales compañías mundiales con una capacidad de 4,5 millones de TEU y 727 buques portacontenedores celulares. Hapag-Lloyd se encuentra en el quinto lugar, con una capacidad de 2,3 millones de TEU y 301 buques.

La flota del nuevo acuerdo, denominado Gemini Cooperation, consistirá en 340 buques, tendrá una capacidad de carga de 3,7 millones de TEU y ofrecerá 57 servicios, incluyendo de línea principal y complementarios.

Para tener una idea. El año pasado el puerto de Montevideo recibió 643 buques portacontenedores y movió algo más de un millón de TEU (de los cuales el 55% fue en transbordo).

Los puertos uruguayos funcionan dentro de espacios económicos muy amplios y con muchos protagonistas.

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