La situación del candidato a presidente por el Frente Amplio/ PIT CNT es alarmante. La de su compañera de fórmula también.
El candidato Orsi viene mostrando un grado de liviandad, ignorancia e irresponsabilidad, sumamente graves. A veces parece estar hablando en broma, o tomándose los temas para la chacota. Temas no menores, como los contradichos sobre programas y posiciones de jerarcas y candidatos a ministerios, o sobre la situación en Venezuela o sobre el actuar de la Cancillería y el presidente Luis Lacalle Pou, o sobre allanamientos nocturnos y la capacidad de la policía; sobre Programa de Gobierno, lo que sea.
En estas últimas semanas ha aparecido casi a diario en la prensa construyendo un rosario de dislates que dejan a la ciudadanía perpleja, ya con la clara convicción de que se trata de un peligro al que le quedaría inmensa la investidura presidencial. Creíamos haber visto todo con Mujica, con Martínez, con Maduro y con Alberto Fernández. ¡No, no, no! Esto asoma muchísimo peor. Estamos hablando de alguien que opina públicamente sobre temas que no analizó como el Programa del Partido Nacional, y alguien que reconoce públicamente que la reforma de la seguridad social va en contra del programa del FA.
Su compañera de fórmula, Carolina Cosse, acompaña con un mal humor que no puede disimular. Hay gestos de aburrimiento acompañados de miradas agrias que denotan una incomodidad inocultable. Parecería estar pensando: “¿cómo pude haber sido aplastada en las urnas por este sujeto?” . En cualquier caso, Mujica con la carta de Blanca, le dio la extremaunción…. Y ella misma mostro su despotismo e ignorancia con su posición de no aplicar los allanamientos si el pueblo y la ciudadanía lo habilitan, ignorando la separación de poderes.
En La Divina Comedia de Dante Alighieri, los “tibios” (o los “neutrales”) aparecen en el Infierno, en el Canto III, antes de que Dante y Virgilio crucen el río Aqueronte para ingresar al verdadero Infierno. Los tibios son aquellas almas que, en vida, no tomaron una posición clara entre el bien y el mal; vivieron sin pecado grave, pero tampoco hicieron el bien. Básicamente, no se comprometieron ni con el Cielo ni con el Infierno.
Dante los describe como aquellos que “vivieron sin infamia y sin alabanza”, lo que significa que no fueron lo suficientemente malos para estar en los círculos inferiores del Infierno, pero tampoco lo suficientemente buenos para ser dignos del Paraíso o incluso del Purgatorio.
El castigo de los tibios refleja su falta de compromiso en vida: están condenados a vagar eternamente, picados por avispas y mosquitos, mientras la sangre y las lágrimas que derraman son consumidas por gusanos bajo sus pies. Este tormento simboliza su falta de acción y propósito, ya que nunca hicieron nada significativo ni por el bien ni por el mal. Además, Dante ni siquiera los considera dignos de estar dentro del Infierno; en lugar de eso, están situados en una especie de limbo fuera del Aqueronte. Esto refleja su insignificancia tanto en el orden divino como en el infernal.
Parece calzarle la condición como un traje a medida a Orsi. Si sigue hablando, y la ciudadanía lo vota, no nos quejemos de lo que se nos puede venir.