La nostalgia de ellos y la mía

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DIEGO FISCHER
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Y se viene la Noche de la Nostalgia. La peculiar fiesta que celebran tantos uruguayos y que refleja tan bien el espíritu contrario a los cambios del Uruguay. Se sabe esta no fue la idea de su mentor, Pablo Lecueder cuatro décadas largas atrás pero así se dio, porque así es el Uruguay.

El diccionario de la Real Academia Española (RAE), define a la nostalgia: Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.

Al leerla me acordé de los cinco dirigentes sindicales de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), que ahora tendrán que justificar ante la Justicia los centenares de inasistencias que acumularon mientras decían dar clases y hacían militancia gremial. Supongo que sentirán tristeza y melancolía de los años recientes cuando podían faltar a su trabajo sin ser llamados al orden y seguir cobrando el sueldo igual que los verdaderos docentes que cumplen con responsabilidad sus obligaciones y no hacen con su labor política.

Esta historia indignó a muchos cuando salió a la luz y más de un Director de Liceo debió soportar descalificaciones e improperios no solo de los denunciados sino del gremio. Una comisión investigadora se formó en la Cámara de Diputados y llegó a conclusiones similares a las que el Consejo de Secundaria arribó y que lo ha impulsado, ahora, a formular la denuncia penal. Cabe indicar que el trabajo y los resultados de la pesquisa parlamentaria fueron aprobados por los representantes de la Coalición Republicana y rechazados por los miembros del Frente Amplio.

Los involucrados son el ex presidente de Fenapes, Marcel Slamovitz que, entre 2016 y 2017, faltó a 250 horas de clase en el Liceo N° 1 de San José. Lo hizo realizando una personal interpretación del artículo 70-10 del reglamento de Secundaria, que no autoriza a faltar por temas sindicales. En la lista también se encuentra José Olivera con 130 inasistencias, un sindicalista que no tiene título de docente y que ha afirmado que no le gusta dar clases. Olivera fue designado por el Pit-Cnt como encargado de la campaña contra la LUC y fue uno de los gremialistas que sostuvieron que la mencionada norma propiciaba la “privatización de la enseñanza pública”.

Alejandra Vespa, militante del Partido Comunista y secretaria general de Fenapes es también parte de la nómina con 70 certificaciones irregulares solo en 2017. Le sigue con 60 faltas Virginia García Montecoral. La lista la cierra Ana Pascetto, exintegrante del Ejecutivo del gremio.

Y en esto de celebrar la nostalgia, vaya también una mención para el presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, que en las últimas horas salió a anunciar un nuevo paro general de 24 horas para el 15 de setiembre, esta vez contra el anteproyecto de ley de reforma de la Seguridad Social.

“Nosotros queremos una sociedad democrática con derechos e igualitaria”, sostuvo Abdala en el programa Desayunos Informales. Para variar, Abdala anda tan mal informado. No sabe, y no se dio cuenta aún que la sociedad uruguaya es la más democrática del continente con derechos para todos. Tan así es, Abdala, que los orientales bien nacidos nos indignamos con casos como los de sus compañeros de Fenapes.

Cada vez que escucho a Abdala siento una enorme nostalgia por don José D’Elía, un sindicalista de verdad.

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