La fiesta y la memoria

SEGUIR
diego fischer
Introduzca el texto aquí

Estarán satisfechos? Me refiero a los senadores del MPP que quisieron saber cuánto costó la fiesta del 25 de agosto en la Embajada de Uruguay en Buenos Aires. Y a los que el embajador uruguayo, Carlos Enciso respondió sin demoras.

Antes de continuar, cabe darle contexto al tema. Así como el 4 de julio es la fiesta de Estados Unidos, el 14 de julio es el Día de Francia y el 25 de mayo la celebración de Argentina, y lo festejan con recepciones en sus representaciones diplomáticas en casi todo el mundo; Uruguay festeja el 25 de agosto con una fiesta en sus embajadas. Históricamente ha sido así. Esta tradición se vio interrumpida en los dos últimos años por la pandemia de covid-19.

El pasado 25 de agosto, la Embajada de Uruguay en Buenos Aires retomó la tradición. Y lo hizo como siempre lo ha hecho con una fiesta a la que acudieron empresarios, políticos argentinos, periodistas, personalidades de la cultura y figuras del mundo del espectáculo vinculadas a nuestro país. Sumaron setecientos los invitados. El plus fue la esperada pero no confirmada hasta último momento participación del presidente Luis Lacalle Pou y de algunos ministros de Estado.

¿Qué hubo de diferente a celebraciones anteriores? La presencia del jefe de Estado y el entusiasmo que este despertó entre la multitudinaria concurrencia. Las imágenes y la crónica que publicó El País, fueron elocuentes y ratificaron que Lacalle Pou es admirado por una parte muy importante de la sociedad argentina. No es necesario ahondar en el tema.

Seguramente por ello, los legisladores Daniel Caggiani, Charles Carrera (en la palestra desde hace semanas,), Sebastián Sabbini y Sandra Lazo, hicieron un pedido de informes al Ministerio de Relaciones Exteriores para saber el costo y qué invitados asistieron a la celebración de la fecha patria.

Los representantes frenteamplistas pidieron saber: “los motivos y fundamentos que llevaron a realizar el evento”, el “gasto incurrido”, al tiempo que reclamaron “copia de las facturas de cada gasto cometido”...

Inmediata fue la respuesta del embajador Enciso, quien, conocido el petitorio, emitió un comunicado informando que el gasto total fue de U$S 8.795, financiados por los gastos trimestrales de etiqueta asignados en el presupuesto.

El detalle es el siguiente: catering US$ 2.027,15; la bebida, US$ 698,25; el personal contratado y propio para el servicio, US$ 2.944,40; la fotografía, US$ 251,17; y el alquiler de mobiliario, US$ 2.874,17. Informó, además, que muchos productos que se sirvieron, “fueron donados por organismos públicos y por empresas uruguayas y argentinas”.

En las administraciones del Frente Amplio, hubo fiestas que hicieron historia. Solo vale la pena recordar la fiesta inolvidable de Raúl Sendic. El festejo fue en el marco de la reinauguración de la planta de La Teja. Tuvo como invitada principal a la entonces presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y a sus muchachos de La Cámpora. La factura número 7.029 del 30 de agosto de 2013, demuestra que Ancap pagó, a través de su agencia de publicidad $ 8.144.451 de la época, unos US$ 360 mil al cambio de aquel día. Tener muy mala memoria sigue siendo una característica de la oposición.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Diego Fischerpremium

Te puede interesar