La expresión me vino a la mente para sintetizar cómo está la oposición izquierdista en este agobiante verano, cuando vi la tremenda publicidad de Antel buscando captar mercado a partir de los cambios en la portabilidad numérica.
Una pequeña búsqueda en internet me desasnó: yo la había escuchado muchas veces por los campos del Litoral, y me imaginaba alguna vieja historia de algún inmigrante libanés (conocidos como “turcos”, por su lejano origen otomano) que por causa de una fuerte neblina invernal se hubiera desorientado en su quehacer de vendedor ambulante de estancia en estancia (¡qué gran momento ese! La llegada de los turcos con mil productos para ofrecer a la mitad del campo). Pero parece que la frase viene de España. En efecto, allí se denominaba “turca” a la borrachera generada por el vino puro, conocido como vino moro o turco, y derivó en una metáfora para referirse a alguien que está sumamente perdido.
En cualquier caso, el turco en la neblina está tan perdido como hoy lo está la izquierda por su borrachera ideológica y su desorientación opositora. El ejemplo de Antel es muy ilustrativo. Resulta que la neblina autorreferencial del comité de base está convencida de que el gobierno es neoliberal, y que con el cambio de la ley de urgente consideración (LUC) sobre el tema de la portabilidad numérica lo que se busca secretamente es hundir a la empresa pública. Fulminarla, quitándole mercado y favoreciendo así a las multinacionales, ya que es lo que hace un gobierno entreguista que es igualito a los de los 90 (*ruido de mate).
Apareció con furia la publicidad de Antel para ganar lo más rápido posible todo el mercado de telefonía celular utilizando el cambio de la LUC en su favor. Y la oposición, que había pedido incluso que no se implementara el cambio hasta después de conocido el resultado del referéndum -es decir, que se echara a andar la vieja máquina de impedir izquierdista de siempre-, se perdió en la neblina de la disonancia cognitiva provocada por el sesgo ideológico zurdo enfrentado a la campaña de Antel.
Otro ejemplo inefable es Pereira y sus medidas por el aumento de casos de covid-19 con la variante ómicron en la cancha. Por un lado, se razona como si se viviera en la coyuntura de 2021, lo que lleva a la intendencia de Cosse a promover el teletrabajo y a dejar subyacente la idea de parar, trancar, bajar la actividad, limitar los movimientos, es decir, la adhesión a la cultura del encierro y la cuarentena tan querida por el Frente Amplio.
Por otro lado, hay sindicatos que están pensando en hacer una movilización hacia Punta del Este. Es decir, quieren aglomerarse para hacer todo lo contrario a lo que deja suponer el planteo de medidas de Pereira, a la vez que procuran llevar el conflicto allí en donde la temporada más importante se está viviendo con relativo optimismo. La neblina, en este caso, tiene al menos 20 años, porque es la misma que en 2002 llevó al Pit-Cnt a conducir una marcha sindical hacia Punta del Este con el fin de perjudicar la suerte económica del país en plena crisis.
Esta es la oposición. Si Kemal Atatürk viviera, es seguro que al menos le haría cortar la barba a Pereira, sin importar el muy meritorio ascenso social que implica bajar a la playa en José Ignacio.