Es una de las realizaciones admirables de nuestro tiempo la evolución del imperio japonés, un pueblo que todavía en 1854, no salía del estado feudal y comenzaba a abrirse al comercio con el mundo exterior y, sin embargo, es ahora miembro del Grupo de los Siete, el de las mayores democracias industrializadas del planeta con el nivel de segunda economía mundial.
Con 128 millones de habitantes este país de cuatro islas mayores y numerosas menores, sobre el Océano Pacífico, ha logrado progresos espectaculares sobre todo en desarrollo energético y electrónica, con gran producción de maquinaria, vehículos, instrumental científico y relojes, con un nivel de desarrollo per capita superior a los 20.000 dólares, contando con la mayor flota pesquera y captura de peces del mundo.
El nombre de Cipango que le daba Cristóbal Colón, confundiéndolo con Cuba, significa Sol Naciente y lo es con respecto a China. Los japoneses llaman también Nippon a su país que equivale igualmente al Imperio del Sol. Algunas veces los poetas lo llamaron el reino de Fusang por un árbol de ese nombre que figura en las antiguas crónicas.
Dada su naturaleza volcánica el imperio ha sido azotado por los terremotos, tanto que cuentan con su dios de los terremotos que tiene en su haber 30.000 fenómenos sísmicos sufridos a lo largo de su historia. El último fue el de 1995 en la región de Kobe que tuvo más de 6.300 muertos y 35.000 heridos.
El viejo imperio, de innegable influencia china, se remontaba al año 660 A.C. El dominio de los señores feudales o shogunes se extendió por muchos siglos hasta que se consolidó la autoridad imperial. Hoy es una monarquía democrática con un Parlamento que dicta leyes.
Hay libertad de religiones y un equilibrio entre el budismo y el sintoísmo. En 1547 un gran misionero, San Francisco Javier, llegó con 5 acompañantes y dedicó largos años a la evangelización cristiana del país.
El imperio ha tenido una agitada vida política con el accionar de diversos partidos. También ha emprendido algunas importantes operaciones militares y guerras con sus vecinos. De allí han derivado posesiones coloniales con Corea, Formosa, Manchuria, Mongolia, y China, a más de guerras totales con China, Rusia, Alemania en la 1a. Guerra Mundial, Corea, Manchuria, los Estados Unidos e Inglaterra, en la Segunda.
La literatura japonesa es particularmente rica en etapas china y coreana. Los poetas pintan la naturaleza en los heptasílabos o pentasílabos del hai kai que ha contado con improvisadores. Hubo la recopilación poética de "las Diez Mil Hojas" y en su colección de cien poetas figura el inspirado Ogaki. Un emperador poeta fue Mutsuhito y la emperatriz Huruko.
Con razón la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió crear como ente autónomo la Universidad de las Naciones Unidas en el Japón, un sistema de instituciones académicas que realiza labores en relación con las universidades de todo el mundo, con una acción orientada, sobre todo, a la supervivencia de la especie humana, el desarrollo y el bienestar, con financiación de gobiernos y fundaciones en una proyección universal de la cultura japonesa.