Hace un año el partido de gobierno decidió reducir a la mitad las exoneraciones impositivas a las donaciones realizadas por empresas a las universidades privadas. Un año después, los proponentes originales plantean eliminarlas por completo. Este replanteo ha sorprendido a muchos. ¿Por qué esta obsesión con exoneraciones de montos irrisorios? La respuesta a esta pregunta es importante para nuestro futuro.
Uno de los raros privilegios que me dio la vida fue presenciar, como periodista, el emotivo discurso que dio Líber Seregni desde el balcón de su apartamento, la noche de 1984 en que fue liberado de prisión.
Una comisión interna analiza un planteo del grupo IR.
Las universidades privadas tendrán ahora menos recursos.
Sendic trabaja en una redacción alternativa para suavizar recorte a las universidades privadas.
Si se concreta se perderán becas, según advirtieron ante la Cámara Alta.
Los senadores trabajan en una alternativa al artículo 185.
Se hace difícil trasmitir un mensaje de optimismo a nuestros hijos en el Uruguay de hoy. Llegué a esta conclusión luego de una serie de hechos recientes que, sin estar o tal vez sí vinculados entre ellos, me hicieron pensar en el país en que vivimos y su futuro.
Días atrás, cuando se discutía la Rendición de Cuentas en la Cámara de Diputados, tuvo lugar un episodio que es objeto de acalorados comentarios hasta hoy.
Sobre el final del tratamiento de la RC 2015 en Diputados y, en medio de la "búsqueda de recursos" para la educación pública, surgió la propuesta de eliminar el beneficio tributario a las donaciones de empresas a las Universidades Privadas. Fue votada por la unanimidad del partido de gobierno más el representante Eduardo Rubio.