Lo que pasó el miércoles en Washington D.C., cuando el presidente Donald Trump alentó tácitamente a sus seguidores a tomar las calles para revertir los resultados de las elecciones de noviembre de 2020
Aunque la vacuna del COVID-19 está cerca y las economías latinoamericanas muy probablemente comenzarán a recuperarse en 2021, la región enfrenta una cruda realidad: casi la mitad de los niños en algunas de sus regiones más pobres han abandonado la escuela desde el comienzo del pandemia.
La reciente protesta pacífica de cientos de artistas e intelectuales cubanos contra la censura del régimen fue una de las mayores manifestaciones en la isla desde la revolución de 1959.
La muerte de la leyenda del fútbol argentino Diego Armando Maradona fue noticia en todo el mundo, pero la forma en que el gobierno populista de su país trató de explotarla con fines políticos ha atraído relativamente poca atención. Es escandaloso y debe ser condenado.
En medio del pesimismo reinante por la crisis económica, América Latina tiene una oportunidad de oro para crecer gracias a varias nuevas tendencias mundiales. Pero la gran pregunta es si la región sabrá aprovecharlas, en lugar de distraerse con estupideces.
El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró entusiastamente el reciente triunfo del voto a favor de cambiar las Constitución en el plebiscito realizado en Chile el 25 de octubre, sugiriendo que fue una victoria del socialismo.
Son “socialistas” los gigantescos bancos Goldman Sachs y Bank of America? ¿Se volvió “socialista” la revista Fortune?
Un documental de Netflix que culpa a Facebook, Twitter y otras compañías de redes sociales por nuestra creciente polarización política está atrayendo a audiencias récord. Y aunque la película tiene varias deficiencias, puede ayudar a presionar más a esas empresas para que limpien su actuación.
Hay una gran incertidumbre sobre el impacto del contagio de COVID-19 del presidente Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre. Pero una cosa está clara: ha vuelto a poner a la pandemia en el centro de la agenda electoral, y esa es una mala noticia para Trump y el vicepresidente Mike Pence.