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Un videoclip musical, homenaje del siglo XXI para la vigencia de Rodó

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Elbio Fernández

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El proyecto, con participación de los estudiantes y en su propio lenguaje, se vincula con la visión abierta y los valores presentes en la propuesta educativa del Elbio Fernández

Casi 140 años después del pasaje de José Enrique Rodó por las aulas de la Escuela y Liceo Elbio Fernández, un videoclip con bailes al ritmo de hip hop y un bandoneón representa un homenaje innovador al pensador, periodista y escritor. Y, al mismo tiempo, muestra la educación integral del Elbio.

El objetivo del proyecto fue reflejar la conexión del pasado con el presente de la institución educativa, simbolizando la vigencia del pensamiento rodoniano.

“En estos días en que todo parece ser la inmediatez, Rodó habla sobre el idealismo y valores que son permanentes. Su mensaje sigue vigente y eso es lo que buscamos transmitir con un lenguaje diferente y actual”, afirmó Enrique González de Toro, presidente de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular (SAEP), responsable de la conducción de la institución.

Rodó fue alumno del Elbio Fernández, donde ya alumbró sus inquietudes sobre el periodismo y más tarde la literatura con un periódico, Los Primeros Albores, con comentarios y noticias del colegio pero también de la realidad social y política del país. Su elección como figura central del Día del Patrimonio 2021 despertó una inquietud: ¿cómo rendirle homenaje en tiempos de pandemia y frente a generaciones nacidas muchas décadas después?

Se decidió volver a trabajar con el grupo que preparó Viva la educación, un espectáculo entre académico y musical con danza, canto y la participación de estudiantes y exalumnos, que se ofreció en el Sodre para celebrar los 150 años del Elbio. Transcurría marzo, el momento más complicado de la situación sanitaria, por lo cual no se podía pensar en organizar su presentación en un teatro o en el Patio Mayor del Elbio: la solución era un video.

Enrique González de Toro
Enrique González de Toro, presidente de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular.

INNOVACIÓN.. “Lo importante era innovar. Que no fuera una acción que se realizara y terminara en un día, sino construir un puente entre la historia y el momento de Rodó con nuestras nuevas generaciones, que permitiera afirmar la vigencia de su pensamiento a través de un homenaje distinto. Y siempre pensando en que participaran los jóvenes, nuestros estudiantes”, señaló González de Toro.

Para eso era preciso atender sus formas musicales y su lenguaje. “Respetando esos códigos, sabíamos que era una propuesta arriesgada. El resultado tenía que ser muy cuidado en toda la producción, la letra, el baile, la música, porque no deja de ser una idea con cierto rupturismo”, dijo.

Alrededor de 50 estudiantes del Bachillerato Internacional participaron cantando y bailando. Y con ellos trabajó un grupo de unas 30 personas, la gran mayoría exalumnos del Elbio, en la preparación de un video de cuatro minutos y medio de extensión colmado de detalles.

Elbio Fernández
Otra escena de la producción del Elbio.

La idea original, el guión y la letra son de Álvaro Ahunchain, exalumno. La música y la dirección coral son de Fernando Britos, responsable del coro del colegio. La producción general estuvo a cargo de Agustín Romano y Sebastián Bednarik, con co-producción de RTS & Coral Cine. La producción musical es de Santiago Tavella y Martín Tavella (“el Cuarteto de Nos también se forjó en el Elbio”, recuerdan allí). Y además, la coreografía de Eduardo García, la coordinación institucional de Federico Pereyra, la producción ejecutiva y prensa de María Inés Lorenzo, el asesoramiento estratégico de Patricia Lussich y la dirección de actuación de Adriana Da Silva, como resumen de una ficha técnica que incluye muchos otros aportes.

El videoclip se presentó el lunes de mañana a los estudiantes con un reconocimiento a los participantes; por la tarde fue exhibido a autoridades nacionales. El miércoles se subió al canal de YouTube del Elbio Fernández y su difusión continuará en estos días.

DESAFIO. “Para el Elbio -añadió González de Toro- el desafío ha sido siempre la capacidad de prepararnos y anticiparnos al cambio para tomar medidas estratégicas. Y a la vez entender de manera profunda las nuevas generaciones, sus motivaciones, sus características, sus hábitos, en definitiva su cultura”.

“En esa comprensión está atender la capacidad para la multitarea que tienen los jóvenes pero al mismo tiempo su falta de atención si hay algo que no los desafía o no los motiva. Por eso este proyecto busca transmitir de una forma innovadora, en el lenguaje actual de los jóvenes, el mensaje de Rodó, que es el de la esperanza, el entusiasmo, el valor de la experiencia, las utopías, sin desatender el papel crítico y el inconformismo”, subrayó.

“Buscamos que los estudiantes se formen con un sentido crítico y un liberalismo laico, que también era lo que proponía Rodó. No supone el ateísmo o la estigmatización de las creencias religiosas, sino al revés; la capacidad de pensar con toda libertad y a la vez atender y respetar las otras ideas, las que no coinciden conmigo. Y ese en nuestra institución es un valor muy importante”, destacó.

El innovador homenaje a Rodó se vincula con esos principios del Elbio Fernández y también con su enfoque educativo, hoy reflejado en el Bachillerato Internacional. Se trata de un plan estratégico lanzado en 2011, que determinó la transformación del Elbio en una institución bilingüe, “un cambio sustantivo” según González de Toro que le permitió acceder a programas internacionales de educación que necesariamente deben atravesar etapas de aprobación.

Formar parte de ese programa, con sede en Suiza y unos 5.600 colegios afiliados en todo el mundo, implica estar constantemente evaluados, lo que lleva a una permanente capacitación de docentes en el exterior o a distancia.

“Ese programa -indicó el presidente de la SAEP- también establece una disciplina en cuanto a la formación de los estudiantes, en su sentido crítico y su mirada global”.

El Bachillerato Internacional también permite acceder a universidades en el mundo, una oportunidad que hoy con el beneficio de los cursos a distancia resulta más accesible. De esa forma los egresados salen con la doble titulación, la nacional y la internacional.

“Hay contenidos asignados en lenguas y ciencias, pero además existe una forma de pensamiento que apunta a que los docentes vayan trabajando las materias con una visión muy abierta en la interacción entre las diferentes disciplinas y entre el alumno y el docente. Hay un estímulo a no ceñirse estrictamente a un programa sino a buscar las formas de profundizar en los temas”, comentó.

Los estudiantes trabajan en proyectos que se reflejan en la presentación de monografías en las distintas áreas, enriqueciendo el programa según los niveles. El videoclip sobre Rodó es un ejemplo.

En 5° y 6° año se forman pequeños grupos de estudiantes para trabajar en un proyecto que definen todos con su tutor, que siempre es uno de sus profesores. Cuando van a la universidad llevan la ventaja de haber hecho proyectos y monografías en el marco de una formación mucho más amplia.

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