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Tiene 34 años, estudió en Harvard y fundó el "unicornio" argentino fintech, Ualá

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Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)

ENTREVISTA

Pierpaolo Barbieri habló de su desvelo por la inclusión financiera y de lo que supone valer US$ 2.450 millones. "Resolver el problema del cliente cambia la realidad, no el precio de la empresa", dice

Argentino, 34 años. Es historiador económico formado en Harvard y Cambridge y en solo cuatro años convirtió a su empresa de servicios fintech en «unicornio». En agosto, su valuación alcanzó los US$ 2.450 millones en el Nasdaq. «No estoy llorando. Me entró un sueño en el ojo», tuiteó Barbieri entonces. Pero, en diálogo con El Empresario y previo a su charla hoy en el America Business Forum, Barbieri asegura que ese hito no define a Ualá sino la idea de formar el mejor equipo para crear productos que fomenten la inclusión financiera digital, un tema que le apasiona. Cree que el efectivo es «limitante» y que la región puede ser cuna de más unicornios, a los que valora como «la soja del siglo XXI».

Estudió Historia económica en Harvard, y luego en Cambridge. ¿Cuánto le sirvió esa formación particular a la hora de emprender y desarrollar su empresa, Ualá?

Yo soy historiador económico y financiero, estudié en Harvard y después en Cambridge. Hice un libro sobre la economía del fascismo y tengo una trayectoria académica como para entender el momento donde la política económica y financiera se une con la historia. En ese proceso estudié mucho distintas economías, hice mucho trabajo para América Latina, después en EE.UU., y como parte de eso vi como una de las grandes tragedias de nuestro continente el hecho de que más de la mitad de los adultos están fuera del sistema financiero. Eso tiene razones históricas, y creo que ese entrenamiento como historiador me ha ayudado no solo a entender qué teníamos que construir desde Ualá sino cómo hacerlo, cómo reunir el equipo, porque al fin y al cabo no soy yo el que hago, sino que solo consigo mejores talentos que yo y que nos ayudan a crear un equipo que pueda resolver el problema. Otras regiones lo han hecho -Europa, EE.UU. y Asia- y mucho más rápido que nosotros, pero creo que América Latina es un continente donde ahora la inclusión financiera es prioridad.

Estamos en un momento histórico como la pandemia de coronavirus. ¿Cómo ha repercutido en la actividad de Ualá?

Especialmente en la pandemia, lo que vemos es que si alguien no está integrado a la economía moderna y digital, la pasa mucho peor. Esa inequidad afecta más a los que menos tienen, y están además afuera del sistema. Lo que hizo la pandemia fue incrementar la brecha. Entonces, venimos a romper esa brecha. La lógica es crear un ecosistema financiero abierto, competitivo e inclusivo. Muchas veces en la región nos cuesta entender que el capitalismo no es que cada uno tenga un pequeño monopolio, que el Estado esté en el medio y que cada empresario le pida al Estado proteger su monopolio. Lo que queremos es más destrucción creativa, más innovación, más emprendedores que compitan.

Muchas veces en la región nos cuesta entender que el capitalismo no es que cada uno tenga un pequeño monopolio, que el Estado esté en el medio y que cada empresario le pida al Estado proteger su monopolio. Lo que queremos es más destrucción creativa, más innovación, más emprendedores que compitan

Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)
Pierpaolo Barbiero

¿Cómo se traduce esa filosofía de cara al cliente?

Ualá es una manera de darle a todo el mundo un método de pago y ahora también un método de cobro, y en el medio un montón de otros servicios financieros: desde créditos a seguros, cuentas de inversión, pagos de servicios, recarga de celulares, todas las cosas que uno necesita para manejar su vida digital. Alrededor del 60% de nuestros usuarios nunca antes había tenido tarjeta, entonces, esto les permite entrar a la economía digital, lo que en un contexto de pandemia es cada vez más importante.

¿Qué volumen de clientes atiende Ualá?

Hoy tenemos más de 3,5 millones de clientes en Argentina y México. En el último mes hicimos más de 150.000 cuentas nuevas; eso quiere decir que estamos logrando la magia de un producto que sea sencillo de usar, porque atrae a gente de 65 años como a gente de 13. Es un producto inclusivo, solo necesitás un documento de identidad y registrarte en nuestra aplicación. En Argentina podés hacer la cuenta a partir de los 13 años, en México a partir de los 18, por las regulaciones locales. Después, te damos una tarjeta global Mastercard que no tiene cargo de apertura, de mantenimiento y de renovación. Y arriba sumamos todos los otros servicios que van desde cobrar por POS, seguros (de movilidad, de vida o para el celular), créditos (donde tenemos cuotas y préstamos) y también un fondo común de inversión, que en países como Argentina donde la inflación es alta ayuda a la gente a proteger su dinero, porque el que vive con efectivo es víctima de la inflación.

Las fintech, las criptomonedas, la inclusión financiera digital están desafiando el statu quo. En ese marco, ¿qué cree que pasará con el efectivo?

Creo que es un derecho constitucional que la gente que quiera tener efectivo pueda tenerlo. Sin embargo, para la gran mayoría el efectivo es limitante. Primero, porque es ineficiente, es caro para el Estado de hacer, es sucio, y por encima de todo -y lo más grave- no le permite a las personas crear una buena historia crediticia. Con una historia crediticia podemos tomar un préstamo más barato y si es más barato es más fácil hacerlo y más gente tiene acceso. Lo mismo para ahorrar. Es muy ineficiente ahorrar en efectivo, especialmente en contextos de inflación. Creo que Ualá, que está en un mercado de competencia con otras soluciones, también te da la posibilidad de abrirte y usar mejor esa infraestructura para que puedas llegar a tener lo que necesitás.

Para la gran mayoría de la gente el efectivo es limitante"

Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)
Pierpaolo Barbieri

¿Qué planes barajan para crecer en la región? ¿Evalúan operar en Uruguay?

Nosotros no hablamos de lo no lanzado, es parte de nuestra convicción. Lo que vemos es un continente donde hay muchísima necesidad por estos servicios. Porque aun en Uruguay, que es un país con alto desarrollo, más del 35% de la gente nunca ha tenido una tarjeta y, quienes sí tienen, según las investigaciones de mercado que vemos, consideran que los costos de operar en el mercado financiero uruguayo son muy altos. Eso habla de un mercado donde la competencia podría ser mejor. Pero más allá de Uruguay, en Colombia más del 50% de la gente no tiene tarjeta, en Perú el 60%, en Paraguay el 80%. Es un problema transversal a la región. Nosotros arrancamos en Argentina porque creíamos que ahí había una gran oportunidad. Sin embargo, pensamos esto siempre desde una estructura y una arquitectura regional.

¿Con tantos jugadores en el sector fintech no hay riesgo de que se genere una «burbuja»?

Creo que hay una gran oportunidad en toda la región. Si comparamos América Latina con Asia, Europa o EE.UU., vemos que ha habido mucho menos inversión que en esas regiones. Entonces, solo ahora se está empezando a cambiar eso, después de las grandes empresas que se fundaron por los años 90 y que fueron pioneras en tecnología como Globant o Mercado Libre, incluso DeRemate y OLX. En ese contexto vemos una gran oportunidad para que los servicios financieros sean más digitales, más abiertos, más competitivos y radicalmente más inclusivos y así poder empezar a revertir la gran falta que hay. Porque si ves la penetración de préstamos en toda la sociedad latinoamericana es de las más bajas del mundo; la penetración de seguros y de las inversiones son las más bajas del mundo. Entonces, necesitamos mucha innovación, muchas propuestas, que florezcan mil flores, que hayan soluciones distintas para cada uno y después que gane el mejor.

Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)
Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)

¿Cómo los han recibido los bancos tradicionales?

Nosotros tenemos muchas sociedades con los bancos, tanto en Argentina como en México. De hecho, en marzo compramos un banco en Argentina (N. de R.: Wilobank, de Corporación América, grupo del empresario Eduardo Eurnekián) que está en proceso regulatorio ante el Banco Central, así que es un tema del que no puedo hablar. Pero somos complementarios al sistema financiero existente. Venimos a abrir los servicios, a hacerlos más baratos y más competitivos. De la misma manera en que Netflix no eliminó a los estudios de cine sino que ahora trabajan juntos para crecer el mercado. El punto es que el sistema financiero de América Latina era demasiado estático, poco innovador y chico, entonces, venimos a hacerlo más dinámico y mucho más grande.

¿Qué próximos pasos están evaluando para crecer?

Te cuento tres cosas: número uno, acabamos de lanzar una tarjeta virtual en México, que es super importante porque le permite a la gente no solo depender de la tarjeta física sino tener la tarjeta integrada en el teléfono y eso te permite abrir una cuenta mucho más rápido. Tenés la tarjeta y toda la información que necesitás para transaccionar online en el teléfono. Número dos, el crecimiento de seguros y asistencias es muy fuerte. Lanzamos este producto en asociación con el broker de seguros Willis Towers Watson y es especialmente exitoso el seguro del celular y el de mascotas. Tercero, el jueves lanzamos un pilar nuevo de nuestra oferta para comercios, Ualá Bis. Se trata de las primeras APIs públicas de Ualá, eso quiere decir que en cualquier sitio de Internet vas a poder integrar el checkout con Ualá y eso no depende de nadie. Lo teníamos con una integración con Tiendanube, otra empresa que viene creciendo mucho, pero ahora estará disponible en el sitio de Ualá y lo vas a poder meter en cualquier página y eso te va a permitir cobrar en vivo, integrado y con comisiones 40% a 50% más bajas. Eso nos permite que sea mucho más competitivo.

3,5

Son los millones de clientes que Ualá tiene actualmente entre sus dos operaciones: Argentina y México. Solamente en el último mes, la compañía registró 150.000 nuevas cuentas

1.080

Es el número de personas que trabajan en Ualá. La compañía fintech tiene distribuido a su staff en seis países; la plantilla está compuesta por 14 nacionalidades diferentes.

2.450

Son los millones de dólares en que Ualá está valuada. Alcanzó ese monto tras una ronda de inversión en agosto en la que recolectó US$ 350 millones.

Son uno de los «unicornios» argentinos. ¿Qué retos trae ese hito para la empresa?

Es una pregunta que nos hacemos todo el tiempo y mi conclusión es que ser «unicornio» no importa. Lo que más importa es cómo está el equipo, porque solo el mejor equipo puede hacer el mejor producto. Entonces, el 80% de mi tiempo está dedicado a atraer, retener y potenciar el mejor talento. Tener una denominación que a la prensa le gusta a la empresa no le modifica nada, porque no es que cuando cruzás el umbral mágico de los US$ 999 millones cambia la compañía. Para nosotros en lo estructural y en la filosofía no cambia nada. Nosotros tenemos una cultura de frugalidad, de trabajo duro y una cultura de que primero está el cliente. Lo que más nos importa es cómo nos percibe y al cliente no le importa si sos unicornio o no, le importa que le resuelvas el problema. Eso es lo que cambia la realidad, no el precio de la empresa.

Al cliente no le importa si sos unicornio o no, le importa que le resuelvas el problema"

Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)
Pierpaolo Barbieri

Integran una camada de empresas latinas nuevas que valen al menos US$ 1.000 millones. ¿Qué dice eso del momento del emprendedurismo en la región?

Para mí es buenísimo. Me llena de orgullo que así pase en la región, porque quiere decir que algo estamos haciendo bien, que hay más chances de emprender, que hay más fondos que se meten en América Latina y quieren apoyar a la tecnología que se crea acá para resolver problemas. Eso sí cambia la realidad de América Latina, porque hace 10 años no había un dLocal, un Kavak, un Rappi, un Ualá. En ese sentido, que haya más oportunidades crea más ecosistema, y vemos ya cómo gente que se fue de Globant me ayudó a mi a empezar Ualá, y gente que se vaya mañana de Ualá creará nuevas empresas y entre todos ayudamos al desarrollo de la región, que en términos tecnológicos venía rezagada.

Ha dicho en entrevistas que «los ‘unicornios’ son la soja del siglo XXI». ¿Qué se necesita para generar más empresas de ese calibre?

Nosotros empezamos en un país como Argentina, donde todos estamos acostumbrados a debatir si hay que apoyar el mercado interno o a los sectores que nos dan exportación. Y tenemos esas charlas recurrentes sobre la falta de dólares, que es una de esas cosas que solo se debaten en Argentina, así como cuántos vuelos están aprobados este mes. Entonces lo que digo es que, en la economía del conocimiento, América Latina tiene una gran oportunidad, especialmente países como Argentina y también Uruguay. Son países con alta disponibilidad de talento, poblaciones jóvenes, con buenos recursos educativos y de lenguaje, que nos permiten crear servicios y poder exportarlos. Antes exportábamos el mate, pero ahora podemos exportar productos digitales y eso nos permite traer un montón de experiencia a la región que además tiene externalidades positivas para toda la economía. Porque la gente que se entrena trabajando para Google mañana va y hace dLocal. Entonces, si le ponemos un poco de capital a ese talento podemos crear grandes empresas. Creo que dLocal, Notco en Chile, Nubank en Brasil y Kavak en México son ejemplos de eso.

Estamos en tiempos de servicios financieros digitales, criptomonedas, blockchain. Desde su rol de historiador, ¿cómo se puede entender este momento tan disruptivo?

Yo suscribo mucho la idea de Andreessen-Horowitz de que el software se va a comer el mundo, si bien ese ensayo se publicó hace 11 años. Dependiendo de cómo evolucione la tecnología va a ir por distintas industrias que pueden llevar a gran disrupción. Lo primero que vimos fue una gran disrupción en todos los sistemas de comunicación, primero con la prensa, y también en las redes sociales. Después llegó al contenido, tanto a las radios con los podcasts como a la televisión con el streaming. Ahora estamos en la época de las finanzas y creo que eso ayuda a que la tecnología abarate muchísimo los costos de proveer servicios financieros. Es lo que hacemos nosotros. Para nosotros hacer y mantener una cuenta es 90% más barato que para el resto, lo cual nos da la posibilidad de hacer muchas más cuentas y dejar de vivir en una sociedad donde hay esa gran bifurcación con la que empezamos. Creo que lo que se viene también será la disrupción en la educación y en la salud, que son dos áreas donde todavía no usamos la cantidad de datos que tenemos, donde se puede mejorar mucho y creo que la pandemia nos está empujando hacia eso, a usar más la tecnología para mejorar la calidad de vida y la calidad de acceso. La tecnología no es buena ni mala, pero sí tiene la posibilidad -si es bien usada- de crear productos radicalmente más inclusivos, y eso debería tender a dar mas posibilidades para que más gente triunfe. Por eso es que tenemos una misión que va mas allá del dinero, tenemos una misión social en Ualá. Y en ese sentido pensamos que un capitalismo más inclusivo nos permite crecer, desarrollar nuestras sociedades y resolver problemas de América Latina. Con la tecnología lo hacemos de forma más abierta, competitiva y mucho más inclusiva de lo que existía.

"Con vos estoy rompiendo dos reglas"

Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)
Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá. (Foto: Gentileza Ualá)

Ualá captó a inversores prominentes como George Soros, SoftBank, Goldman Sachs y Tencent. ¿Cómo convenció a esos gigantes de invertir en su startup?

La verdad es que nosotros mostramos tres cosas: el tamaño del mercado, la resiliencia de las ideas -o sea, cómo nuestras ideas pueden atacar a ese mercado- y tercero, el equipo. La gente no invierte en personas, invierte en equipos. Obviamente, cuando se habla de «unicornios» se habla mucho del emprendedor o de la emprendedora como si fuera una sola persona y creo que si hay algo que nos enseña Ualá es que acá hay un historiador que no sabe nada de tarjetas ni de banca tradicional, ni de programación. Es más, uno de nuestros inversores me dijo: «Con vos estoy rompiendo dos reglas; una es nunca inviertas en un argentino y la segunda es nunca inviertas en un fundador no técnico». Entonces, en ese contexto, yo creo mucho en que lo más importante, lo más diferencial es rodearse de un equipo que pueda ir más allá de lo que es uno. La máxima de Ualá es que cuando sos manager, y más cuando sos el CEO, tenés que contratar gente mejor que vos. Ése es el objetivo.

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