Los viajeros que utilicen el Aeropuerto Internacional de Carrasco como puerta de salida del país podrán adquirir en el área de free shop diversos cortes de carne de alta calidad con la garantía de certificación del Instituto Nacional de Carnes (INAC) y del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), lo que autoriza su ingreso a cualquier destino que se encuentre en la lista de países compradores de carnes uruguayas.
La iniciativa fue llevada adelante por El Novillo Alegre y Duty Free y está previsto que en el verano de 2006 se encuentre operativo un sistema similar en el aeropuerto de Laguna del Sauce, en Punta del Este.
Se trata de una góndola en las que se encuentran acondicionados en envases al vacío de un kilo diversos cortes de carne deshosada y madurada. Allí se puede encontrar lomo, ojo de bife, bife angosto, colita de cuadril y paleta. Una vez seleccionado el corte que se desea adquirir, este es colocado en un envase de espuma plast que contiene un gel que asegura su refrigeración por un lapso de 18 a 24 horas. Además, se le provee al comprador de la documentación necesaria que garantiza la certificación de la trazabilidad del producto por parte de INAC y del MGAP, lo que es exigido en los puertos de destino.
LOGRO. Los precios de estos cortes se encuentran en el entorno de los U$S 20.
El director del Novillo Alegre, Boris Gottesman, dijo a El País que "si Holanda puede vender quesos y el aeropuerto de San Francisco puede vender langostas, en el país de la carne tenemos que vender carne".
El empresario subrayó que de esta manera "el turista que llega al Uruguay se puede llevar un corte de carne uruguaya de alta calidad a su país de origen".
Gottesman señaló que los precios que se manejan son internacionales, puntualizando que un corte de lomo en España vale 40 euros y aquí lo estará pagando U$S 20. "Este precio contribuye a hacer atractiva la compra del producto. Si se puede llevar un perfume, también se puede llevar una colita de cuadril", dijo Gottesman.
Por su parte, el director de la división Industria Animal del MGAP, Héctor Lazaneo, dijo que se trata de una experiencia muy novedosa que se transforma en "una forma no convencional de exportación de carne y hace a la posibilidad de que el producto uruguayo salga al mundo y sea reconocido".
El jerarca precisó que las características de la carne que se vende son las habituales en cualquier corte que Uruguay exporta. Se trata de cortes de alto valor comercial que se venden con todas las garantías que rigen para cualquier planta exportadora, dijo Lazaneo.
En Argentina se lleva a cabo una experiencia similar desde hace meses y en el Aeropuerto de Ezeiza se montó una carnicería de fantasía donde se vende el producto a los turistas.