El nuevo Plan Hemisférico de Erradicación de Fiebre Aftosa que direccionará las acciones de lucha contra la enfermedad entre el 2012 y 2020, ya fue aprobado. América es el único continente que tiene un plan de trabajo para eliminarla.
De los 177 países que integran la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), 100 aún tienen problemas causados por la fiebre aftosa. Es que la enfermedad no discrimina entre naciones ricas o pobres y con el surgimiento de focos en Japón y Corea, los países más estrictos en cuanto a prevención y vigilancia, se demostró que nadie está libre de padecerla.
Por eso, en la segunda reunión extraordinaria del Comité Hemisférico de Erradicación de Fiebre Aftosa, celebrada esta semana en Rio de Janeiro (Brasil), los jefes de los servicios veterinarios de América del Sur, sumados a los de los países de América del Norte -que están libres de la enfermedad sin vacunación-, aprobaron el Segundo Plan Hemisférico de Erradicación de Fiebre Aftosa.
En ese marco, se desarrollarán nuevas acciones de lucha y prevención, a partir del año próximo, que posibilitarán llegar al 2020 con la erradicación de la enfermedad en las Américas. Hoy América es el único continente que cuenta con un plan de erradicación y la OIE quiere aplicar el modelo de lucha en otros continentes como el asiático, para frenar el avance de la enfermedad.
El Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa) será el organismo encargado del control y seguimiento del nuevo plan -la primera fase del Plan Hemisférico se aplicó con éxito entre 1988 y 2009- y tiene la posibilidad de formar un comité donde estén representados los países con su experiencia para hacer el seguimiento de las acciones.
Lo que se busca es que los países, con el más alto compromiso a nivel político, demuestren que tienen los recursos y un servicio veterinario que está estructurado para llevar adelante ese plan.
El director de los Servicios Ganaderos, Francisco Muzio, fue el delegado del Cono Sur en la reciente reunión donde se aprobó el nuevo Plan Hemisférico y entre otras cosas, destacó que "la aftosa es una limitante para que los países que la padecen puedan exportar", por eso, consideró que "todos los esfuerzos que se hagan para eliminar el virus causante de la enfermedad dentro de América, son muy importantes".
Por otra parte, aseguró que, "con este nuevo plan, Uruguay se verá muy fortalecido si trabaja para ser un país libre sin vacuna" y si apunta a prevenir el ingreso del virus causante de la enfermedad. "Hay que tener una actitud de prevención muy importante y eso no pasa sólo por la vacuna", advirtió.
US$ 730 millones
La última epidemia de fiebre aftosa en Uruguay generó pérdidas por US$ 730 millones, no sólo por cierre de mercados para la exportación de carne fresca (entre ellos los asiáticos), sino por la pérdida temporal de puestos de trabajo en la industria frigorífica. Uruguay lleva nueve años sin actividad viral y apuesta más a la prevención.