Lucía Baldomir
"¡Compre ya!", es la consigna que manejan varios operadores inmobiliarios y particulares que ofrecen su vivienda para evitar el gravamen sobre las compraventas que regirá en dos semanas con la reforma tributaria.
En los últimos fines de semana desde los avisos clasificados se llama a los potenciales compradores de viviendas a concretar los negocios antes del 1° de julio y los operadores aseguran que es "importante" la cantidad de boletos de reserva o escrituras que se han pactado desde mediados de mayo y lo que va de junio.
De hecho, sostienen que los indicadores de compraventas de inmuebles de los meses de mayo y junio revertirán la caída de las operaciones en los meses anteriores.
El índice de cantidad de compraventas registradas en el trimestre móvil febrero-abril cayó 9,64% en comparación con los tres meses anteriores (enero-marzo), según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.
En el trimestre febrero-abril el índice del precio del metro cuadrado en pesos cayó 0,22% y en dólares aumentó 0,33%.
"Todo el mundo está concretando o intentando cerrar compromisos de compraventa tanto de viviendas nuevas como usadas, especialmente en aquellas por encima de los U$S 100.000", sostuvo a El País el ex presidente de la Cámara Inmobiliaria, Roberto Pedregosa.
"Muchos de los boletos de reserva establecieron como condición la firma antes del 30 de junio para ahorrarse el costo de la reforma tributaria", agregó Edgardo Sengie de ACSA. Según el operador, desde los últimos días de mayo -cuando se lanzó la campaña informativa de la reforma- se incrementó la cantidad de unidades vendidas de "forma significativa" bajo el influjo del costo que implicará concretar la misma operación una vez en vigencia la reforma tributaria.
El empresario inmobiliario Julio Villamide fue más cauto. Si bien reconoció que se están dando más operaciones no cree que éstas sean "dentro del mercado". Lo que se está produciendo es un "reajuste de la situación patrimonial" de algunas personas, dijo a El País. "Ante el nuevo régimen impositivo hay varias personas que estratégicamente están pasando bienes a nombre de parientes, lo que genera un aumento de operaciones pero no quiere decir que aumenten las compraventas", sostuvo.
Los operadores inmobiliarios coinciden en que concretar la compraventa antes del 1° de julio "agilita" la operación y "ahorra papeleo y dinero".
Si bien actualmente se observa un incremento en las operaciones, según Pedregosa, "no sabemos qué se puede esperar después del 1° de julio". La mayoría de los operadores consideran que las compraventas disminuirán.
IMPACTO. Actualmente las compraventas de inmuebles ya sean nuevos están gravadas sólo por el Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales. Sin embargo, a partir del 1° de julio en el caso de las viviendas nuevas pasarán a estar gravadas con el 10% de IVA por la primera enajenación.
En el caso de las usadas, quienes vendan deberán pagar una tasa de 12% sobre la diferencia entre el valor en que compraron la vivienda y el que vendieron la misma (la ganancia patrimonial).
En estos casos para las viviendas que fueron adquiridas antes del 1° de julio se podrá tomar un ficto de 15%, al que se aplicará la tasa de 12% que se calcula que derivará en el pago del 1,8% del precio de venta, dijeron los operadores.
Pero si la operación de compra y posterior venta se da luego de entrada en vigencia la reforma tributaria no existirá la posibilidad de optar por el ficto.
En ambos casos quien deberá pagar será el vendedor. Pero los operadores no se ponen de acuerdo sobre cómo impactará.
Para Pedregosa se producirá un incremento en los precios en "varias tandas" para "absorber" lo que se deberá pagar.
Por el contrario, según Villamide, "no habrá mayores diferencias" en el caso de las viviendas nuevas porque en aquellas unidades de U$S 1.100 el metro cuadrado, el IVA compra será compensado con el IVA venta. "Sólo en los valores superiores a los U$S 1.500 el metro cuadrado pueden darse incrementos inferiores a 10%".
Para las compraventas que deberán tributar por la diferencia en valores de compra y de venta, según Villamide, el impacto no será importante en tanto se tomará como referencia los precios en pesos ajustados por inflación y, si bien en dólares los valores han aumentado, "en moneda nacional constante no (...) Los valores en los últimos 30 años en pesos constantes no han subido, por lo que salvo casos puntuales que hayan comprado en los últimos tiempos, no va a haber cambios".
El subsecretario de Economía, Mario Bergara, sostuvo el viernes que "difícilmente" se puede atribuir al cambio tributario que se producirá a partir del 1° de julio "las variaciones de los precios de los alquileres en el último año".
En abril los precios de contratos nuevos de alquiler aumentaron 8,6% respecto del mismo mes del año pasado, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.
Según varios operadores del mercado consultados por El País, la revaluación de los alquileres alcanza al 20% desde el año pasado y en algunos casos los aumentos superan el 100%.
Para los agentes inmobiliarios la suba se da no sólo por el ajuste de los valores de las viviendas que se habían reducido durante la crisis, sino por el colchón que buscan hacerse los propietarios para enfrentar el 12% que deberán pagar por las rentas de alquiler una vez que comience a regir la reforma tributaria.
Fuentes del gobierno admitieron que los alquileres que se acuerden después del 1° de julio pueden incorporar una suba de hasta 9% por efecto del pago del nuevo impuesto a la renta.