Al paquete de regulaciones sobre manejo de riesgo crediticio que entrará en vigencia en 2006 se suma el trabajo extra que tendrán los bancos a partir de las próximas semanas para mejorar la calidad de sus carteras de préstamos.
A partir de febrero los bancos contarán con más información sobre la situación del segmento de préstamos al consumo del sistema financiero, lo que podría redundar en una mayor disposición de las entidades a mover el dinero canalizándolo hacia el crédito.
También desde el mes próximo las entidades empezarán a recibir información de los clientes que mantienen deudas con los fondos de liquidación de los bancos quebrados y tendrán que buscar la manera de que se pongan al día con ellos para no tener que castigar sus cuentas y tomar más previsiones.
En el primer caso se bajará gradualmente el monto de los préstamos vigentes cuyos datos deben enviar los bancos para la Central de Riesgos del BCU.
A partir de febrero se pasará a informar los créditos inferiores al 0,1% de la Responsabilidad Patrimonial Básica (RPB) de las instituciones, en el entorno de U$S 9 mil. Ese proceso irá hasta que en junio se deban informar las operaciones inferiores a 0,025% de la RPB, cerca de U$S 2.300.
De esta forma los bancos tendrán información de cuál es la situación dentro del sistema de la persona que le solicite un préstamo en un segmento ligado al financiamiento del consumo y de compra de automóviles, algo con lo que hasta ahora no contaban.
Asimismo desde febrero la superintendencia de bancos entregará información a las entidades sobre la nómina de deudores de los fondos de liquidación.
Por la llamada "norma de arrastre" los bancos que tienen un cliente al día pero que tiene atraso en los pagos en otro, deben bajarlo de categoría y realizar mayores previsiones sobre el crédito. Hasta ahora la norma no regía para los deudores de los fondos de liquidación lo que entrará en vigencia a partir de junio.