Redacción El País
La panadería La Vienesa confirmó su reestructuración por $ 20 millones que serán destinados a la incorporación de nuevas líneas de negocio, lo que implicaría un fortalecimiento de lasventas onliney la implementación de un nuevo sistema de software, según informó a El País el dueño de la empresa, Alejandro Aguerre. “Es una reestructuración intensa y específica”, señaló y aseguró que se trata de un plan de “altísima credibilidad y con fondos de alta calificación”.
Por su parte, el presidente de la Mesa Coordinadora del Pan y Afines, Luis Echevarría, sostuvo que en los próximos días, la agrupación participará de una reunión bipartita con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para plantear los pasos a seguir sobre la reestructura y otras inquietudes del sindicato.
Según Aguerre, la incorporación de un nuevo software no requeriría una inversión extra, sino que se buscará impulsar las herramientas ya aplicadas a través de un mayor uso de Inteligencia Artificial (IA). “Con eso se potenciaría mucho la caja recaudada y las ventas”, dijo.
Por otra parte,consultado sobre la continuidad de la reestructuración y la posibilidad de una posterior venta de la firma, Aguerre sostuvo que “no se está evaluando ese escenario” y que su visión a futuro es “optimista”.
Situación del personal
En un primer comunicado emitido el pasado 14 de abril por parte de la Mesa Coordinadora del Pan, el presunto cierre afectaría alrededor de unos 90 trabajadores de las ocho sucursales de La Vienesa. Sin embargo, el dueño desmintió esta versión y aclaró que la panadería “no planea cerrar sus puertas” a pesar de “enfrenta situaciones complejas y coyunturales, como seguramente le puede pasar a varias empresas en nuestro país, que han impedido estar al día en el pago de ciertas obligaciones laborales”, emitió en un comunicado.
“Creemos en la reestructuración”, dijo Echevarría y sostuvo que no afectaría al personal de la panadería. En ese sentido, Aguerre señaló que el nuevo plan implicaría adecuar el horario de trabajo en algunos de sus locales ubicados en Montevideo y otra parte estaría destinada a cubrir sueldos y materia prima.
En relación a los locales, el dueño de la panadería aclaró que cuando se concrete el financiamiento, tiene previsto cerrar durante algunos días la casa central ubicada en las calles Avenida Rivera y Avenida Luis Ponce con el objetivo de rediseñar los procesos de elaboración y reacondicionar la fábrica. A propósito de este eventual cierre temporal, Aguerre señaló que el objetivo es elaborar suficiente mercadería para no generar pérdidas y agregó que la intención es conservar todo el personal actual.

El mes pasado, Aguerre había indicado a El País que los días posteriores a la polémica desatada por el presunto cierre de la empresa, recibió la renuncia de tres trabajadores. De hecho, explicó que el turno vespertino de uno de los locales del barrio Pocitos no contaba con personal de atención al público.
En ese sentido, señaló que no se registraron más renuncias, aunque agregó que cuatro trabajadores se encuentran en seguro de paro rotativo. Además, aseguró que parte de la intención de la reestructuración es “sostener los mandos medios” y agregó que todo el personal fue informado a propósito de la reestructuración en reuniones grupales concretadas durante los últimos días.
Por otra parte, el empresario resaltó la importancia de la capacitación, para la cual espera mantener contacto con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y de esta manera, formular planes para una mayor profesionalización de los empleados.
Financiamiento
Si bien la empresa aún no cuenta con un financiamiento concreto, el dueño de la panadería indicó que el monto total de la reestructuración se repagaría entre 36 y 48 meses y estaría destinado a capital de trabajo, sueldos y materia prima.
Aguerre y Echevarría coincidieron en que se trata de una situación “compleja” que requiere de un trabajo en conjunto y agregaron que se elaboró un “plan detallado y específico” para llevar adelante la reestructuración.
La deuda total de La Vienesa alcanza los $ 15 millones; $ 450.000 a trabajadores y el resto por pago a proveedores. Según sostuvo Aguerre, la deuda a proveedores se debe a cheques diferidos y en particular, las pérdidas registradas en su local más nuevo inaugurado en 2023 en la esquina de Jackson y Constituyente.

Hasta ese momento, la empresa debía alrededor de $ 7 millones por pago a proveedores y una vez que comenzó a funcionar el local del barrio Cordón, se le agregaron otros $ 7 millones más “que se perdieron indirectamente” en 2024, según Aguerre, debido a que las ganancias no fueron las esperadas.
Uno de los instrumentos mencionados por el dueño para abordar esta situación fue el Acuerdo Privado de Reestructuración (APR) que hasta el mes pasado había conseguido la firma de cinco acreedores. Sin embargo, si se consigue el financiamiento necesario para la nueva reestructuración, este instrumento quedaría sin efecto.
El pasado 28 de abril, se concretó una reunión tripartita en la que se abonó la deuda a los trabajadores y se presentaron los números globales de la empresa. Según sostuvo Aguerre, se aguarda la confirmación del financiamiento para la reestructuración.