Preocupa a Free shops plan de Brasil

Frontera. Proyecto de ley habilitaría a instalar tiendas sin impuestos en ciudades gemelas

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MARCELA DOBAL

Con ventas por US$ 364 millones en 2011 y varias firmas internacionales interesadas en el sector, los free shops de frontera están preocupados por un proyecto de ley en Brasil que prevé instalar puntos de venta sin impuestos en ciudades gemelas.

Ese proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados del país vecino en marzo y se prevé que sea sancionado por el Senado este mes con el fin de que la presidenta, Dilma Rousseff, lo promulgue antes de fin de año, informó a El País el gerente de la Cámara de Empresarios de Free Shops del Uruguay, Alejandro Niski.

Por la baja actividad del comercio del lado brasileño, legisladores del partido de gobierno apoyan un proyecto que busca extender el régimen aduanero propio de las zonas primarias de puerto y aeropuertos para ventas en viajes internacionales con llegada, salida o tránsito de Brasil.

Allí se establece que "podrá ser autorizada la instalación de tiendas francas para la venta de mercadería nacional o extranjera" en "ciudades gemelas de ciudades extranjeras en la línea de frontera de Brasil a criterio de la autoridad competente".

El texto deja librado a la reglamentación qué mercaderías podrán comercializarse. Tampoco está claro de qué impuestos se liberaría la mercadería, pero el asesor de la Cámara de Free Shops, Carlos Loaiza, señaló a El País que posiblemente se trate de un sistema de "devolución".

Niski advirtió sobre las "nocivas consecuencias" que el proyecto podría provocar a los free shops de Uruguay. Inicialmente, el texto pretendía vender a todo tipo de personas y en toda la frontera, pero la Comisión de Finanzas y Tributación de Diputados lo acotó a extranjeros y a ciudades gemelas. Así "no representaría una competencia directa para Uruguay, pero sí una competencia leal", porque se trata de "otro comercio que se abre", dijo Niski. "De otra forma, sería catastrófico", añadió.

Pero la preocupación de la Cámara es que en los hechos se venda también a brasileños o que el proyecto vuelva a cambiar, afirmó Loaiza. "Es la regla del riesgo: aunque las probabilidades puedan ser consideradas bajas, el daño es tan grande que hay que prestarle atención", afirmó el abogado. El sector registró mercadería en tránsito en los Depósitos Fiscales Únicos para comercializar en la frontera con Brasil por US$ 364,2 millones en 2011, un 19,3% más que el año anterior, informó Niski.

Además, los free shops de frontera contribuyen con los ingresos del Estado. Es que si bien los productos no ingresan al país y no pagan impuestos de importación, para retirarlos de la zona franca los free shops pagan un canon que en términos generales ronda 12,5% del valor de la mercadería. Esos pagos representan el 8% de la recaudación de Aduanas, de acuerdo a un informe del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve). También efectúan pagos de impuestos internos que representan cerca de un 0,2% de la recaudación de Impositiva, según Cinve.

A su vez, el sector es cada vez más atractivo para empresas internacionales. Además de las cadenas Neutral y DFA, hay dos instalándose a lo largo de la frontera actualmente: Wisa y Saint Honoré. "Hay algunas más que están en proceso de due diligence" (auditoría de compraventa), informó Niski. Para ingresar al mercado, esas corporaciones debieron adquirir empresas ya establecidas con cierta trayectoria en el mercado.

Por tanto, los últimos meses la Cámara estableció contactos con los ministros de Economía y Relaciones Exteriores así como con el prosecretario de Presidencia de la República, Diego Cánepa. Según Loaiza, "el gobierno no ha sido omiso y lo incorporó el tema en la agenda bilateral con Brasil".

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