La comisión argentino-uruguaya que analiza la instalación de las plantas de celulosa de Botnia y ENCE en Río Negro se reunió ayer en Buenos Aires y acordó un cronograma de reuniones para a más tardar el 30 de enero de 2006 tener pronto un informe.
Asimismo los argentinos entregaron cuatro documentos a la delegación uruguaya con recomendaciones y objeciones y argumentaron, en base a un trabajo del Banco Mundial, los efectos de la utilización del proceso denominado "kraft" que se pretende utilizar en las plantas de celulosa que se instalarán en Río Negro.
Allí expresaron que dicho proceso produce "emisiones con elevado nivel de mal olor" además de descargas de aguas residuales con altos contenidos químicos.
De los encuentros participaron, por el lado uruguayo, el director de Asuntos Políticos de la Cancillería uruguaya, Bruno Faraone, el subsecretario de Industria, Martín Ponce de León y el embajador en Argentina, Francisco Bustillo.
Por el lado argentino estuvieron el embajador en Uruguay, Hernán Patiño Meyer, el subsecretario de Medio Ambiente de la Cancillería, Raúl Estrada Oyuela y diversos funcionarios técnicos.
La delegación uruguaya también recibió un resumen de "la normativa internacional aplicable" para preservar el medio ambiente, según expresa el comunicado de la Cancillería.
Asimismo, los argentinos entregaron un compilado de las normativas internacionales de manejo de los recursos compartidos con otros países, dado que, según fuentes de la Cancillería del país vecino, "Uruguay no tuvo en cuenta los tratados que regulan los compromisos entre ambos países".
También dieron un documento con las exigencias de la Unión Europea para con estos emprendimientos y un cuestionario con inquietudes referentes a los permisos otorgados por el gobierno uruguayo y a los procedimientos de la Dirección Nacional de Medio Ambiente.
Existe la percepción entre los argentinos que Uruguay no realizó las mediciones de acuerdo a las técnicas comúnmente utilizadas en dichos estudios y que en muchos casos se "aceptó lo que decían las empresas sin cuestionarlas", según confiaron fuentes del gobierno de la vecina orilla.
En tanto, Uruguay entregó material informativo relativo al proyecto de construcción de la papelera por la empresa finlandesa Botnia.
En paralelo, la delegación de Argentina presentó los datos que posee sobre los planes de la española Empresa Nacional de Celulosa (ENCE) con el fin de que la parte uruguaya "verifique que es fidedigna y que está completa", según dice el comunicado de la Cancillería.
Las autoridades uruguayas tienen pendiente la presentación de un "balance de masa y diagrama de flujos", según fuentes argentinas, que refiere a los volúmenes de materia prima que moverán las plantas. Asimismo quedaron para una próxima instancia en contestar al detalle cómo se descargarán las aguas al río Uruguay.
La comisión acordó volver a reunirse el 31 de agosto en Montevideo y tener otras seis reuniones más antes de que finalice el plazo para entregar el informe final.