Una “respuesta” a la vieja y ya consolidada discusión sobre que “Uruguay es caro”, que permanece en espera desde algunos años, podría avanzar en 2024 ya que “ha llegado el tiempo”: liberalizar importaciones y habilitar medidas “específicas” para la frontera.
En el marco de una convocatoria realizada por el Banco Central (BCU) para analizar el nivel de precios en Uruguay, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) y la consultora CPA Ferrere, presentaron informes que apuntaron a desvíos a la Ley de Único Precio (una teoría económica) sobre todo en productos importados, y en los precios de frutas y verduras, respectivamente.
Tras ser consultadas por El País, varias cámaras empresariales apuntaron a que los precios altos se deben a los costos del Estado, traducidos en impuestos, tasas y precios, la determinación de los salarios, la falta de competencia en proveedores e importadores, entre otros.
En 2021, el senador del Partido Nacional, Sergio Botana, había presentado un proyecto de ley que comprendía modificaciones tributarias y la microimportación.
Si bien en estos años aún no encontró luz verde, a pesar de ser un año electoral, el senador dijo a El País que espera que se avance, al menos liberando la importación de los productos “más escandalosos” y la habilitación de medidas “específicas” para la frontera, para que se puedan utilizar “cuando se necesite”.
Según señaló, el proyecto es una “respuesta” a que “Uruguay es caro”. Asimismo, afirmó que “ha llegado el tiempo” para poder avanzar con esta iniciativa.
En esta línea, sostuvo que hubo factores que dificultaron que esto sucediera, como la guerra en Europa y su impacto en la cadena de suministros, generando “escasez” y suba de precios. “Después tuvimos todo el período de combate a la inflación, elevando las tasas de interés por parte del BCU. Ahí hubo todo un período en el cual, capaz que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) entendió que había que hacer ese otro tipo de cosas para controlar la estabilidad de los precios”, agregó.
Al habilitar las microimportaciones se esperaría que aumente la competitividad entre los actores, produciendo una baja en los precios y, de este modo, colaboraría con el “combate” a la inflación. Sin embargo, Botana señaló que, aunque esa “es la idea”, existía la “duda” de si la baja inflacionaria sería permanente de “una sola vez”.
“Creo que baja de modo permanente, de que achata la inflación. Ellos (MEF) estaban jugados en otro momento a la tasa de interés”, afirmó.
Dentro de la propuesta, se encuentra la posibilidad de importar productos que no estuviesen “expresamente prohibidos”, productos que la industria nacional quiere proteger y algunos vinculados a la producción primaria, que puedan implicar pérdida de productores o que puedan tener distintos riesgos fitosanitarios.
La cantidad permitida para la importación, según explicó el senador, sería de acuerdo al promedio mensual del número de trabajadores inscriptos en el Banco de Previsión Social (BPS) del año anterior, buscando promover el empleo. A su vez, explicó que los volúmenes habilitados a importar estarían pensados para “abastecer departamentos de frontera” y para que haya “poca tentación de generar procesos de contrabando interno”.
Sobre la posibilidad de importar frutas y verduras, señaló que en el proyecto se dejó “libre” al Poder Ejecutivo de decidir los bienes a importar, aunque entiende que esos no deberían ser productos habilitados para la microimportación, para no “poner en riesgo a los productores”. No obstante, afirmó que se requieren cambios, porque en los sistemas de comercialización de frutas y verduras en Uruguay se concentran en seis departamentos (Salto, Canelones, Montevideo, Paysandú, Florida y San José).
En esta línea, sostuvo que una iniciativa a analizar es la creación de centros de acopio y distribución en los demás departamentos. Sobre las críticas a los altos costos del Estado como razón de los niveles elevados de los precios, sostuvo que la presión fiscal bajó en esta administración de gobierno.
Según el senador, “lo que hay por parte de algunos importadores es abuso de márgenes”, en donde un mismo producto que proviene del mismo origen y paga impuestos en Brasil, recorriendo la vía minorista, llega a la frontera a $ 30; en Uruguay, que recorre la vía mayorista y cuenta con beneficios impositivos, llegue a $ 120. “Ese tipo de cosas hay que combatirlas en un país”, sostuvo.
Por este motivo, dijo que para este año espera un “avance fuerte”, concentrado en los productos “más escandalosos”, como la pasta de dientes, los jabones, entre otros, liberando su importación para todo el país.
A su vez, respecto específicamente a la frontera, agregó que, “ahora que no tenemos riesgo con los vecinos de tener lío para adoptar algún tipo de política, es buen momento para instrumentar algún tipo de medida y dejarla pronta para cuando se necesite”.
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