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La inflación en Uruguay se modera, pero genera problemas en el mundo, y el gobierno toma medida

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La inflación cerró 2018 en 7,96% y continuó casi un punto por fuera del rango meta. Foto: F. Ponzetto

IPC

En los 12 meses cerrados a septiembre la suba de precios se moderó levemente, aunque sigue fuera de la meta oficial.

En septiembre, el Índice de Precios del Consumo (IPC) tuvo un alza de 0,46% informó el Instituto Nacional de Estadística. Con ello, la inflación en los últimos 12 meses pasó de 7,59% (a agosto) a 7,41% (a septiembre). La meta del gobierno es que ubique entre 3% y 7%. En el acumulado de nueve meses del año, la inflación es de 6,69%.

En el IPC de septiembre (0,46%) “hubo incidencia mixta de volátiles, con alzas de frutas y carnes, baja de verduras y estabilidad en promedio de combustibles. El núcleo inflacionario (que excluye a los precios volátiles) se moderó levemente al entorno de 0,55% mensual (7,7% en últimos 12 meses)”, señaló el economista Aldo Lema en su cuenta de Twitter.

El Banco Central evaluó en la tarde de este martes que “las expectativas de inflación continúan su convergencia al objetivo de inflación, aunque todavía fuera del rango. Para el horizonte de política monetaria (24 meses) han mostrado un leve descenso a 6,9%”.

En ese sentido, el Comité de Política Monetaria del BCU reunido esta tarde “entiende necesario afianzar el proceso de reducción de las expectativas de inflación, en un escenario de recuperación incipiente y por tanto continuando con la gradual salida de la fase más expansiva de la política monetaria”, indicó un comunicado de la autoridad monetaria hace minutos.

En línea con ello, el directorio del BCU resolvió “incrementar la tasa de política monetaria en 25 puntos básicos hasta 5,25%”. Con la tasa, el BCU busca moderar las presiones al alza por el lado de la demanda. Al subir la tasa, la teoría indica que se encarece el precio del dinero (vía crédito en pesos) y se hace más atractivo el ahorro que el consumo.

A nivel global, la inflación empieza a afectar la recuperación de la economía tras el impacto de la pandemia del COVID-19.

El repunte económico mundial tras el impacto del covid-19 se verá obstaculizado este año, en un contexto de subidas de precios, alto endeudamiento y recuperaciones divergentes entre naciones ricas y pobres, advirtió el martes la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

"Nos enfrentamos a una recuperación mundial que sigue 'rengueando' por la pandemia y su impacto. No podemos avanzar adecuadamente. ¡Es como caminar con piedras en los zapatos!", aseguró Georgieva, al participar virtualmente desde Washington en un foro en la Universidad Bocconi en Milán.

Originalmente, la jefa del FMI tenía previsto viajar a Italia para este discurso. Consultado por la AFP, su portavoz no especificó por el momento por qué se canceló este viaje.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revelará nuevas previsiones de crecimiento la próxima semana, pero Georgieva alertó que, tras la previsión de 6% de expansión para 2021 anticipada en julio, ahora se espera que el crecimiento "se moderará levemente este año".

"Las piedras en nuestros zapatos se han vuelto más dolorosas", afirmó al señalar "riesgos y obstáculos más pronunciados", que incluyen una divergencia cada vez mayor entre países ricos y países pobres en las trayectorias de recuperación tras el golpe de la pandemia.

"Se proyecta que la producción en las economías avanzadas regrese a las tendencias prepandémicas para el 2022. Pero la mayoría de los países emergentes y en desarrollo tardarán muchos años más en recuperarse", alertó Georgieva.

"Esta recuperación retrasada hará que sea aún más difícil evitar las cicatrices económicas a largo plazo, incluidas las pérdidas de empleo, que afectan especialmente a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores informales", indicó.

En su discurso el martes, la jefa del FMI destacó que la recuperación global corre el riesgo de desviarse.

Dijo que Estados Unidos y China, las dos mayores potencias mundiales, siguen impulsando el crecimiento. Y algunas economías avanzadas, entre ellas las europeas, siguen ganando fuerza.

"Por el contrario, en muchos otros países, el crecimiento continúa empeorando, obstaculizado por un escaso acceso a las vacunas y una respuesta política limitada, especialmente en algunas naciones de bajos ingresos", explicó Georgieva, y agregó que este fenómeno "se está volviendo más persistente".

Una de las razones de este comportamiento de la economía es la inflación, que se ha disparado en todo el mundo.

Los precios de los alimentos aumentaron un 30% el año pasado, y los precios de la energía también aumentaron, dijo Georgieva.

El Fondo espera que las alzas disminuyan el próximo año, pero continuarán en las economías emergentes y en desarrollo, señaló.

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