SECTOR AUTOMOTRIZ
Pese al retiro de la firma china, el sector automotriz y autopartista afirman que la industria repuntó en 2021. Desde el gobierno destacan que se está por inaugurar línea de montaje de Ford en Nordex.
Tres años después de la detención de las operaciones de la firma china, Lifan Motors en su planta de producción y ensamblado en San José, finalmente la compañía anunció el cierre definitivo de la fábrica en Uruguay. En los próximos días continuará negociando el despido de los 66 trabajadores que seguían en seguro de paro a la espera de la reactivación.
El descenso en la economía de Brasil había llevado a que en junio de 2018 Lifan frenara la operativa, y en 2019 la compañía confiaba enlograr un acuerdo —con otra firma automotriz china— que pusiera a la planta nuevamente en marcha, pero finalmente no se concretó.
En ese entonces el presidente de la firma en Uruguay, Kevin Liu Jin, había descartado que la producción se retomara en 2019 pero sí esperaba poder hacerlo en 2020, siempre y cuando el mercado brasileño mejorara. Sin embargo, la irrupción de la pandemia del COVID- 19 trastocó los planes y agravó la situación.
Desde 2018, unos 125 trabajadores de Lifan fueron a seguro de paro, de los cuales 60 se retiraron “voluntariamente” de la empresa, según contó a El País el representante de San José de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra), Ruben Villafán quien además especificó que el retiro de la compañía de Uruguay se debe a que es “más conveniente enviar autos armados de China para Argentina o Brasil” que armarlos en Uruguay.
En el caso de los trabajadores, según Villafán, había “un 50% de expectativas de que (Lifan) cerrara y otro 50% de volver”.
El anuncio del retiro de Lifan no tomó por sorpresa a los trabajadores ni tampoco a la industria automotriz.
“Hacía un tiempo que Lifan no producía, no nos llamó la atención porque si no producís y tenés la planta parada no te dan los números, es inevitable”, indicó a El País el gerente de marketing de Peugeot en Uruguay, José Luis Donagaray.
En el caso de los trabajadores, según dijo Villafán, había “un 50% de expectativas de que cerrara y otro 50% de volver”.
INDUSTRIA. Pese a la situación de Lifan, tanto desde la industria automotriz como del sector de autopartes —rubros directamente vinculados— entienden que hay un repunte en el mercado tras el golpe de la pandemia. No obstante, afirmaron que hay un doble desafío.
“Al mercado lo vemos bien, hay demanda y movimiento, pero hay dos problemas que estamos sufriendo todas las marcas a nivel mundial que son el faltante de piezas sobre todo de los semiconductores (chips) y los costos logísticos. Son las dos pandemias que vinieron pos COVID-19”, indicó Donagaray.
En relación a la situación económica regional, el jerarca dijo que la realidad argentina y brasileña “también impacta” pero remarcó que la crisis y el principal problema del sector hoy (la falta de piezas) “no es regional sino mundial”.
En este sentido, agregó: “hemos tenido plantas en Brasil cerradas durante meses, abren y cierran en la medida que consiguen (semiconductores), hoy el abastecimiento es un problema”, dijo.
Desde el mercado, Donagaray señaló que las perspectivas para 2022 son similares a las de este año y esperan cerrar con cerca de 49.000 autos vendidos, una cifra que refleja una mejora en comparación con los niveles pre pandemia.
Actualmente “hay un repunte interesante de producción” en la industria, afirmó Giráldez.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Cámara de Autopartes, Sebastián Giráldez contó a El País que la situación que vivió la industria el año pasado por la pandemia “fue totalmente inédita” porque llevó al cese de la actividad. No obstante, celebró que el sector en Uruguay “pudo mantener casi la totalidad de la plantilla” laboral.
De acuerdo con Giráldez, actualmente “hay un repunte interesante de producción” pero explicó que hay una crisis mundial que atraviesan los sectores autopartista y automotriz que “no es de demanda pero sí de oferta”. En la misma línea que Donagaray, el secretario dijo que los problemas de la industria hoy tienen que ver con el abastecimiento y las trabas logísticas, que no permiten atender la demanda actual.
“Hay capacidad ociosa en Uruguay y en la región, estamos en un momento de pelear por traer las inversiones a nuestro país.
Este es un sector demandante de mano de obra de calidad y tenemos la posibilidad de aumentarla en el corto y mediano plazo”, indicó Giráldez y contó que si bien trabajan junto al Ministerio de Industria (MIEM) y el de Economía (MEF), afirmó que “aún nos falta terminar de articular con el gobierno un paquete de medidas que nos termine de hacer atractivos en la región”.
Desde la órbita sindical, Villafán dijo que la situación actual del sector automotriz “es preocupante” porque ven “muy pocas señales de inversión” en la industria.
Sin embargo, fuentes del MIEM dijeron a El País que “en unos días se va a inaugurar la línea de montaje de Ford en Nordex” y aclararon que la planta de Lifan “está cerrada incluso desde antes de que asuma el actual gobierno”. Si bien desde el Ejecutivo entienden que “la pandemia comprometió más el negocio”, la compañía china “ya venía con problemas de antes”.