La exprimera ministra de Dinamarca Helle Thorning-Schmidt, una figura influyente a nivel mundial, afirmó que, cuando su país asuma la presidencia de la Unión Europea (UE)en el segundo semestre de este año, la posición de su gobierno será “colocar a América Latina en la palestra” —afirmó— y que “el acuerdo UE-Mercosur sea una realidad”.
Thorning-Schmidt es conocida como una “verdadera globalista”, ha defendido una agenda de empoderamiento de la mujer y otros temas de género, así como sobre los derechos de los migrantes, —algo que “está fuera de moda en Washington este momento”, comentó Michael Stott, editor para América y el Caribe de Financial Times.
Actualmente, la líder progresista de Dinamarca co-preside la Junta de Vigilancia de Meta (la mega empresa de Zuckerberg), además de estar al frente de temas de fintechs, energías eólicas y llevar su voz a la esfera internacional, al participar en el foro económico de Davos, entre otros eventos de liderazgo mundial.
Sus declaraciones sobre esta región y el acuerdo UE-Mercosur fueron dadas en una entrevista que Stott le realizó en el Foro Económico, organizado por la CAF-Banco de Desarrollo de América y el Caribe, en Panamá, en el que El País estuvo presente.
La exministra reconoció que el acuerdo UE-Mercosur enfrenta muchos problemas, como la oposición de Francia y de algunos otros países, pero consideró que “ésta es la época para lograr ese cometido”, como forma, en parte, de contrarrestar la política proteccionista del presidente de EE.UU., Donald Trump.
A su entender, que EE.UU. esté retirándose de la globalización, no significa que lo haga el resto del mundo. “Si bien los aranceles son pasos que nos alejan de la globalización, la retirada de EE.UU. genera un vacío que supone una oportunidad para que otros países sí avances para crear otros acuerdos”, afirmó.
“En la primera presidencia de Trump (cuando también relució su posición proteccionista), la UE tuvo una cantidad de acuerdos comerciales sin precedentes en la historia”, recordó, mostrando la paradoja comercial mundial. Este impulso surgió como respuesta a lo que estaba ocurriendo en EE.UU., fundamentó.

“Si los americanos quieren retirarse y dejar un vacío en este momento (en el multilateralismo), deberíamos aprovechar esos espacios y llenarlos con colaboración y comercio entre América Latina y la UE. Y así sumar a la globalización, en vez de restarle”, apuntó.
“Trump fue la mejor ‘comisión de comercio’ que tuvimos en la UE durante su primera administración en EE.UU. —ironizó—, porque sin quererlo nos ayudó a los europeos a levantarnos y generar más nuevos acuerdos. Y siento que va a ocurrir eso ahora también”, prosiguió.
“Tenemos el acuerdo con el Mercosur que se está moviendo y le llegó su momento, por lo que lo está ocurriendo con Trump. Ese vacío de EE.UU. en la globalización, debe ayudarnos a cerrar acuerdos”, insistió.
‘Make UE great again’
Thorning-Schmidt destacó que, al provenir de la centro-izquierda europea, discrepa con las ideas de Trump, pero que respeta al movimiento conservador de EE.UU. —“por lo que ha hecho por el país históricamente”, dijo— y porque existe una parte del partido conservador que gusta del multilateralismo. “Espero que esta administración encuentre ese norte”, afirmó.
En esa línea, consideró que Europa debería retomar su liderazgo mundial. “Make European Union great again” (“Hagamos grande a UE otra vez”), dijo parafraseando el lema de Trump sobre EE.UU., con lo que se ganó un sostenido aplauso del público, en su mayoría autoridades gubernamentales y empresarios de América Latina y el Caribe.
Thorning-Schmidt contó que la UE está revisándose a sí misma, basándose en gran parte en un informe de Mario Draghi —expresidente del Banco Central Europeo, considerado una de las “grandes mentes económicas” europeas—, quien concluyó que Europa ya no es competitiva, ni productiva, que no tiene un mercado de capitales fuerte, que su mercado digital es insuficiente y que no está a la vanguardia de la innovación.

Sin duda, se trata de un informe decepcionante (presentado en septiembre de 2024), pero —al decir de la exprimera ministra— “también un llamado a despertar, para Europa”.
Hoy en día, la Comisión Europea (CE) está trabajando en una hoja de ruta para aumentar la competitividad de la UE. Y una de los aspectos que revisa son sus regulaciones, abriéndose el escenario de que pueda llegar a desregular un poco algunos asuntos, para facilitar los negocios.
“Si queremos ser una economía de mercado social, hay que ir calibrando y determinar cuánta regulación es suficiente o excesiva, para que no tranque el funcionamiento total del mercado”, dijo, en relación sobre todo a las pequeñas y medianas empresas (pymes) europeas y de cara a los acuerdos comerciales de la UE con el resto del mundo.
Cabe mencionar que la exprimera ministra habló sobre la visión expansionista de EE.UU. y defendió a Groenlandia como parte del reino de Dinamarca.
“Las pequeñas naciones deben pararse firme para asegurar que todos entiendan que el mundo está cimentado en reglas y regulaciones, en tratados que hay que respetar”, propuso.
China y los derechos humanos
Thorning-Schmidt consideró que se puede difundir el respeto por los derechos humanos mediante el comercio.
“Los acuerdos con la UE tienen cláusulas que elevan los derechos laborales, los derechos ambientales y otros derechos más”, dijo como respuesta a una pregunta del editor del Financial Times, Michael Stott, quien le pidió opinión sobre si es “correcto” empoderar a una dictadura como China firmando acuerdos comerciales.
“La UE toma precaución con China, pero no se desvincula”, agregó a su respuesta.
Pasos de Meta para la verificación de contenidos
Helle Thorning-Schmidt, co-preside la Junta de Vigilancia de Meta (que reúne a Threads, Instagram y Facebook), empresa que está mucho en la discusión pública últimamente ante la posibilidad de que deje de verificar la información que se difunde por sus redes sociales.
Consultada al respecto, la exministra aclaró que “Meta ha dicho que tomará nuestra postura de que hay que seguir verificando los hechos. Siempre ha cumplido con nuestra decisiones. Les damos recomendaciones y son bastante buenos obedeciéndolas”.
Hay que acotar que la Junta de Vigilancia de Meta es un organismo cuasi independiente. Cobró relevancia pública cuando hace un par de años determinó que el sistema interno de Facebook, que eximía a usuarios de alto perfil como el ahora presidente Donald Trump, requería una “reforma exhaustiva”.
Esto surgió a partir de que el diario Wall Street Journal informara que muchos usuarios de elite cometían abusos al publicar material que en el caso de gente común merecían castigo por acoso, incitación a la violencia u otros delitos.
En esta ocasión, lo que está en el tapete es si las verificaciones de información u otro tipo de revisión de contenidos en las redes son o no limitaciones a la libertad de expresión, y hasta dónde llega la responsabilidad empresarial de las plataformas.
Thorning-Schmidt dijo que, si bien hubo “mucho ruido” con este tema, Meta seguirá con la verificación de hechos, aunque no estaba satisfecha con el sistema que hoy en día tiene, especialmente en EE.UU.
“Por eso, está evaluando el sistema de X, que se basa en aportes comunitarios. Es lo que implementará en EE.UU. y luego desplegará en el resto del mundo”, afirmó.
“Todos respaldamos la libertad de expresión, pero entre mi libertad y la de otros es dónde debemos encontrar el equilibrio. Habrá mucha moderación de contenido en Meta, para evitar causar daño”, anunció.