Bicicletas de Motociclo siguen sin entrar a Argentina

Otro día pasó y Motociclo sigue sin poder ingresar sus productos a Argentina. Sobre el mediodía de ayer la empresa presentó un escrito ante un juzgado argentino en el que expresamente renunció a su derecho de amparo contra las medidas de la administración de Néstor Kirchner que le impiden exportar bicicletas a la vecina orilla. Una copia del escrito fue enviada a la secretaría de Industria, que dirige Alberto Dumont.

Aún así, sobre las 17 horas el ministro de Industria, José Villar, se comunicó con los directivos de la empresa y les transmitió que recién hoy, sobre las 11 horas, tendrá una respuesta que le será brindada por el número tres de la Secretaría de Dumont, Osvaldo Nushold. En principio, el levantamiento de las trabas se produciría hoy mismo.

"Pagamos el rescate, pero sigue la extorsión. Hoy (por ayer) seguimos afuera del mercado", se lamentó el directivo de la empresa, Leonardo Rozenblum. "El miércoles, si se firmaran las autorizaciones, entran todos a trabajar", aseguró Rozenblum.

DEMORA. El viernes pasado el gobierno argentino levantó parcialmente la prohibición para las bicicletas de Motociclo, al permitir el ingreso de los modelos infantiles, aproximadamente el 10% de los 80.000 rodados que tenía prontos y embalados para enviar al país vecino.

El IRAM (equivalente argentino al Latu) certificó los modelos de Motociclo en mayo pasado por lo que las demoras en las exportaciones solamente se pueden atribuir a la intención del gobierno argentino de asegurar que Motociclo desistirá de cualquier acción de amparo.

Desde diciembre pasado que Motociclo no puede hacer negocios en Argentina, donde llegó a captar alrededor del 20% del mercado y facturó algo más de U$S 1 millón mensuales.

No existe ninguna posibilidad de que el mercado interno absorba lo que Motociclo no puede hoy exportar al mercado argentino ya que solamente capta entre 60.000 y 70.000 unidades anuales.

La fabricante de bicicletas —la única de Uruguay— debió, a raíz de las medidas argentinas, prescindir de 283 de los 300 trabajadores que se desempeñan en su planta. Estos fueron convocados a trabajar después que el gobierno argentino se comprometiese a levantar las trabas.