Entre los principales elementos del acuerdo al que llegaron en la noche del sábado los estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), está que se negociará una fecha para eliminar las subvenciones a las exportaciones. La Unión Europea aceptó ceder en este punto reclamado por los países en vías de desarrollo pero exigió en contrapartida la reducción de los créditos a la exportación de Estados Unidos.
Los países desarrollados consiguieron que sus productos sensibles sigan estando protegidos, aunque con condiciones.
El acuerdo autoriza a los países miembros a designar un número de líneas arancelarias que se consideran sensibles.
Los países ricos desean liberalizar el sector de los servicios. Para ello, la negociación prevé que cada miembro haga ofertas, es decir, que informe a los otros lo que está preparado para liberalizar. Estas ofertas revisadas deberán ser presentadas en mayo de 2005 a más tardar.
En contrapartida a las concesiones hechas en materia agrícola, los países desarrollados piden a los menos avanzados que abran más sus mercados a sus productos industriales. El compromiso establece una reducción de los aranceles para estos productos pero para tranquilizar a los países en vías de desarrollo, se agregó un párrafo explicando que serán necesarias negociaciones suplementarias en el futuro.
EVALUACION. "Creo que Estados Unidos y la Unión Europea son conscientes de que los tiempos en que cuatro potencias controlaban la OMC quedaron atrás", reconoció tras el encuentro el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy.
"El acuerdo hay que evaluarlo en términos de comparación y creo que con respecto a lo que teníamos es bueno para América Latina y los países emergentes", explicó el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.