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Inquilinos y dueños de locales apuran renegociación de los alquileres

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Desde el inicio de la cuarentena, el 13 de marzo, los locales comerciales han cerrado en forma mayoritaria (Foto: Gerardo Pérez)

INFORME 

Mientras algunos Comerciantes alertan que no podrán pagar a futuro y avizoran el cierre, otros acuerdan quitas y pagos diferidos

Pagar el alquiler se volvió un inesperado gran dolor de cabeza para las empresas, que a causa del coronavirus se han visto obligadas a cerrar tiendas, restaurantes y locales de casi todo otro rubro que no sea supermercados, almacenes y farmacias. El golpe al comercio se refleja en las persianas bajas en todos los barrios y en particular en los principales enclaves de compras como el Centro de Montevideo y los shopping.

«Qué quiere que le diga, tengo 85 años y nunca viví una situación igual», evaluó Enrique Manhard, propietario del Grupo Parisien (dueño de las marcas Parisien, Indian y La Casa de las Telas), con decenas de tiendas en el país en locales a la calle y en los shopping. Imprevisible en su duración, la crisis impacta en el retail ya que depende mucho de las visitas del «día a día» a los locales, que han desaparecido porque «está todo cortado», explicó el empresario.

Esta recesión ha instalado un dilema en el sector inmobiliario: «Nos enfrentamos a propietarios que tienen la necesidad imperiosa de (cobrar) la renta porque es su ingreso sustancial e inquilinos que no van a poder pagar el alquiler por no poder desarrollar su actividad», graficó Wilder Ananikian, presidente de la Cámara Inmobiliaria del Uruguay (CIU) y fundador y director de Ananikian Propiedades.

Tras el inicio de la cuarentena en el país, el 13 de marzo, las inmobiliarias están mediando entre inquilinos y propietarios en negociaciones «uno a uno» para llegar a acuerdos bilaterales.

«Parece sensato poder arbitrar acuerdos consensuados de disminución provisoria de alquiler cuando el caso lo aconseje», estimó Ananikian.

En los hechos, se están acordando distintas fórmulas de pago aunque la mayoría consiste en una quita del 25% del alquiler a abonar en un plazo de 30 o 60 días o en cuotas, mientras ambas partes esperan al fin de la cuarentena, dijo el titular de la Cámara, que nuclea a 1.000 inmobiliarias.

«Hemos tenido inquilinos que han planteado no poder pagar y nos ha pasado algún caso de querer ya devolver su local por esta situación», comentó Juan Manuel Sienra, gerente de Ventas de la inmobiliaria ACSA. Esa intención demuestra que la incertidumbre de los comerciantes es a largo plazo: «Tal vez un mes podían (abonar) pero hace más de un mes que están cerrados y ven que para el segundo mes no podrán pagar», agregó Sienra.

«Tengo 85 años y nunca viví una situación igual», evaluó Enrique Manhard, propietario del Grupo Parisien

Usualmente, el alquiler de un local a la calle implica un monto fijo en pesos. Por ejemplo, ACSA tiene hoy para arrendar cuatro locales sobre 18 de Julio y alrededores que cuestan entre $ 45.000 y $ 80.000, según la ubicación y el metraje.

Dada la situación de crisis, Manhard cree que propietarios e inquilinos deberían ser socios ante las pérdidas. «En materia de locales todo el mundo va a salir perdiendo, entonces el propietario pierde una mitad y el inquilino la otra, eso es lo más lógico», opinó.

Entre los dueños de locales hay quienes aceptan hacer quitas o flexibilizar el pago, por ejemplo, en marzo hubo inquilinos que abonaron el medio mes que estuvieron abiertos.

La espalda económica de un lado y otro del mostrador pesa, mientras que la confianza también facilita acuerdos. «Tener un inquilino desde hace cinco años con el que hay cierto contacto o relación y que es buen pagador ciertamente ayuda mucho a la hora de negociar», destacó Sienra.

La crisis está llevando por otra parte a los comerciantes a confesar su drama a las inmobiliarias; tampoco faltan quienes exageran para negociar un poco más a la baja. Según Sienra, mucha gente verdaderamente lamenta la situación y advierte que «ahora pueden negociar, pero que de seguir esto tendrán que cerrar».

El día después

Reactivación. Empresarios del comercio creen que demandará tiempo y confianza.
Reactivación. Empresarios del comercio creen que demandará tiempo y confianza. (Foto: Gerardo Pérez)

La gastronomía es uno de los sectores más afectados por la pandemia y allí se prevén cientos de cierres definitivos precipitados por el coronavirus.

«Había una sobreoferta basada en nichos pequeños de mercado y ahora se va a ajustar la oferta a la baja. Y la demanda también», proyectó Federico Celsi, director de Bar Facal, empresa asociada a Grupo Centro.

En su negocio, Celsi debió adelantar la licencia de sus casi 40 trabajadores. «Estoy preocupado porque esto recién empieza», se lamentó.

No todo es negativo. Los comerciantes que luchan pensando en «el día después» están encontrando eco en los propietarios, que «no están tan parados en los pedales», opinó Celsi, y explicó el porqué. Con la carga impositiva y salarial, «el comercio estaba muy afectado y para muchos el tema del coronavirus es el golpe de gracia».

En el retail de vestimenta también ven un espíritu colaborativo entre propietarios, inquilinos, clientes y proveedores. «Todos estamos entendiendo la situación y nos estamos ayudando lo máximo posible», resaltó Alejandro Roizner, director de las tiendas de ropa masculina Jean Vernier.

La cadena, con 30 locales en el país (entre los que maneja directamente y otros franquiciados), cerró sus tiendas en las zonas afectadas por el coronavirus mientras que en las franquicias la decisión recae en cada operador (aunque el cierre es inmediato ante la detección de casos de COVID-19).

La marca alquila la «gran mayoría» de sus locales y cada sucursal implica una situación diferente según la realidad de cada propietario, afirmó Roizner, que a su vez alquila locales a otros comerciantes. «Me intento mover como lo hacen los shopping», dijo en referencia a que no cobra el alquiler pero sí los gastos comunes.

Con las tiendas físicas cerradas, las ventas online surgen como un paliativo para la crisis del comercio. Sin embargo, Roizner aclara que para las empresas con muchas sucursales el e-commerce no llega a compensar al canal físico por el volumen y el despliegue de logística que implica dar un salto digital a tan grande escala. A su vez, el canal digital sirve para mantener la comunicación con el cliente y generar ingresos.

Pero a pesar de contar con esas ventas y el «aire» financiero que traen las quitas en los alquileres y los envíos al seguro de paro, muchos empresarios no tienen otra que solventar su presupuesto con los ahorros generados en años anteriores.

Mientras, habrá que esperar a que se reactive la economía.

«Espero que después del encierro la gente salga con entusiasmo y salga a comprar», auguró Manhard. Y si bien desea que la recuperación sea rápida, admitió que no sabe cuánto tiempo puede llevar.

Celsi cree que la reactivación en su rubro demandará tiempo y confianza (en la higiene de los locales y en que la pandemia se haya superado). Para los locales del Centro se sumará una dificultad adicional: la ausencia de turistas del exterior.

Por esta situación, «las empresas que nos dedicamos mucho al turismo tenemos que ajustar todo a la baja, porque un gran porcentaje de nuestros ingresos estará en cero. Vamos a estar solo con el público local castigado en la confianza y en el tema económico. Por eso hay que flexibilizar todo: alquileres, salarios y otras cosas», reclamó.

De cara al corto plazo, las inmobiliarias registran una demanda para alquiler de locales casi nula. «Lo único que ha surgido es gente que ha empezado a analizar moverse o achicarse», reveló Sienra. El interés no ha cristalizado aún en firmas de contratos, ni siquiera en visitas a locales. «La gente te dice ‘estoy de cuarentena’, entonces no quiere ver a nadie», remató.

Shopping dejaron de cobrar tras el cierre

Bolsas de compras. Foto: Shutterstock.
Menos compras. Con la caída de la actividad en los centros comerciales, los gastos de los locatarios han caído. (Foto: Shutterstock).

En los shopping, los locatarios pagan al mes un monto mínimo más un porcentaje de sus ventas. Pero, desde que los complejos cerraron sus puertas a pedido del gobierno el martes 17, las tiendas fueron liberadas del alquiler. Pablo Garbarino, socio del grupo Garbarino Lombardo (responsable de los shopping Punta Carretas, Las Piedras y Costa Urbana), sostuvo que a «los locales que vieron afectada su operativa por el exhorto del gobierno, que son la inmensa mayoría, no se les está cobrando alquiler» y agregó que la idea es mantener la medida mientras persista el cierre.

Desde el Estudio Luis Lecueder, detrás de los shopping Montevideo, Tres Cruces y Nuevocentro, se informó que no se cobra «absolutamente nada de alquiler a los comercios cerrados» y que se están bajando gastos para que los comerciantes puedan afrontar mejor la situación. Los locatarios sí deben abonar los gastos comunes, que se han reducido por la caída «casi al mínimo de la actividad».

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