FINANZAS DE BOLSILLO

Se dice que el principal problema del inversor -incluso su peor enemigo- es él mismo, debido a su indecisión y falta de información a la hora de decidir en qué invertir, cuándo y cómo. Esto nos lleva a abordar un problema fundamental: la falta de disciplina de la mayoría de los inversores para seguir el camino correcto desde un principio o, peor aún, la falta total del mismo.

En este Finanzas de Bolsillo se detallarán los tres pilares para una inversión exitosa, además de consejos de expertos para saber donde depositar nuestros ahorros de manera segura y confiable, para así tener un norte claro a la hora de entrar en el mundo de las inversiones.

Dichos pilares también pueden funcionar como un ancla en momentos difíciles. Cuando los mercados estén complicados, estos consejos ayudarán a que no haya vaivenes emocionales, para así actuar con tranquilidad y que nuestros impulsos no nos lleven a comprar o vender mal, ya que así es como uno se convierte en su peor enemigo.

El primer pilar de la lista es definir el horizonte temporal de tus inversiones. Este “horizonte” es el plazo de vida de una determinada inversión. Puede funcionar a corto plazo (un día a seis meses), mediano plazo (seis meses a dos años) y largo plazo (más de dos años).
Cabe destacar que el horizonte temporal de cada inversión resulta determinante para evaluar su desempeño y resultado final.

Francisco Echegoyen, operador de mesa de inversiones de Gastón Bengochea y Cía, dijo a El País que las inversiones a corto plazo están destinadas al fracaso. Esto se debe a que si el mercado está teniendo un mal desempeño, la persona tiene muy poco tiempo para recuperar dicha inversión.

En cambio, si se realiza una inversión a largo plazo el inversor va a tener más tiempo para recuperar pérdidas o registrar ganancias, ya que “el tiempo siempre es el mejor aliado al momento de invertir”, según Echegoyen. “Si uno dispone de tiempo y de un horizonte de cinco a siete años, seguramente esa persona tendrá una mejor performance que alguien que elige una inversión a un año o seis meses”, explicó Echegoyen.

Comprar para invertir a largo plazo para luego vender a los seis meses porque el activo en cuestión va cayendo de precio o comprar a corto plazo y quedarnos con esa inversión durante años para ver si, al menos, recuperamos el dinero invertido, son ejemplos claros de situaciones que no pueden ni deben pasarnos cuando tenemos nuestro horizonte temporal bien definido.

El segundo paso es conocer tu nivel de tolerancia al riesgo. Este se refiere al porcentaje de inversión que estamos dispuestos a perder si la apuesta realizada resulta ser equivocada.

Generalmente, los perfiles de tolerancia se dividen en Conservador, Moderado y Agresivo. Un inversor conservador (adverso al riesgo), va a buscar activos de baja volatilidad de precio, apuntando a renta fija (plazos fijos, bonos de alto nivel de seguridad, fondos de inversión en mercado de dinero), y también mantendrá un nivel de liquidez en moneda dura para sentirse seguro en caso de una eventual crisis económica. A su vez, apuntará a intentar que su capital crezca sin arriesgarse a perder un porcentaje (sin esperar una ganancia importante).

Por otro lado, el inversor moderado se mostrará más proclive a invertir en diversos instrumentos. A las apuestas del perfil conservador le sumará renta variable (acciones, criptomonedas) en porciones pequeñas o medianas, manteniendo niveles de liquidez bajos pero suficientes para conformar un ahorro ante emergencias.

El inversor agresivo, en cambio, va a destinar todo su patrimonio a la renta variable, incluso puede llegar a buscar proyectos corporativos que hayan surgido hace poco tiempo, para así conseguir altos retornos para su capital.

La tolerancia al riesgo de una persona se define a partir de la combinación de los siguientes factores: objetivos de inversión, experiencia, horizonte temporal, patrimonio invertido en relación con su patrimonio total y, especialmente, la cantidad de horas que el inversor pueda llegar a descansar cuando sus activos bajan de precio.

En relación a esto, Carlos Saccone, head of wealth de HSBC, aseguró a El País que si una persona invirtió el año pasado y en este momento las acciones están un 20% por debajo en el mercado es “normal”, ya que “así es como se compone el mercado”. Lo que hay que hacer en ese caso es “esperar y hacer una sintonía fina del portafolio de algunos sectores que pueden estar un poco menos favorecidos de lo que estaban hace un tiempo atrás. El inversor no debe hacer grandes modificaciones y debe tener paciencia, ya que a mediano o largo plazo el mercado mejora”, opinó.

¿Cómo uno puede saber o determinar cuál es el perfil de riesgo más adecuado dependiendo de su personalidad? Aunque existen muchos test útiles en la web, lo cierto es que la práctica en sí es la que definirá tu grado de aversión al riesgo, por lo que lo más recomendable es comenzar de a poco en el mundo de las inversiones, estudiando bien el mercado y las oportunidades que el mismo presenta. Para ello es fundamental ir conociendo los tipos de activos disponibles y empezar con una porción menor del capital disponible.

El tercer y último paso es aprender a diversificar correctamente. Cuando hablamos de diversificar nos referimos a la forma en como un inversor distribuye su capital en activos de distinta naturaleza o sector de pertenencia. Esto se basa en función del tipo de activo elegido (acciones, bonos, criptomonedas, etc.) y en el monto a invertir en cada uno en relación con el total del patrimonio.

Uno de los errores más frecuentes -que puede llevar a importantes pérdidas- es el de “enamorarse” de un activo y, por ende, sobre ponderarlo (aumentar su participación) en un portafolio de inversión. En ese punto, la diversificación es muy útil porque nos sirve para reducir el riesgo de las inversiones totales.

En conclusión, sin una férrea disciplina inversora es muy probable que los esfuerzos destinados a la inversión se vean destinados al fracaso. Es necesario mantener una coherencia inversora para que las mismas logren dar sus frutos, aunque para ello se necesita paciencia y un estudio minucioso del mercado para aprovechar las mejores oportunidades. 

¿Qué debo tener en cuenta antes de invertir en el mercado uruguayo?

Ver de qué manera protegerse de la inflación

Echegoyen dijo a El País que lo primero que se debe tener en cuenta en estos momentos es que “la inflación en Uruguay está a niveles de casi el 10%”, y que para poder combatirla existen dos herramientas dentro del mercado uruguayo que son muy útiles. Estas son las Notas del Tesoro en Unidades Indexadas (UI) o las Letras de Regulación Monetaria (LRM) en pesos que emite el Banco Central (BCU).

Las LRM son un título deuda que emite el BCU semanalmente, mensualmente, por 90 días o hasta un año con una tasa fija al momento de su lanzamiento en el mercado.

“Si sale -hipotéticamente- una letra a un año al 12%, el inversor sabe que por un año la inversión le va a rendir sí o sí, independientemente de cómo esté la inflación en Uruguay. En este caso el porcentaje (12%) no va a variar, por lo que la misma está 100% asegurada”, explicó Echegoyen.

En cambio, las Notas en UI “te pagan una rentabilidad por encima del nivel de inflación”, según Echegoyen. Dependiendo del vencimiento de la nota el porcentaje de rentabilidad puede variar. “Si la misma tiene un plazo de tres o cuatro años te pueden pagar hasta un 2,5% por encima del nivel de inflación. En cambio, si la misma es por 12 años puede elevarse a un 3,2% ”, sentenció Echegoyen.

[CON INFORMACIÓN DE LA NACIÓN/GDA].