Summum es una institución que trae implícito en su modelo de empresa el cuidado de la salud de las personas, y desde sus orígenes trabaja con una clara y marcada vocación de servicio.
La Organización Mundial de la Salud define a la salud como el bienestar físico, mental y social de las personas y no solo la ausencia de enfermedad. En este contexto, Summum se dedica hace más de 30 años a ofrecer a sus asociados la posibilidad de acceder a una asistencia médica a nivel personal, familiar y corporativo, valorando la importancia que tiene la vinculación entre los seres humanos y el medio ambiente donde viven y se relacionan.
Natalia Labat, gerente general de Summum, contó el proceso que recorrió la empresa para alcanzar la Certificación como Empresa B. Señaló que lo primero a destacar es el modelo organizacional de triple impacto que han emprendido: Social, Ambiental y Económico. Desde lo Social, la búsqueda es por generar un impacto positivo en la comunidad.
A nivel ambiental, se han comprometido en trabajar continuamente para mitigar la huella de carbono y generar acciones positivas que contribuyan al medioambiente. Finalmente, en el plano Económico, trabajan para potenciar el desarrollo y crecimiento.
La gerente explicó: “Entendimos que nuestro modelo organizacional debía ser sustentable, buscando impactar con acciones que beneficien la salud en su definición más completa”. Esto implicó un cambio en el modelo de trabajo de la empresa, donde todos en la organización asumieron el desafío.
El Directorio marcó los lineamientos y todo el equipo de dirección definió el plan de trabajo, diseñando acciones estratégicas e indicadores que permitieran medir los impactos.
“Comprometimos a todo el equipo de Summum en esta dinámica, ya que el cambio es global e implica una nueva cultura en la forma de proceder de toda la organización”, indicó la gerente general.
¿Qué significa ser una Empresa B?
Para convertirse en Empresa B, las organizaciones tienen que estar dispuestas a recorrer un camino de certificación internacional, completando el BIA (B Impact Assessment), un formulario de evaluación diseñado para tal fin.
Summum es una empresa que se ha caracterizado a lo largo de su historia por la alta calidad en los servicios que ofrece y estos nuevos desafíos, no sólo no pueden comprometer eso, sino que elevan el nivel de exigencia en búsqueda de la excelencia.
El proceso de evaluación lo realiza B Lab Internacional y comprende un análisis exigente y exhaustivo, y según el tamaño y rubro de la empresa, se establecen una serie de preguntas para que las organizaciones se puedan medir y demostrar su impacto, ordenado por 5 dimensiones: Gobernanza, Colaboradores, Comunidad, Medioambiente y Clientes.
A medida que se va respondiendo, el formulario refleja ciertos puntajes, una vez alcanzados los 80 puntos, las empresas pasan a una etapa de Auditoría, en donde se tiene que demostrar y documentar en forma fehaciente y con total transparencia, que lo que se dice tiene sustento y genera tanto un impacto en prácticas operacionales como en el modelo de negocio.
En el caso de Summum, este trabajo comenzó en febrero del 2022 y llevó casi dos años. Se hizo contratando a una consultoría externa para acompañar el proceso y conformando un equipo multidisciplinario integrado por colaboradores de diferentes sectores, buscando que estuviesen consustanciados y comprometidos con los valores que este modelo promueve independientemente de las posiciones en las cuales se venían desempeñando.
La gerente general de la empresa agregó: “Fueron meses de mucho trabajo, gran exigencia para todos, no solo por completar el BIA sino para poder incorporar en la organización los cambios que fuesen necesarios”.
Conciencia y Sustentabilidad: apuntando al bienestar de todos
Mientras recorrían la herramienta de medición, respondían las preguntas y asistían a las instancias con la Auditoría, contó Labat, se vieron interpelados no solo desde lo organizacional, sino también desde lo personal.
“La herramienta te muestra las fortalezas, las debilidades, las oportunidades de mejora para seguir desarrollándonos, te ordena y te permite marcar nuevas metas y desafíos en forma organizada”, indicó.
De esa manera y habiendo transcurrido este camino, Summum creó el programa denominado Conciencia y Sustentabilidad, desarrollando dentro de ese marco una serie de propuestas y acciones en todas las áreas.
Las organizaciones que estén dispuestas a Certificarse como Empresa B, tienen que hacer profundos cambios a todo nivel, desde una reformulación de los estatutos, transformándose en empresas BIC (empresas de Beneficio de Interés Colectivo), en donde las empresas integran a su actividad comercial acciones concretas que apunten al bienestar de sus colaboradores, la comunidad y contribuir con el cuidado del medioambiente.
El hecho de haber sido certificada como Empresa B posicionó a Summum entre las pioneras en el país, contó la gerente Labat: “También venimos participando del Consejo Empresarial B, en donde más de 40 empresas de diferentes rubros, trabajan juntas con el propósito de aportar desde posiciones estratégicas, experiencias, iniciativas y modelos que nos ayuden a generar un bienestar global”.
Este hito es un logro muy importante para Summum, puesto que es la primera empresa de salud del Uruguay que obtiene este reconocimiento internacional.
Pero este objetivo que se trazaron, no era la meta final, sino que el compromiso “está en las acciones del día a día, buscando siempre la mejora continua”, concluyó la gerente.