ANÁLISIS

En la última década hemos vivido una revolución a nivel de la generación, distribución y uso de la energía eléctrica. Los avances en generación renovable a gran escala han permitido eliminar cada vez más los combustibles fósiles de la producción de energía. A su vez, de la mano de los avances tecnológicos a nivel de almacenamiento, dicha energía es posible gestionarla de manera más inteligente.

Una aplicación disruptiva está a punto de hacer su entrada masiva en este escenario: los vehículos eléctricos. Su principal costo, la batería, se ha reducido 7 veces en la última década, permitiendo vehículos más económicos y con mayor autonomía. Hoy por hoy los fabricantes ya orientan su producción a este tipo de vehículos.

Uruguay se encuentra en una posición ideal para aprovechar esta tecnología: la fuerte presencia de generación renovable, que hoy genera excedentes de exportación, es crucial para descarbonizar el transporte incorporando movilidad eléctrica. Los sucesivos gobiernos, a través de la Dirección Nacional de Energía han impulsado este camino, primero para el transporte colectivo y flotas empresariales, y más recientemente el público en general con la exoneración de Imesi a los vehículos eléctricos.

Dos desafíos importantes asoman en el horizonte: el primero es cómo desplegar la infraestructura y gestionar la carga de dichos vehículos. El tiempo de carga habitual es del orden de horas, requiriendo un cambio de paradigma en cómo utilizamos los vehículos. Se requiere la instalación de cargadores domiciliarios inteligentes, con gestión de consumo en comunicación con la red. A su vez, es necesario incorporar espacios de carga en estacionamientos y centros comerciales, aprovechando las estadías en estos puntos.

Por su parte, los altos requerimientos de energía y potencia asociados generan congestión en la red de distribución de energía. Debemos gestionar esta congestión mediante mecanismos de carga inteligente, basados en tarifas e incentivos para los usuarios que ofrezcan flexibilidad en sus tiempos de carga. A modo de ejemplo: cargar los vehículos en orden de llegada como en una cola genera injusticias importantes, ya que no tiene en cuenta la urgencia de cada usuario. Desde el grupo de Matemática Aplicada de Universidad ORT Uruguay, liderado por Fernando Paganini, venimos trabajando en el diseño de algoritmos inteligentes de carga y gestión para estacionamientos o puntos de recarga distribuidos, así como flotas de vehículos, con apoyo de ANII y UTE.

El segundo desafío es la formación de recursos humanos: la incorporación de estos vehículos requerirá de profesionales formados en toda la cadena. Talleristas, instaladores y por supuesto, nuevos ingenieros eléctricos, así como también en electrónica y telecomunicaciones. Profesionales que posean una formación amplia y con visión de futuro para estas nuevas aplicaciones disruptivas. Por eso, en Universidad ORT Uruguay ofrecemos la carrera de Ingeniería Eléctrica diseñada especialmente con este objetivo en mente: la formación para las aplicaciones del futuro.

(*) Profesor asociado en Universidad ORT Uruguay.