En un escenario global marcado por la incertidumbre económica y política, invertir en bienes raíces en Uruguay sigue siendo una decisión que ofrece previsibilidad y seguridad. Más allá de los ciclos, el ladrillo es una inversión segura que mantiene su valor”, afirmó María José Albanell, directora de Meikle Bienes Raíces.
Desde la experiencia de la firma, la estabilidad institucional del país y su marco jurídico confiable siguen atrayendo tanto a inversores locales como extranjeros que buscan proteger su capital. Frente a opciones más volátiles, la propiedad sigue representando un refugio de valor.
Vivienda promovida: beneficios fiscales y rendimiento
Uno de los modelos que más ha crecido en los últimos años es el de la vivienda promovida. Este régimen, que ofrece importantes exoneraciones fiscales, ha generado una fuerte expansión de proyectos en Montevideo y Canelones. “Se dio una verdadera explosión de propuestas en zonas como Carrasco Este”, señaló Ignacio Albanell, también director de Meikle.
Para quienes invierten, la vivienda promovida representa una alternativa atractiva: la renta anual esperada suele ubicarse entre el 4 y el 6 %, con beneficios impositivos que mejoran aún más el rendimiento. Según explicó Ignacio Albanell, “el principal comprador suele ser un inversor que busca renta, mientras que el usuario final es muchas veces un joven que se independiza o una pareja que comienza una nueva etapa”.
Carrasco y más allá: auge pospandemia
La pandemia cambió las prioridades de muchas personas. La demanda se volcó hacia zonas con más verde, casas con jardín y barrios con mayor libertad. “Se dio un éxodo muy marcado desde zonas como Punta Carretas hacia Carrasco y la periferia de Montevideo”, explicó Ignacio Albanell. “Tuvimos una venta masiva de casas que antes no se movían, y vimos cómo crecían barrios como San Nicolás, Olivos, Camino de Los Horneros, entre otros”.
Ese movimiento también vino acompañado por una transformación del tejido urbano. Carrasco, históricamente más residencial, comenzó a atraer oficinas, comercios y servicios, generando un entorno más dinámico para vivir y trabajar. Según los directores de Meikle, ese crecimiento refuerza el atractivo de la zona como destino de inversión.
Meikle: asesoramiento desde el origen
Con 40 años de trayectoria, Meikle Bienes Raíces ha estado presente en el desarrollo y la transformación de Carrasco. Fundada por Esther Meikle en 1984, hoy es liderada por sus hijos, quienes continúan el legado familiar con una impronta cercana, estratégica y profundamente conectada al barrio.
“La venta es una consecuencia del asesoramiento. Nos gusta vender cosas que nosotros mismos compraríamos”, subrayó Ignacio Albanell. Esa filosofía se traduce en un involucramiento profundo en cada etapa del proceso: desde la elección del terreno hasta el diseño de los planos, Meikle se posiciona como nexo entre el desarrollador y el cliente final.
“Conocemos lo que quiere el consumidor y eso nos permite asesorar a los desarrolladores para lograr un producto vendible, con buena ubicación, bien pensado y a un precio acorde”, agregó Ignacio Albanell. Actualmente, la firma participa en múltiples proyectos bajo el régimen de vivienda promovida, en zonas con alta demanda y potencial de valorización.
Perspectivas: solidez y crecimiento
El mercado inmobiliario uruguayo muestra señales de continuidad y solidez. Históricamente, el valor de la tierra ha mostrado una tendencia creciente, y la vivienda promovida ha consolidado un modelo que combina incentivo fiscal con necesidad habitacional. Para Meikle, ese contexto representa una oportunidad para seguir creciendo junto a sus clientes, con el respaldo de una historia que apuesta al largo plazo.
¿Qué es la vivienda promovida y qué beneficios ofrece?
El régimen de vivienda promovida, establecido por la Ley 18.795, brinda una serie de exoneraciones fiscales pensadas para estimular la inversión inmobiliaria en determinadas zonas y formatos.
Entre los beneficios más destacados para el inversor se encuentran:
- Exoneración del ITP (Impuesto a la Transmisión Patrimonial) en la compra.
- Exoneración del Impuesto al Patrimonio durante 10 años.
- Exoneraciones parciales o totales en IRPF e IRAE, según el perfil del inversor.
Este marco normativo convierte a la vivienda promovida en una herramienta eficaz para quienes buscan rentabilidad en el mercado de bienes raíces, con un horizonte de mediano y largo plazo.