El Club de la Papa Frita se convierte en cadena de fast food; prevé 12 locales en 2023

El Club de la Papa Frita (Foto: Gentileza Grupo)

NEGOCIOS

Saldrá a competir con marcas internacionales y proyecta a futuro llegar a Paraguay y Chile

Una marca local reconocida en el menú gastronómico uruguayo como El Club de la Papa Frita prepara un gran salto. La empresa iniciará en días una nueva etapa para convertirse en «el primer fast food nacional» y competir con gigantes internacionales como McDonald’s, Burger King o Mostaza.

El proyecto -desarrollado porGrupo, la empresa responsable de la llegada de las pizzerías porteñas Kentucky- incluye varias aperturas, la primera este mes, y apunta a la internacionalización de la marca.

«Entendimos que en Uruguay no hay el modelo de franquicia gastronómica propia. Si mirás hoy el mercado, todas son del exterior. Son muy pocos los nombres que hay pisando fuerte y que involucren a una marca nacional y con una proyección de crecimiento propia. Ese nicho es el que venimos a ocupar nosotros a través de un modelo que va a ser muy rentable y competitivo», anunció Agustín Giulianotti, director de Operaciones de Grupo.

Para esa expansión, Grupo compró los derechos de la marca de El Club de la Papa Frita y comenzará a «volcarla a un modelo de fast food». Bajo ese esquema, la empresa ya tiene dos locaciones confirmadas: un primer restaurante en 18 de Julio y Yi, mientras que el segundo estará sobre la calle Comercio.

El local del Centro, de 650 metros cuadrados, comenzará a funcionar a fin de mes y empleará a 40 personas. La inversión rondará los US$ 800.000.

Los dos primeros locales en esta nueva etapa abrirán en 18 de Julio y Yi -a fin de mes- y sobre la calle Comercio

Al contar con los derechos de la marca, Grupo tiene la representación y licencia para explotarla a través de locales propios y franquicias. Ambos formatos permitirán escalar la presencia de El Club de la Papa Frita.

«En principio, para el año que viene estamos proyectando cuatro aperturas, de las cuales dos se van a establecer en shopping», algo hasta ahora inédito para la marca, destacó Giulianotti. A esos puntos de venta se sumarán franquicias en Montevideo y el interior del país; la intención es llegar al menos a seis o siete locales el año próximo y crecer al doble en 2023 (las aperturas se sumarán a los seis restaurantes que tiene hoy El Club de la Papa Frita y que no adoptarán el sistema de fast food.)

La inversión por franquicia dependerá del metraje del local, pero irá de US$ 350.000 a US$ 800.000. El formato, indicó Giulianotti, apunta a un modelo de easy management, basado en la incorporación de maquinarias y tecnologías de última generación que permitan automatizar el proceso de producción y generar de forma simple calidad en escala.

La franquicia demandará un monto de inversión de entre US$ 350.000 y US$ 800.000

«La flexibilidad del modelo nos permite llegar a ciertos puntos que antes la marca no podía acceder, como por ejemplo los shoppings y el interior del país», explicó el ejecutivo.

Entre las novedades de la marca, aparece también la apertura hacia fines de 2022 de su primer drive thru, el cual funcionará en uno de sus locales a la calle en Montevideo.

Experiencia agradable

El Club de la Papa Frita (Foto: Gentileza Grupo)
El Club de la Papa Frita (Foto: Gentileza Grupo)

Para reforzar su identidad local, la marca apelará en sus locales a un «look and feel distinto a lo tradicional», comentó Giulianotti. Por ejemplo, el local de 18 revelará un muro pintado a mano por artistas uruguayos.

El plato fuerte, agregó, estará en la propuesta gastronómica, que promete ser «novedosa» para la categoría, con su oferta de combos de milanesa, combos exclusivos de papas fritas y cerveza tirada. También habrá lugar para las hamburguesas. Si bien se trata de un producto que ya tiene a fuertes jugadores en competencia, el diferencial de la marca uruguaya pasará por su «receta y blend propios que darán un sabor distinto».

La marca proyecta salir al mercado de Paraguay y Chile, luego de expandirse en Uruguay

La carta, además, incluirá opciones de cafetería, merienda y desayuno, con foco en la calidad. «Es un modelo pensado para que en todas las franjas horarias el cliente pueda tener una experiencia agradable», señaló Giulianotti.

A ello también buscará contribuir la tecnología. La marca contará con una plataforma de venta de self order, a través de terminales de autogestión de pedidos; además, integrará otros servicios característicos de la industria del fast food como la venta por app, pick up y el delivery (a través de una alianza estratégica con PedidosYa).

El plan de Grupo es expandir la marca en Uruguay en un plazo de dos años, pero en paralelo ya está negociando para salir fuera de fronteras. Paraguay y Chile asoman como los países para dar ese próximo salto.

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