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Sam Bankman-Fried pasó de líder de la industria a villano por su gestión de la compañía que llegó a estar valorada en US$ 32.000 millones antes de caer en la bancarrota

En cuestión de días, el multimillonario de criptomonedas Sam Bankman-Fried pasó de líder a villano de la industria, perdió la mayor parte de su fortuna, vio cómo su empresa de US$ 32.000 millones se hundía en la bancarrota y se convirtió en el blanco de investigaciones de la Comisión de Bolsa y Valores y el Departamento de Justicia.
El imperio de Bankman-Fried se derrumbó después de que una corrida de depósitos dejó su criptobolsa, FTX, con un déficit de US$ 8.000 millones, lo que obligó a la empresa a declararse en quiebra. El daño se ha extendido, desestabilizando a otras criptoempresas y sembrando una desconfianza generalizada en la tecnología.
Bankman-Fried (30) ha dicho poco públicamente en estos días. El domingo en una entrevista, expresó numerosos pesares por la caída de FTX. Pero solo ofreció detalles limitados sobre las preguntas centrales que giran a su alrededor: si FTX usó indebidamente miles de millones de dólares de fondos de clientes para apuntalar una empresa que también fundó, Alameda Research. El Departamento de Justicia y la SEC están examinando esa relación.
El déficit de la criptobolsa FTX asciende a US$ 8.000 millones
El colapso de Bankman-Fried ha dejado atónito al mundo de las criptomonedas. Pero en los últimos meses, surgieron señales de advertencia de que su imperio estaba en peligro y que sus ambiciones excedían su alcance, según entrevistas con colegas y socios, así como mensajes internos obtenidos por The New York Times.
Cuando se embarcó en una ola de compras este año, invirtiendo en empresas criptográficas asediadas, no estaba compartiendo información con el personal clave. Cuando le dijeron que estaba sobrecargado y que lo alentaron a contratar más empleados, se resistió a las sugerencias. Y en Washington, estaba impulsando una agenda regulatoria mientras criticaba a Changpeng Zhao, el CEO del intercambio rival Binance.
Radicado en las Bahamas, Bankman-Fried llevó una existencia a veces enclaustrada, rodeada de un pequeño grupo de colegas, en un penthouse en Albany, un centro turístico.
Para los compañeros de trabajo a veces era difícil hablar con Bankman-Fried, dijo un informante. Y el CEO se enorgullecía de que FTX tuviera solo 300 empleados, un staff mucho más pequeño que sus principales rivales, Binance y Coinbase.
Aunque siguió contratando, Bankman-Fried creó una operación filantrópica ambiciosa, invirtió en docenas de empresas de cripto, compró acciones en la empresa comercial Robinhood, donó a campañas políticas y ofreció aElon Muskmiles de millones de dólares para financiar la compra de Twitter.
Bankman-Fried admitió que deseaba «haber ‘mordido’ mucho menos».
Quizás su objetivo más ambicioso fue dar forma a la criptorregulación en Washington, donde testificó ante el Congreso y se reunió con los reguladores. También usó su influencia para criticar a su mayor rival, Zhao, en reuniones privadas.

Ex inversor en FTX, Zhao todavía poseía una gran cantidad de FTT, la criptomoneda que FTX inventó para facilitar el comercio en su plataforma.
El 6 de noviembre, Zhao anunció en Twitter que estaba vendiendo FTT, lo que asustó a los clientes que se apresuraron a retirar sus depósitos de FTX.
«No pretenderemos hacer el amor después del divorcio», tuiteó Zhao. «No apoyaremos a las personas que cabildean contra otros actores de la industria a sus espaldas».
Cuando FTX colapsó, Zhao inicialmente acordó comprar la empresa como rescate. Pero el acuerdo fracasó, luego de que Binance encontrara problemas en las finanzas de la compañía.
Mientras FTX se desmoronaba, Bankman-Fried ha estado trabajando «constructivamente» con las autoridades «para tratar de hacer lo mejor para los consumidores», dijo en la entrevista.
«La gente puede decir todas las cosas malas que quiera sobre mí en línea», apuntó. «Al final, lo que me importará es lo que hice y lo que puedo hacer».
Una fortuna que se desvaneció en pocos días
El colapso de FTX arrasó con la enorme fortuna de Bankman-Fried, estimada en su momento en US$ 26.000 millones. El índice de multimillonarios de Bloomberg, que calcula en tiempo real el dinero que tienen los más ricos del mundo, atribuía al empresario un patrimonio de US$ 16.000 millones antes de la crisis de FTX. Ahora, la cifra es cero. Bloomberg admitió que Bankman-Fried puede tener activos que su índice no recoge. En base a EFE