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Xi Jinping llegó a Moscú en su nuevo rol de mediador internacional

Vladimir Putin abierto a considerar el plan de paz de China, su aliado más poderoso en la guerra.

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Con sus tropas sin avances significativos en Ucrania, el grupo de mercenarios Wagner presionando por más apoyo y criticando su estrategia de guerra, cada vez más aislado y con una orden de captura de la Corte Penal Internacional (CPI), ahora el presidente ruso Vladimir Putin dice estar dispuesto a hablar de un acuerdo de paz. El problema es que Putin se prende del plan de paz de China, la potencia asiática que desde el inicio de la guerra se ha mostrado del lado de Rusia, pero mirando sus propios intereses.

El presidente de China, Xi Jinping, visita al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Moscú
El presidente de China, Xi Jinping, visita al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Moscú.
Foto: AFP

En este contexto el presidente chino, Xi Jinping, llegó ayer lunes a Rusia con la intención de escenificar su nuevo papel de mediador internacional. Xi es en estos momentos el aliado más poderoso de Putin y ambos hacen frente común a los planes de Occidente de “contener” a las dos potencias nucleares.

Poco le importa a Xi en su noveno viaje a Rusia la foto con Putin, sobre el que pesa una orden de arresto de la CPI por crímenes de guerra en Ucrania.

Tras lograr apuntase un tanto en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí, el viaje de Xi a Rusia ha sido calificado por él mismo en un artículo en el periódico Rossíiskaya Gazeta como una “visita de amistad, cooperación y paz”.

“Sobre la base de la esencia de lo que sucede, China mantiene una postura imparcial y objetiva, aplica activos esfuerzos para ayudar a la reconciliación y las negociaciones de paz”, sostuvo Xi.

Putin consideró que China adopta siempre una postura “justa y equilibrada ante los problemas internacionales más apremiantes”.

El intento de Xi de mediar entre Rusia y Ucrania, cuyo presidente, Volodimir Zelenski, trabaja en una posible conversación con el jefe de Estado chino tras su visita a Moscú, se produce cuando ni una ni otra parte están dispuestas a negociar tras el fracaso de la mediación del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, en 2022.

Rusia, porque quiere conquistar -al menos- todo el Donbás y obligar a Ucrania a reconocer “las nuevas realidades” sobre el terreno, tras la anexión de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, y a Occidente a abordar la seguridad del Estado ruso.

China hace en su propuesta referencia a este último punto, que considera “legítimo”, pero a la vez llama al respeto a la integridad territorial de Ucrania.

El Ministerio ucraniano de Exteriores, a través de su portavoz, Oleg Nikolenko, conminó a Xi a “usar su influencia sobre Moscú” para que Rusia ponga fin a la guerra.

En Occidente, ni Estados Unidos, ni la Unión Europea (UE), el Reino Unido o Japón creen que la iniciativa china tenga éxito.

La comunidad internacional sigue de cerca las reuniones de Putin y Xi, que hoy martes mantendrán una cumbre formal, en la que firmarán “importantes acuerdos”.

En las capitales occidentales se teme que un mayor acercamiento político y económico (el comercio bilateral entre ambos países sumó el año pasado 190.000 millones de dólares, un 116% más que hace diez años) pueda permitir a Rusia eludir las sanciones.

Pero también se ve con preocupación que Moscú pueda adquirir, según Estados Unidos, armas a China.

Conscientes de que son vistos en Occidente como una amenaza, Rusia y China hacen frente común contra “acciones de hegemonía, despotismo y persecución”, según Xi.

“China está dispuesta a defender firmemente con Rusia un sistema internacional basado en la ONU (...), a promover la multipolaridad en el mundo y la democratización de las relaciones internacionales”, dijo nada más aterrizar en Moscú.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió que el mundo no se dejase “engañar” por las propuestas de China para poner fin a la guerra en Ucrania.

Tras haber participado en la reciente reconciliación diplomática entre Arabia Saudita e Irán, Pekín quiere posicionarse como mediador en Ucrania.

China no ha condenado públicamente la ofensiva rusa y critica a Estados Unidos por suministrar armas a Ucrania.

El gobierno chino presentó a finales de febrero un plan de 12 puntos para instar a negociaciones de paz.

La postura de Pekín ha sido criticada por los países occidentales, que consideran que brinda cobertura diplomática a la ofensiva rusa y que sus propuestas carecen de soluciones prácticas.

Estados Unidos ya indicó que no apoyaría un nuevo llamado chino al alto el fuego en esta visita de Xi a Moscú.

Blinken aseguró que Estados Unidos acoge satisfactoriamente cualquier iniciativa diplomática para una “paz justa y duradera”, pero duda de que China esté salvaguardando la “soberanía e integridad territorial” de Ucrania.

“Cualquier plan que no priorice este principio fundamental es, en el mejor de los casos, una táctica dilatoria o simplemente busca propiciar un resultado injusto”, insistió.

“Pedir un alto el fuego que no incluya la retirada de las fuerzas rusas del territorio ucraniano sería apoyar efectivamente la ratificación de la conquista rusa”, añadió.

El diario The Wall Street Journal informó que Xi podría estar planeando su primera conversación telefónica con Zelenski desde el inicio de la guerra.

Ucrania instó a Xi a “emplear su influencia sobre Moscú para acabar con la guerra de agresión” en su territorio.

La visita de Xi también tiene un aspecto económico importante, después de que Rusia reorientara su economía hacia China por las sanciones occidentales. Según el Kremlin, Putin y Xi firmarán varios documentos, especialmente sobre su cooperación de aquí a 2030.

El menú

El presidente ruso, Vladimir Putin, agasajará a su homólogo chino, Xi Jinping, con sopa de esturión y asado de ciervo con salsa de guindas. El menú, según la agencia TASS, incluye siete platos entre aperitivos, entremeses, sopa, plato principal y postre. El periodista Pável Zarubin, conocido por su cobertura de todos los actos oficiales del jefe del Kremlin, publicó en su canal de Telegram la foto de la carta, en la que se puede ver la lista de los platos.

Estados Unidos acusa a Rusia de crímenes de guerra en Ucrania

Estados Unidos señaló ayer lunes en su informe anual sobre derechos humanos que Rusia ha perpetrado “crímenes de guerra” en la invasión de Ucrania como ejecuciones sumarias y violaciones de mujeres y niñas.

En el documento, admite que las autoridades ucranianas son responsables de violaciones de derechos humanos como ejecuciones arbitrarias y torturas, pero matiza que “no son comparables con el alcance de los abusos de Rusia”.

El informe, relativo al año 2022, también menciona a Irán por la represión de protestas, a China por el “genocidio” en Xinjiang, y a los “Gobiernos autoritarios” de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bielorrusia, entre otros.

Esta iniciativa del Departamento de Estado sirve de guía al Congreso de Estados Unidos a la hora de determinar la ayuda exterior que se concede a cada nación.

“El informe deja muy claro que en 2022 seguimos viendo en países de todos los continentes un retroceso en la situación de los derechos humanos”, expresó el secretario de Estado, Antony Blinken.

El documento asegura que la invasión rusa de Ucrania ha provocado “muerte y destrucción” en el país europeo. También da crédito a “reportes de que miembros de las fuerzas rusas han cometido crímenes de guerra, incluidas ejecuciones sumarias de civiles y “violencia sexual” contra mujeres y niñas. Además, Moscú ha llevado a cabo una “deportación forzada de civiles de Ucrania a Rusia”, incluidos niños que son adoptados por familias rusas, dice el documento.

Sobre esto, la Corte Penal internacional (CPI) emitió el viernes pasado una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por la deportación a Rusia de niños ucranianos sacados de orfanatos.

El informe de ayer lunes también critica que el Gobierno ucraniano de Volodimir Zelenski “en general no ha tomado las medidas adecuadas para enjuiciar o castigar a los funcionarios que cometieron abusos”.

Blinken admitió que Estados Unidos también tiene “desafíos en materia de derechos humanos”, pero aseguró que su Gobierno no los esconde “bajo la alfombra”.

Grupo Wagner

Mercenario ruso pide ayuda

El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, pidió ayer lunes ayuda para frenar la próxima contraofensiva ucraniana en Bajmut, en una carta dirigida al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú. “Le pido tomar todas las medidas necesarias para evitar que Wagner sea separado del grueso de las fuerzas del Ejército ruso, lo cual implicará consecuencias negativas para la operación militar especial” rusa en Ucrania, escribió Prigozhin en la carta publicada en su canal de Telegram.

Estas fuerzas paramilitares “controlan el 70% de Bajmut”, pero disponen de la información de que entre fines de marzo y principios de abril Ucrania “planifica una amplia ofensiva para romper los flancos” y separar al grupo Wagner de las fuerzas rusas, según Prigozhin.

El jefe de Wagner, conocido como “el cocinero de Putin”, ha criticado en reiteradas ocasiones al Ministerio de Defensa de Rusia y al Estado Mayor del Ejército ruso por no apoyar con municiones y armas a su grupo, punta de lanza de la ofensiva rusa en este sector del frente.

Bajmut -una localidad que tenía 70.000 habitantes antes de la guerra- se ha convertido en un símbolo de la lucha por el control de la región industrial del Donbás debido al prolongamiento de esta batalla y a las cuantiosas pérdidas que han sufrido ambos bandos.

La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, aseguró ayer que a pesar de que las fuerzas rusas hayan avanzado en Bajmut, el ejército ucraniano también ha hecho progresos “en ciertas zonas”. “Se están produciendo combates de forma activa, también en la ciudad. (...) La defensa de Bajmut continúa”, afirmó.

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