"Tres puntos en una semana": el análisis de Carlos Ríos

"Tres cosas hay en la vida / Salud, dinero y amor / Y el que tenga estas tres cosas / Que le de gracias a Dios".

Así comienza la letra de la canción del argentino Rodolfo Sciamarella, hoy una de las más populares en el mundo. Si nos ponemos romántico-idealista, Donald Trump acaba de cerrar una semana con tres logros internacionales que bien podría agradecerle a Dios.

Terminó con “la guerra de los doce días” entre Israel e Irán; hizo que lo miembros de la OTAN aceptaran llevar sus gastos en defensa al 5% del PIB; y alcanzó un acuerdo comercial con China. Nada mal cuando hace apenas siete días los pronósticos eran de que el mundo se encaminaba a una tercera guerra mundial. Crucemos los dedos, nunca se sabe.

El ataque de Israel a Irán que dio comienzo a la guerra entre estos dos enemigos, buscó destruir la capacidad del régimen iraní de hacerse de un arma nuclear. Trump se involucró bombardeando tres bases nucleares clave de la República Islámica, lo que obligó a Irán a aceptar un alto el fuego y posiblemente regresar a las negociaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear.

Ahora está la polémica de si efectivamente se destruyó o solo hubo daños a las instalaciones nucleares iraníes. Tal vez se demore mucho en saberse bien qué pasó. Pero que Irán no tiene hoy la capacidad de hacerse de un arma nuclear como la que podría tener hace una semana, es un dato que está fuera de discusión. Punto para Trump.

Con el alto el fuego entre Irán e Israel vigente, Trump viajó a la cumbre de la OTAN en La Haya. El presidente estadounidense venía presionando desde hacía tiempo a sus aliados para que fijaran en el 5% del PIB de cada uno el gasto en defensa para 2035; hoy es del 2%. Solo España se descolgó, pero quedó aislada. Tal vez el presidente Pedro Sánchez, muy comprometido por un escándalo de corrupción en el corazón del PSOE, buscó en la cumbre de la OTAN un golpe de efecto que le hiciera recuperar puntos dentro de España. Pero todo indica que el tiro le salió por la culata. Punto para Trump.

El presidente republicano cierra la semana con la confirmación de un acuerdo comercial con China, que le garantizaría a Estados Unidos el suministro de tierras raras, metales clave para el sistema de defensa y la industria informática. Tras este acuerdo es de esperar una pausa en la “guerra comercial” a base de bombardeos de aranceles. Tercer punto para Trump.

¿Se le terminan aquí los problemas al presidente fuera de las fronteras de Estados Unidos? Claro que no. Medio Oriente seguirá bajo tensión mientras operen los grupos terroristas que apoya Irán, e Israel no normalice sus relaciones con los países árabes en el marco de los Acuerdos de Abraham.

A Trump, además, le queda el gran desafío de terminar con la guerra en Ucrania que inició Rusia con su invasión en febrero de 2022.

Pero daría un gran paso si logra cuidar y no desperdiciar los tres logros de esta semana. Como dice el final de la letra de Sciamarella:

El que tenga un amor, que lo cuide que lo cuide / La salud y la platita que no la tire, que no la tire.