CARACAS | JUAN FORERO, NEW YORK TIMES
Estados Unidos tiene CNN y Fox, mientras que el mundo árabe puede mirar Al Jazeera o la cadena financiada por Estados Unidos, Al Iraqiya en Irak.
Ahora, una iniciativa del presidente venezolano, Hugo Chávez, le dará a América Latina, Telesur, una cadena regional de televisión, que, según ha dicho, procura ser "la contrapartida de la dictadura informativa de las grandes cadenas internacionales".
Un emprendimiento que involucra a Argentina, Cuba, Brasil y Uruguay —pero es mayormente financiado por Venezuela—, Telesur tiene decididamente un sentir latinoamericano, asegura su director, el uruguayo Aram Aharonián. La cadena que tiene programada su primera emisión para julio y probará su señal a fines de este mes, presentará largos documentales sobre los sin tierra brasileños o los movimientos de indígenas en los Andes, y reportajes sobre política y deportes desde Tijuana a Tierra del Fuego.
La discusión sobre qué es noticia y quien tiene que contarla, está dándose en varias partes del mundo. En Caracas, está en el centro de una acalorada guerra de propaganda que el gobierno venezolano pretende ganar, tanto en Venezuela como en América Latina, donde Chávez y su némesis, Estados Unidos, están buscando apoyo en los vecinos, con la misma fuerza con la que intentan aislarse mutuamente.
Los periodistas de Telesur hablan de una "cadena antihegemónica", un ataque no muy velado a la prensa estadounidense. Los presentadores de Telesur —una conjunción de Televisión del Sur— incluirá a periodistas como Ati Kiwa, una india colombiana que se viste con las tradicionales túnicas blancas de los arhuacos, su tribu.
"Este no es sólo mi sueño, es el de muchos periodistas en América Latina, que veremos nuestra propia realidad en el aire", comenta Aharonián, que tiene 59 años, vive desde 1986 en Caracas desde donde colabora con el semanario Brecha. "Queremos vernos en la televisión, mostrando nuestra diversidad y nuestra riqueza".
Pero sus críticos afirman que en una región del mundo que tiene una larga tradición de periodismo independiente, la intención de Chávez es acallar a la disidencia más que ampliar la cobertura, con una máquina de propaganda financiada por un gobierno con alta carga ideológica y financiado con dinero del petróleo.
"Telesur es una orden presidencial. Chávez dijo ‘necesitamos este canal", afirma Alberto Federico Ravell, director de noticias de Globovisión, una cadena privada opuesta a Chávez. "Será un canal supraestatal".
En Venezuela, con la popularidad de Chávez rondando el 71% y la otrora poderosa oposición perdida en acción, los canales privados son el último bastión opositor.
Alguna vez esos canales difundieron avisos gratuitos anti-Chávez, repitieron cada acusación contra el presidente, apoyaron una golpe de Estado que lo sacó fugazmente del poder y respaldó una dañina huelga petrolera.
Chávez sobrevivió y ahora parece ir por su venganza.
Una Ley de Responsabilidad Civil de Radio y Televisión, firmada en diciembre, impone restricciones que los comunicadores aseguran pretende amordazar la información. La ley estipula que no se pueden dar noticias que hagan peligrar la seguridad nacional o inciten al desorden público.
Enmiendas al código penal, que empezaron a regir en marzo, convierte en una ofensa criminal, insultar o mostrarse irrespetuoso a las autoridades de gobierno.
Esas leyes ya dispararon la autocensura, confesaron gerentes de radio y televisión. Las noticias se aligeraron. Los programas de radio, que alguna vez supieron ser incendiarios, han bajado su tono, cuando no han sido cancelados.
En Venevisión, propiedad del hombre más rico de Venezuela, Gustavo Cisneros, y antes dedicada a criticar a Chávez, la programación es decididamente más suave.
Napoleón Bravo, quien arengó repetidamnente contra Chávez y recibió a los golpistas en su programa, 24 horas, ya no está más.
"Debimos aplicar la ley a toda nuestra programación", dice María Inés Loscher, abogada de Venevisión. "Todos los días tenemos dudas".
En Telesur, que no esconde su tendencia izquierdista o sus vínculos con el gobierno, la gerencia asegura que las restricciones no representan un problema.
En una reciente visita a los cuarteles generales de Telesur, en un enorme edificio adyacente al canal estatal venezolano, un coordinador de programas, Noel Cisneros, luce una camiseta de un grupo rebelde marxista colombiano, mientras considera si un documental sobre los leñadores chilenos cumple con los standards del canal. En la pared, un poster y un almanaque tienen la foto de Chávez.
Jorge Enrique Botero, el colombiano director de noticias, afirma que Telesur llega en el momento justo, cuando los gobiernos de América Latina están girando a la izquierda y ganan fuerza los movimientos antiglobalización.
"Dicen que es un canal de Chávez pero de la forma en que yo lo veo, este es un proyecto para incluir no excluir".
El canal tiene una inversión inicial de US$ 2.500.000, 70% aportado por Venezuela. Argentina y Uruguay cubren el resto, mientras Brasil y Cuba ofrecen asistencia técnica. Se espera que avisadores comerciales privados aporten US$ 10.000.000 en el primer año.
La financiación parecería escasa, pero Aharonian asegura que la última tecnología permite que oficinas de una sola persona en toda la región puedan ser operadas a muy bajo costo. Gran parte del material que utilizará la estación, dice, provendrá de documentales y largos reportajes hechos por canales izquierdistas del subcontinente, que están dispuestos a compartir su material.
La gran pregunta que muchos se hacen, es si Telesur ofrecerá reportes críticos con su benefactor.
"Chávez estará en el aire, cuando sea noticia", asegura Aharonian. "Este no será un canal donde digamos, Viva Chávez".
Uruguay no tiene claro su papel
El gobierno uruguayo aún no ha decidido a través de qué canal transmitirá la señal de Telesur, el emprendimiento televisivo del presidente venezolano Hugo Chávez.
El ministro de Educación y Cultura, Jorge Brovetto aseguró a El País que el tema es objeto de análisis del gobierno y que aún no hay ninguna resolución sobre cómo instrumentar la transmición de la señal que estará disponible en Direct TV, sistema poco empleado en Uruguay. El ministro de Información venezolano, Andrés Izarra, señaló que ya hay un acuerdo para que Telesur aparezca por la televisión abierta uruguaya.
Izarra agregó que Uruguay ha sido el país "más lento" en el proceso de integración a la iniciativa. Por ejemplo, aún no nombró a un director.
El estado uruguayo participa con un 10% del capital accionario del emprendimiento. Así lo acordaron los presidentes Tabaré Vázquez y Chávez, en reunión que mantuvieron al otro día de la asunción del primero de marzo.
Detalles
A través de un satélite y con un alcance a toda América y parte de Europa, Telesur sale al aire el próximo 24 de mayo en un periodo de prueba de un mes. La programación inicial será grabada y solo será de ocho horas. Se prevé que todos los países socios colaboren en la programación piloto.
Las transmisiones de 24 horas, programadas ya a partir de mediados de julio, comenzarán con tres bloques de ocho horas.
Telesur iniciará transmisiones en 2 idiomas: español y portugués.
En principio, sería emitido en el canal 806 de la grilla de Direct TV.
Saldrá bajo el lema "Nuestro Norte es el Sur".
Contará con corresponsales en EE.UU., México, Bogotá, Caracas, La Habana, Lima, Buenos Aires y Brasil.
El canal estará presidido por el ministro de Información venezolana, Andrés Izarra. Lo dirigirá el uruguayo Aram Aharonian, en representación de Venezuela, y el cuerpo directivo estará integrado por el colombiano Jorge Botero; el brasileño Beto Almeida, gremialista de la prensa; la argentina, Ana de Escalón, directora de Canal 7, y el cubano, Ovidio Cabrera. Uruguay aún no definió a su representante.
El canal ya firmó un acuerdo de cooperación con Al Jazeera.