Sube la tensión entre Chávez y Uribe

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CARACAS / BOGOTÁ | AFP, AP Y EL TIEMPO / GDA

Venezuela protestó contra Colombia y llamó a consultas a su embajador en Bogotá, en medio de tensiones bilaterales con la saliente administración de Álvaro Uribe, que acusó la presencia de guerrilleros de las FARC y del ELN en territorio venezolano.

"Es una patraña del gobierno burgués de Colombia, gobierno apátrida de Colombia. No voy a caer en provocaciones. Esto obedece al desespero de Uribe, que se va, pero no significa que vamos a quedar callados ante el atropello". Con estas palabras, el presidente venezolano Hugo Chávez se refirió ayer al anuncio de su par colombiano de que su gobierno tiene pruebas de que en Venezuela hay campamentos de guerrilleros.

Chávez agregó que el gobierno saliente de Uribe, con el respaldo de EE.UU., está tratando de "sembrar minas" para evitar una "probable reconciliación" entre Caracas y Bogotá.

La alocución del presidente siguió a un anuncio oficial del canciller venezolano Nicolás Maduro, que en conferencia de prensa aseguró que "hemos llamado a nuestro embajador Gustavo Márquez en Bogotá para que venga a Caracas a consultas".

Según explicó, Márquez se incorporará "a la evaluación de una serie de medidas" que el gobierno de Chávez "irá tomando en las próximas horas: medidas de carácter político, diplomático".

Además, Maduro señaló que "le hemos entregado como corresponde una nota de protesta oficial del gobierno venezolano rechazando las mentiras, los falsos positivos y las ollas podridas que ha montado el gobierno del presidente Álvaro Uribe". En un tono similar, Chávez declaró que "Uribe es un mafioso y es capaz de cualquier cosa porque está lleno de odio".

"El gobierno de Uribe ha decidido arremeter contra el pueblo venezolano, ha decidido dinamitar las posibilidades de un avance" en las relaciones, afirmó Maduro.

DENUNCIA. Anteayer el presidente colombiano confirmó que en Venezuela hay campamentos de guerrilleros "fijos, que se nota que llevan mucho tiempo".

En un comunicado, Bogotá aseguró que "durante seis años el gobierno colombiano sostuvo un diálogo paciente con el gobierno de Venezuela, al cual, en varias ocasiones, dio informaciones sobre localización de terroristas en ese territorio".

Pese a ese diálogo, agregó, "todo fue infructuoso en relación con cabecillas terroristas". En consecuencia, concluyó, "debemos pensar nuevamente en acudir a las instancias internacionales".

Tras la difusión del texto, Uribe dijo que la denuncia sólo tenía un fin: "Una patria libre de la pesadilla del terrorismo".

Ayer su gobierno anunció que pidió una sesión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos (OEA) para "examinar la presencia de terroristas colombianos ubicados en territorio venezolano".

Quien dio las precisiones de la denuncia de Uribe fue el ministro de Defensa Gabriel Silva, que divulgó videos donde aparecen Iván Márquez, Rodrigo Granda, Jesús Santrich y otros jefes de las FARC. También aseguró que en el país limítrofe hay jefes del grupo Ejército de Liberación Nacional (ELN).

"Confirmamos la presencia de alias `Pablito` del ELN en el Sur del territorio venezolano. Tenemos información de que tienen un campamento con 25 personas que lo protegen allí y tenemos videos e información de Inteligencia altamente delicada que lo confirman (...). Algunos de ellos han aceptado hablarle a los medios en los próximos días", dijo Silva.

Según la evidencia, el campamento queda en la vereda Sotaima en Venezuela, a 23 kilómetros de la frontera con Colombia. El ministro informó que comenzaron a recibir y analizar los datos de estos campamentos en mayo de 2007.

A pocas semanas de que Uribe deje su mandato, los expertos dividieron su opinión al momento de responder porqué el presidente habría hecho el anuncio de anteayer.

Vicente Torrijos, analista internacional y catedrático, consideró que el tema supone "un llamado" de Uribe "a que el nuevo gobierno sea lo suficientemente consciente de que la naturaleza de la revolución bolivariana es intervencionista y expansionista".

Jairo Libreros, docente de la Universidad Externado de Colombia, aseguró por su parte que "Uribe convirtió un refrito en bomba política para afectar el cambio en la política exterior del presidente Santos".

Y Andrés Molano, escritor y profesor de la Universidad del Rosario, dijo que "la pregunta es si realmente se gana algo al divulgar esta información o si hubiera sido deseable que se discutiera y la manejara el nuevo gobierno, en el esfuerzo de aproximación con Chávez".

El comandante en jefe de las FARC es Alfonso Cano y vive en Colombia.

En ese país hay sólo otros dos jefes de la plana mayor: el comandante militar Jorge Briceño Suárez ("Mono Jojoy") y el coordinador de las compañías Martín Martínez y Fuerzas Especiales Mauricio Jaramillo, alias "El médico".

Según los documentos de la Inteligencia colombiana, 5 dirigentes de las FARC viven en Venezuela.

Dos son de la plana mayor: Rodrigo Londoño, ("Timochenko"), jefe de inteligencia y contrainteligencia del grupo, e Iván Márquez, jefe del Bloque Noroeste.

Los otros 3 jefes de las FARC en Venezuela son de la plana menor de la agrupación. El primero es Rodrigo Granda, conocido como "Ricardo", que es el canciller del grupo.

Luego están el jefe del Frente 10, Germán Briceño, cuyo alias es "Grannobles", y Rubén Zamora, de la Compañía Catacumbo.

Otros jefes de las FARC están en Ecuador. Dos de ellos son de la plana mayor y uno es de la plana menor: el jefe del Bloque Sur Joaquín Gómez ("Usuriaga"), el comandante del Estado Mayor Central Pablo Catatumbo y Edgar Tovar, jefe del Frente 48.

En Cuba se encuentra "Olga Martín", en realidad Liliana López Palacios, del Frente Internacional.

Hugo Chávez ordenó exhumar los restos del libertador Simón Bolívar para que los científicos certifiquen con ADN su autenticidad y determinen las verdaderas causas de su muerte. Sus opositores dicen que esto y sus críticas al Vaticano son una maniobra para intentar tapar la crisis que afecta al país: la inflación llegó a 31%, la economía sigue en números rojos y hallaron más contenedores con comida podrida.

BOGOTÁ | El 7 de agosto el presidente Álvaro Uribe dejará su mandato a Juan Manuel Santos, quien hasta hace poco fue el ministro de Defensa colombiano y cuya autoridad se verá afectada por el anuncio del presidente de que hay campamentos guerrilleros en Venezuela.

El primero en remarcarlo fue Hugo Chávez, que acusó a Uribe de provocarlo para no llevarse bien con el futuro presidente Santos.

Chávez dijo que espera que el "nuevo presidente de Colombia haga honor a lo que ha venido diciendo (...) a pesar de su pasado" y aseguró que el restablecimiento de las relaciones bilaterales es "bueno" para todos.

Su embajador en Colombia, Gustavo Márquez, aseguró que estos cruces diplomáticos no cooperan positivamente en las relaciones bilaterales.

"Se ha realizado una serie de contactos, incluso estaba previsto formar una comisión de alto nivel después de la toma de posesión para reabrir el diálogo. Pero este pronunciamiento del gobierno saliente crea un ambiente que afecta esa posibilidad", declaró Márquez.

"Cuando se abría la posibilidad de retomar un diálogo serio, transparente, con respeto, se lanzan estos petardos para evitar que esto ocurra", lamentó el embajador en Colombia. AFP