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El Reino Unido camino al peor escenario: un Brexit sin acuerdo

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May, pese al fracaso de ayer en el Parlamento, mantiene su disposición de sacar adelante el Brexit. Foto: AFP

LA UE CONVOCÓ A UNA CUMBRE ESPECIAL EN ABRIL

El Parlamento rechazó por tercera vez el acuerdo negociado por la primera ministra May.

La pregunta del millón ayer viernes en Londres: ¿qué pasará ahora con el Brexit, luego de que el Parlamento británico rechazara por tercera vez el acuerdo negociado por la primera ministra Theresa May con la Unión Europea? Ahora el Brexit está en un limbo, ya que la decisión de los legisladores no deja claro cómo, cuándo o incluso si el Reino Unido abandonará la UE.

El Tratado de Retirada fue rechazado esta vez por 344 votos contra 286, lo que provocó un inmediato desplome de la libra esterlina. La Cámara de los Comunes ya había rechazado el texto masivamente el 15 de enero y el 12 de marzo.

Ironía del destino, este tercer rechazo tuvo lugar el mismo día en que el país debía teóricamente haber abandonado la UE, el 29 de marzo de 2019, casi tres años después del referéndum en que 52% de británicos votaron a favor del Brexit.

Pocos minutos después de la votación, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que los líderes de la UE se reunirían el 10 de abril para discutir la salida del Reino Unido del bloque. La Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, dijo que un Brexit sin un acuerdo el 12 de abril —la nueva fecha fijada por el bloque europeo— es ahora un escenario probable.

May le había dicho al Parlamento que la votación de ayer era la última oportunidad de asegurar que hubiese un Brexit y advirtió que si el acuerdo fracasaba, cualquier demora adicional después del 12 de abril probablemente sería larga.

"Me temo que estamos llegando a los límites de este proceso en esta Cámara", dijo May al Parlamento después de la derrota. "Esta Cámara ha rechazado que haya acuerdo, ha rechazado que haya Brexit y el miércoles rechazó todas las opciones de acuerdo que había en la mesa", sostuvo. "Las implicaciones de la decisión de la cámara son graves", agregó.

Cada vez que la Cámara de los Comunes se reúne para analizar el Brexit, afuera del edificio se concentran manifestantes. Foto: Reuters
Cada vez que la Cámara de los Comunes se reúne para analizar el Brexit, afuera del edificio se concentran manifestantes. Foto: Reuters

Mientras May trataba de salvar el acuerdo de salida, que ya había sido rechazado dos veces en el Parlamento, miles de personas que se oponen a retrasar el Brexit protestaban en el centro de Londres, una marcha liderada por el partidario de la separación Nigel Farage.

¿Y ahora qué?.

Para convencerlos de que votasen por su acuerdo, May les había prometido a los legisladores que dejaría el cargo en cuanto lograse su aprobación, dejándoles las riendas de la próxima y aún más difícil fase de negociación, la de la futura relación con la Unión Europea.

Pero este sacrificio no fue suficiente: 34 conservadores volvieron a votar en su contra y también lo hizo el pequeño partido unionista norirlandés DUP, aliado clave de May en un Parlamento donde esta no tiene mayoría absoluta. Para los detractores de la primera ministra, es la prueba última de que la líder conservadora ha perdido el control de la situación.

Sin una mayoría clara en el Parlamento para ninguna opción de Brexit, no está claro qué hará ahora May. Las opciones incluyen solicitar a la UE una postergación larga, forzar una elección parlamentaria o una salida sin acuerdo.

El presidente francés Emmanuel Macron dijo que llegó la hora de acelerar los preparativos para una salida abrupta del Reino Unido de la UE, mientras el primer ministro holandés Mark Rutte dijo que "el riesgo de un Brexit sin acuerdo es muy real".

Los legisladores, que han tratado de tomar el control del proceso, intentarán ponerse de acuerdo el lunes en un plan alternativo de Brexit que podría contar con apoyo mayoritario de todos los partidos, algo en gran medida inaudito en el sistema político británico.

¿Cuarta votación?.

May se mostró abierta a que la Cámara de los Comunes encuentre una "mayoría estable para una alternativa particular", pero advirtió al mismo tiempo de que cualquiera de las vías propuestas requieren primero que el tratado de salida esté aprobado, por lo que no está completamente descartado que vuelva a intentar someterlo a votación por cuarta ocasión la próxima semana.

En la sesión de ayer viernes, 286 diputados se posicionaron a favor del tratado, por lo que la jefa de Gobierno tendría que convencer a 32 parlamentarios en los próximos días para llegar a los 318 que marcan la mayoría en la cámara.

En caso de que el rechazo se mantenga firme, el Reino Unido fijará entonces su vista en la cumbre extraordinaria que ha convocado el Consejo Europeo el próximo 10 de abril.

¿Otra prórroga?

Para frustración de los euroescépticos del Partido Conservador, la primera ministra ha reiterado en los últimos días que no permitirá que el Reino Unido rompa sus vínculos con la UE de forma no negociada, un escenario que según el Banco de Inglaterra desencadenaría una recesión en el país.

Ella misma ha advertido de que si no se encuentra antes una solución alternativa, se verá obligada a solicitar a los líderes comunitarios una nueva prórroga para el Brexit, que esta vez podría ser de hasta un año.

Ese escenario implicaría que el Reino Unido celebraría elecciones al Parlamento Europeo el 23 de mayo, pero requeriría además que Londres explicara a la UE en qué piensa invertir ese tiempo extraordinario.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, reiteró ayer viernes su llamada a celebrar elecciones generales anticipadas que modifiquen la aritmética parlamentaria y permitan desbloquear el proceso del Brexit.

Mientras, en el Partido Conservador comenzó la danza de nombres para suceder a May.

Theresa May otra vez con un pie fuera

Determinada y perseverante en la misión de sacar a Reino Unido de la Unión Europea, la primera ministra Theresa May volvió a fracasar y su futuro político, estrechamente ligado al Brexit, pende de un hilo. Su promesa de dimitir si los diputados aprobaban su acuerdo no bastó, la prueba según sus detractores de que perdió totalmente el control de un proceso que divide a los británicos. Una y otra vez, desde que llegó al cargo en 2016, afirmó que su misión era "cumplir con el resultado del referéndum", que en junio de ese año decidió el Brexit por 52% de votos. Si en esta tercera votación hubiese logrado la aprobación del acuerdo, habría sido "a base de estoicismo y perseverancia", en opinión de Iain Begg, profesor de Ciencias Políticas en la London School of Economics. Pero ahora se la puede acabar recordando como la dirigente que tuvo que pedir un aplazamiento in extremis de la fecha de salida, arriesgando el futuro del país y el propio Brexit por insistir con su plan pese a la oposición de un Parlamento donde no tenía mayoría. La propia May se describió una vez como "una mujer jodidamente difícil".

Laboristas piden que May se vaya

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, instó a la primera ministra, Theresa May, a convocar elecciones generales si no cambia su acuerdo del Brexit. El jefe del principal partido de la oposición, que se negó ayer viernes por tercera vez al pacto de salida sellado entre Londres y Bruselas, preguntó a May si "finalmente va a aceptar que los diputados no respaldan su acuerdo".

El laborista subrayó la "responsabilidad" que tiene la Cámara de los Comunes de encontrar una mayoría para lograr "un acuerdo mejor para el país", en una nueva serie de "votos indicativos" que tendrán lugar el próximo lunes en el Parlamento. Una votación que ya se celebró el pasado miércoles y en la que los diputados no llegaron a ninguna solución de consenso entre las ocho alternativas al Brexit que fueron propuestas. Corbyn insistió en que May debe aceptar "que se debe ir", no en "una fecha futura indeterminada, sino ya" —en referencia a la promesa que hizo la premier a su grupo parlamentario de dimitir si su pacto salía adelante— y convocar elecciones generales. Por su parte, la primera ministra culpó al Parlamento por haber rechazado no solo el acuerdo sino todas las posibles alternativas al mismo.

Primera ministra británica, Theresa May. Foto: EFE
Primera ministra británica, Theresa May. Foto: EFE.

Johnson, Gove, Raab, Hunt, Javid: los candidatos a primer ministro

En el Partido Conservador comenzó la danza de nombres para sustituir a Theresa May:

—Boris Johnson: Exalcalde de Londres, fue uno de los artífices de la victoria del Brexit en el referéndum de 2016. Nombrado ministro de Relaciones Exteriores por May, criticó constantemente su estrategia y acabó dimitiendo en julio para convertirse en uno de sus más feroces rivales. Carismático, popular, "Bojo", de 54 años, es el favorito de las casas de apuestas británicas.

—Michael Gove: Ministro de Medio Ambiente y enemigo jurado de los plásticos desechables, este euroescéptico de 51 años, mano derecha de Boris Johnson durante la campaña del referéndum, es uno de los más férreos defensores del Brexit.

—Dominic Raab: Ardiente defensor de la salida de la UE, aficionado al karate y al boxeo, de 45 años, antiguo abogado especializado en derecho internacional, fue brevemente ministro para el Brexit entre julio y noviembre. Dimitió por su desacuerdo con el texto negociado por May con la UE.

—Jeremy Hunt: Ministro de Relaciones Exteriores, de 52 años, defendió permanecer en la UE en 2016, antes de cambiar de opinión. Habla fluidamente japonés y se ha forjado una reputación de persona que no teme a los retos, tras haber presidido durante seis años el Servicio Nacional de Salud enfrentado a una profunda crisis.

—Sajid Javid: 49 años, exbanquero e hijo de un conductor de autobús paquistaní. Nombrado en abril de 2018 ministro del Interior, se ha ganado el respeto por su manejo de un escándalo sobre el trato a los hijos de los inmigrantes caribeños conocido como la generación Windrush.

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