Rebeldes toman varias ciudades; Gadafi se atrinchera en la capital

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Muamar Gadafi perdió el control del este de Libia y los rebeldes están cada vez más cerca de Trípoli. Allí el mandatario y su milicia esperan atrincherados para librar la que será, según expertos, la batalla final.

Las noticias que llegan de Trípoli hasta la frontera siguen siendo confusas pero todas apuntan a la soledad de Gadafi y sus allegados, recluidos en el palacio. Un tunecino que llegó a Ras Jdir relató así la situación que se vivía en la capital: "Hay tiroteos y muchos muertos en las calles. Gadafi ya no tiene soldados. Los únicos que están con él son los mercenarios africanos y sus brigadas".

Los 200 kilómetros de carretera que conducen hasta la capital desde la frontera con Túnez siguen controlados por soldados y brigadas especiales del gobierno libio, según los testimonios de los refugiados que salen del país por el paso fronterizo con Túnez de Ras Jdir.

Varios pueblos y ciudades -entre ellas, Bengasi, Tobruk. Musratha, Zuara, Sabratah y Zauiya- continúan desde el miércoles tomadas por los ciudadanos. Aun así, esta última recibió ayer un duro castigo por su rebelión. Fuerzas especiales de Gadafi atacaron sin piedad; dejaron 100 muertos, según el canal de televisión Al Jazeera.

Otro ataque se produjo en un aeropuerto en las afueras de Musratha, la tercera ciudad de Libia. Milicianos atacaron con lanzagranadas y morteros a un grupo de vecinos que protegían las instalaciones, dijo una persona, que no quiso ser identificada, y presenció los hechos.

La cifra de muertos es imposible de precisar, ya que las agencias de noticias y las organizaciones de Derechos Humanos lanzan números muy diferentes. Se sabe que ya son más de mil, y algunos, como el canal árabe Al Arabiya, sostienen que ya son 10.000 víctimas mortales y 50.000 heridos.

Mensaje. El dictador, cada vez más encerrado en sí mismo y en su verborragia, hizo ayer otra declaración por teléfono en televisión, la tercera desde que empezaron las protestas el 15 de febrero. Gadafi abandonó el gesto duro que había protagonizado su discurso anterior y lo sustituyó por uno paternalista, más conciliador, pero que rozó lo demencial.

"Son jóvenes de 17 años a los que les dan píldoras alucinógenas con las bebidas, la leche, o el Nescafé", dijo el gobernante libio refiriéndose a los manifestantes. También reiteró que es imposible que pase en Libia lo que sucedió en Túnez y Egipto -que caigan sus gobiernos- y apeló a su retórica habitual de que "el poder está en manos de la gente". Además, se pregunto por qué se cuestiona su autoridad, siendo que la reina Isabel II de Inglaterra lleva 50 años en el poder.

Gadafi llamó "hijos de Libia" a los muertos que está dejando la revolución y aseguró que Al Qaeda estaba detrás de la revuelta y pidió calma. "Bin Laden, ése es el enemigo que está manipulando a la gente", sostuvo el impopular líder. Y amenazó con que si los libios no vuelven a trabajar la industria petrolera puede paralizarse.

Tras estas declaraciones muchos de los rebeldes que controlan el este del país protestaban contra lo que consideran una intoxicación para confundir a los países occidentales y especialmente a Estados Unidos. "Nosotros no somos terroristas, somos hombres que queremos libertad y una vida digna", señalaba Moafer, un ingeniero eléctrico de 24 años de Darna.

En la radio local, un grupo de hombres y algunas mujeres emiten cada día los avances de los revolucionarios en la zona. "Hasta hace unos días todo estaba bajo el control del Estado, no podíamos hablar de democracia, ni de nada que no fuera la vieja revolución de Gadafi y de él mismo. ¿Y ahora dice que somos de Al Qaeda? Míranos, ¿parecemos terroristas?", interpeló el hombre.

En tanto, la última ocurrencia de la familia Gadafi, en este caso de su hijo, Seif el Islam, fue invitar públicamente a los medios de comunicación a una especie de tour, no se sabe si en avión o por tierra, para que vean por sí mismos que todas las imágenes que están llegando del conflicto "son falsas". "Que venga y vean que aquí no está pasando nada", dijo.

Críticas. Mientras las organizaciones de defensa de los derechos humanos denunciaron que los ataque aéreos contra los civiles continuaron ayer, líderes de todo el mundo volvieron a condenar la brutal represión.

Estados Unidos y la Unión Europea (UE), vacilantes en los primeros días, examinaban sanciones contra el régimen de Gadafi, confrontado también al abandono de sus pares árabes y a la deserción de numerosos jerarcas y diplomáticos.

El ministro francés de Defensa, Alain Juppé, afirmó que desea que Gadafi esté viviendo "sus últimos momentos como jefe de Estado", pero descartó planes de intervención militar.

El líder cubano Fidel Castro consideró en cambio que Estados Unidos y la OTAN bailan una "danza macabra de cinismo" alentando una "guerra civil" en Libia, en busca del control del petróleo. Desde la OTAN señalaron ayer que no hay intenciones de actuar en Libia; lo dijo el secretario general de la Alianza Atlántica, Andres Fogh Rasmussen.

La Comisión Europea expresó su preocupación por el riesgo de una catástrofe humanitaria y evaluaba las respuestas ante la estampida de decenas de miles de extranjeros que abandonan Libia por tierra, mar y aire Desde el lunes, unos 30.000 tunecinos y egipcios regresaron por vía terrestre a sus países, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El embajador de Francia para Derechos Humanos, Francois Zimeray, se refirió ayer a balances de más de mil muertos en Libia.

Son los tunecinos y egipcios que huyeron de Libia por vía terrestre, según la Organización Internacional para Migraciones.

1.000

30.000

Suiza ordenó ayer el bloqueo de los haberes que puedan tener en ese país Muamar Gadafi y su familia, indicó el gobierno helvético. "El Consejo Federal (gobierno) condena con la mayor firmeza la violencia empleada por el hombre fuerte de Libia contra su pueblo", señaló el ministerio suizo de Relaciones Exteriores. "Ante los acontecimientos, el Consejo decidió bloquear con efecto inmediato todos los haberes eventuales de Gadafi y de su entorno en Suiza", anunció en un documento. (ANSA)