MADRID | DANIEL BELTRÁN ROHR, CORRESPONSAL.
En la madrugada y en un intervalo de cinco minutos, un grupo organizado de encapuchados que según la Delegación del gobierno navarro estaba formado por 35 personas pero que podría llegar hasta el medio centenar, se dirigieron al Ayuntamiento de Pamplona profiriendo gritos y apartando a las personas que en esos momentos estaban en la calle.
Los pro etarras comenzaron por lanzar una tapa de una alcantarilla contra los vidrios de una sucursal de Caja Rural, en tanto otros arrojaron cócteles molotov contra el cajero de dicho banco y otro de una sucursal del Banesto.
Simultáneamente en la plaza Consistorial otros encapuchados tiraron piedras y nueve botellas incendiarias contra la fachada del Ayuntamiento y las llamas, producto de la deflagración, se apagaron por sí mismas sin que los agentes que se encontraban dentro del municipio tuvieran que utilizar la manguera que hay en el interior, resultando ennegrecida la fachada.
Los encapuchados atacaron también un cajero de Caja Navarra y en su huida por la calle Mayor, arrojaron dos cócteles contra otro de Caja Rural, con lo cual fueron lanzados en la asonada un total de 15 cócteles.
Asimismo en horas de la tarde, en la localidad guipuzcoana de Azcoitia, desconocidos rociaron con líquido inflamable el coche particular de un ertzaina (policía autonómica) que se encontraba estacionado cerca de la comisaría de policía y le prendieron fuego.
Varios agentes acudieron rápidamente al lugar y apagaron el fuego con extintores por lo que el vehículo no sufrió muchos daños.
También fue atacado en Getxo (Victoria) un batzoki (la sede social del Partido Nacionalista Vasco, PNV) con un cóctel molotov que fue lanzado al interior tras romper los vidrios de una pequeña ventana, y que únicamente ennegreció parte de la pared.
El delegado del Gobierno de Navarra, Vicente Ripa, expresó su "rotunda condena" al ataque, al que calificó como unos actos de violencia callejera "tan antidemocráticos e incívicos como estériles".