Padres de la mujer comatosa apelarán fallo judicial adverso

| Un juez federal negó que Schiavo sea reconectada a la alimentación pero la batalla continúa en los tribunales

TAMPA, Florida | AP y AFP

Un juez federal se negó ayer a ordenar la reinserción de la sonda alimenticia que mantenía viva a una mujer que se encuentra en estado vegetativo y cuya suerte ha sido el centro de un intenso debate sobre la eutanasia.

Pero los manifestantes opuestos a la muerte de Terri Schiavo no se dan por vencidos a pesar del revés judicial y recurrirán otra vez a la Legislatura de Florida para que interceda por la mujer, mientras la familia lo hará ante una corte de apelaciones.

Schiavo se encuentra en un hospital desde 1991, aquejada de un daño cerebral irreversible. El esposo sostiene que ella nunca deseaba vivir así y quiere que le retiren la sonda que la mantiene viva. Los padres de ella aseguran que todavía puede recuperarse y quieren que la sonda continúe conectada.

El fallo del juez James Whittemore, siguió a la firma por parte del presidente Bush de una ley que aprobó el Congreso para que el caso pasase de la jurisdicción estatal a la federal. La intervención del Congreso y del presidente despertó denuncias de que el gobierno estaba entrometiéndose en un caso judicial y privado.

Whittemore dijo que los padres de la paciente de 41 años, Bob y Mary Schindler, no demostraron la existencia de una "posibilidad sustancial de que pueden tener éxito" en un juicio con base a los argumentos del caso.

La sonda alimenticia fue retirada el viernes por orden de un juez estatal, lo que dio pie a un ajetreado fin de semana por parte de los legisladores, encabezados por los republicanos, que aprobaron un proyecto de ley para que el caso de Terri Schiavo pueda ser considerado por un tribunal federal. Bush, republicano, firmó la ley casi inmediatamente.

Terri Schiavo no tenía últimas voluntades. Su esposo litigó en los tribunales durante años para que le fuera retirada la sonda alimentaria. Sus padres sostienen que ella responde a estímulos y que su estado podría mejorar.

David Gibbs, abogado de los padres, sostuvo en una audiencia efectuada el lunes y presidida por Whittemore que matar de hambre y de sed a Terri Schiavo sería un "pecado mortal" según las creencias católicas y pidió una resolución rápida porque "Terri podría morir mientras hablamos".

La mujer sufrió un daño cerebral irreversible en 1990, cuando su corazón se detuvo brevemente, a raíz al parecer de un desequilibrio de potasio en su sangre debido a un desorden de alimentación que parecía. Puede respirar por cuenta propia, pero necesita la sonda alimentaria para seguir con vida.

En 2003, ante una situación similar a la actual, los legisladores de Florida lograron reconectar a Schiavo por ley seis días después de su segunda desconexión del aparato alimentario.

Schiavo entra hoy en su quinto día sin alimentos. Según expertos, podrían pasar hasta dos semanas antes de morir.

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